Estoy deseando que pase el día rápido para ver que le responde Héctor a Sandra, pero mientras más rápido quieres que vaya, más lento pasa. Por desgracia, tengo un examen de inglés y tengo algo en lo que concentrarme. No se porque no me gusta estudiar en mi habitación, me agobio y cada media hora tengo que salir, así que aprovecho que no hay nadie en el salón de casa para irme a estudiar allí.
Mientras estoy estudiando, me llegan muchas notificaciones al móvil. Intrigada lo miro y como siempre, al empezar un curso hacen un grupo de Whatsapp con todos los compañeros para hablar de todo menos de lo relacionado con el curso.
-Chicos este grupo es para hablar del curso.- Dice Sonia.
-Guay.-Dice Paco
-¿Como lleváis el examen de inglés?.- Dice Maite
El resto de mensajes gira en torno a ese tema, ya que al ser el primer examen del curso estamos un poco inseguros. Creo que es la primera vez que nos ponen un examen de ese tipo para ver el nivel que tenemos, porque al ser el único instituto con bachillerato del pueblo los alumnos del otro tienen que venir aquí y lógicamente no todos tenemos el mismo nivel.
Me pongo a ver los números del grupo para poder guardarlos y así saber quien habla. Voy deslizando hacia abajo hasta que encuentro el número de Héctor. Como siempre me salta la duda de ‘¿Le hablo? ¿O no?’, se supone que por aquí es más fácil la comunicación, como no le ves la cara a la otra persona y eso. Y si le hablo que le pongo: ‘Hola, soy Sara’. No, eso suena demasiado raro y aburrido. ‘Hola, ¿que tal? Soy tu compañera Sara. ¿Como llevas el examen?’. No, demasiado lanzado todo. Me decido por la primera, así que escribo eso, bloqueo el teléfono y lo pongo boca abajo. No quiero ver la respuesta, soy así de inteligente. Sólo yo soy capaz de mandar un Whatsapp y que me dé vergüenza la respuesta. ¡Ole yo! Pero claro, cada dos por tres estoy levantando el móvil para ver si me ha contestado. ¿Alguien me entiende?
Estoy nerviosa hasta que en una de estas que estoy levantando el teléfono, se ilumina la pantalla y veo su respuesta.
-Hola, soy Sara.
-Hola, ¿que tal? -Vale, ahora no sé que responderle, lo fácil sería escribir ‘bien ¿y tu?’ pero llegaríamos a un momento en el que uno de los dos tendría que sacar un tema interesante para continuar con la conversación y aunque ahí se vería si le gustaría hablar conmigo, lo veo demasiado arriesgado. Así que me quedo un rato pensando hasta que decido escribirle:
- Bien, ¿y tu? ¿Que tal llevas el examen?
Lo siento, no se me ocurría nada mejor.