Estaba en casa de Cali viendo como hacía el equipaje. No sabía si alegrarme por ella o seguir sorprendida por la decisión que había tomado. De lo que no me cabía duda era de que pasara lo que pasara, Cali era como un gato, siempre caía de pie.
—¿Estás segura de que lo mejor que puedes hacer es retomar la relación con James y marcharte con él a Nueva York? —le pregunté dubitativa.
—No sé si será lo mejor, pero James me completa de una manera que no me había pasado antes con nadie. Me ha prometido que ha cambiado, que no volverá a decirme lo que tengo que hacer o la ropa que tengo que ponerme ni nada por el estilo.
—¿Y tú le crees? Nadie puede cambiar su carácter así, de la noche a la mañana, Cali. —dije tratando de hacerle cambiar de opinión.
—Mira Ali, no es que James sea un machista, es que simplemente por tener tantísimo dinero está acostumbrado a mandar y a que todos le obedezcan sin rechistar. Yo he sido la única persona que se ha atrevido a desafiarle, sus otras novias aguantaban todo por disfrutar del nivel de vida que él podía proporcionarles y por eso mismo se aburría enseguida de ellas. En mi caso no me importa su dinero, bueno sí me gusta que lo tenga, pero no es lo más importante, yo quiero estar con él, sentir lo que él me hace sentir. Además, he conseguido ilusionarle con un proyecto empresarial que siempre he tenido en mente. Quiero montar mi propia revista global, una que contenga temas que interesen a cualquier persona de cualquier parte del mundo, estamos en un mundo globalizado y quiero partir de esa idea, basarme en los intereses que tienen en común todos los seres humanos, mi revista podrá leerse simultáneamente en cualquier país del mundo. Es un proyecto muy ambicioso y he conseguido interesar a James en todo ello. Por eso vamos a Nueva York, allí está el epicentro de todo, será nuestro campamento base. Él va a aportarme la financiación que necesito, yo me rodearé de buenos profesionales, los mejores y triunfaré. Ya lo verás, será maravilloso, esto es justo lo que siempre he querido. —Me contestó ilusionadísima.
—¿Y si no sale bien? —Me parecía que de nuevo Cali estaba siendo impulsiva, James parecía tener ese efecto en ella.
—Si no sale bien, me lameré mis heridas y buscaré nuevos proyectos e intereses. Ali, prefiero equivocarme a no intentarlo por miedo. Ante mi tengo una gran aventura empresarial y a un hombre al que no puedo, ni quiero resistir. Si al final fracaso, habré obtenido una experiencia vital increíble que habrá merecido la pena. Mira, James ha venido a buscarme, me ha convencido con todo lo que me ha dicho, quizás para él yo también soy un reto y una gran aventura, alguien que le aporta lo que nadie más le da, quizás yo sea lo que necesitaba para cambiar, para volverse más humano y vivir con los pies en la tierra. Quizás ambos nos estemos equivocando, o quizás no, pero si no nos arriesgamos nunca lo sabremos. Me voy. Está decidido Ali, necesito a James en mi vida si todo sale bien seré la mujer más feliz del mundo, si no, vendré a que me consueles un tiempo. —dijo sonriendo y entrando en el baño para recoger sus potingues y cremas.
Con sus palabras, Cali me había hecho reflexionar. Su manera de encarar los problemas y oportunidades era diametralmente opuesta a la mía. Me di cuenta de que yo siempre había tenido miedo de arriesgarme, ni siquiera había tenido que luchar por nada de lo que había conseguido, el éxito en mi trabajo me llegó solo, sin esforzarme y me había quedado ahí en mi zona de confort, sin plantearme si podía conseguir algo mejor.
Ahora me había enamorado de Andrés y ni siquiera había intentado luchar por él, había preferido quedarme en casa llorando antes que exponerme a un nuevo rechazo. Dejé que Cali fuera a hablar con él esperando en un segundo plano a que mágicamente todo se arreglara sin tener que hacer yo nada. Me di cuenta lo cobarde que había sido, me había acostumbrado a que Cali llevara la iniciativa y yo simplemente siempre me había mantenido en un segundo plano, quizás era tiempo de dar un paso al frente y encarar mis problemas.
Quizás debía seguir el ejemplo de Cali, y tratar de recuperar a Andrés, y si no lo conseguía, debía ser capaz de seguir con mi vida. De salir del bucle de autocompasión en el que estaba estancada.
Si no salía bien, debía encontrar nuevos proyectos que me pusieran a prueba, me ilusionaran y me dieran nuevos objetivos.
De repente me sentí renovada, con nuevas energías, con un estado de ánimo positivo, luchador. Decidí que debía aprovechar este momento antes de acobardarme de nuevo.
Fui al baño a abrazar a mi hermana y darle las gracias por su ejemplo. Quería salir con Dini al parque para reflexionar acerca de esta nueva manera de encarar la vida y planear lo que iba a decirle a Andrés y cómo y dónde decírselo.
Salí con Dini que había estado esperando pacientemente en la terraza, echado al solecito, a que yo acabara mi charla con Cali.
Nos dirigimos al parque cercano, iba dispuesta a buscar la manera de tener una conversación con Andrés, sin excusas ni dilaciones, quería pedirle perdón asumir mi parte de responsabilidad y de alguna manera pedirle una segunda oportunidad.
Esto seguramente iba a ser lo más difícil para mí, confesarle mis sentimientos. Yo siempre había sido tímida, nunca había dado el primer paso en mis relaciones anteriores, que dicho sea de paso habían sido muy pocas y bastante desafortunadas. Iba a tener que pensar muy bien lo que le iba a decir. Quizás esto era madurar, reflexionar sobre los problemas, buscar soluciones, y enfrentarlos.
También debía prepararme para su posible rechazo, y en ese caso, me dije a mí misma, no podía paralizarme en el dolor obsesivamente como había estado haciendo hasta ahora, podía darme un tiempo, pero debía ser capaz de superarlo y continuar con mi vida.
Tal vez, todo esto había ocurrido para ayudarme a crecer como persona, y quizás me había abierto los ojos, para comprender que, si Andrés solo estaba destinado a estar un breve tiempo en mi vida, en el futuro, podría haber otras personas de las que pudiera enamorarme, serían distintas, pero también podrían aportar felicidad a mi vida.