Alianzas Híbridas

Capítulo 8 “Hacer clic” (Parte 1)

Daniela

—Una de las ventajas de tener un hermano es que estamos obligados a compartirlo todo —le comunico a Cloe por teléfono—. Puedes hablar con Dylan. No creo que le importe.

—No lo sé —titubea—. Seguro tiene cosas importantes que hacer, y no quiero...

—A Dylan no le molestará que le interrumpas mientras se masturba —recorro el restaurante con la mirada hasta encontrar al camarero—. Oye, amigo, ¿podrías traerme otra pizza de pepperoni con una limonada? —le pido cuando se acerca a la mesa.

—Enseguida, señorita —retira los platos de la mesa antes de seguir en lo suyo.

—Digo, no tiene mucho que hacer. Yo lo he interrumpido otras veces y no se ha enojado —continúo intentando convencer a Cloe de que haga el trabajo práctico de historia con Dylan mientras espero, impaciente, mi nuevo pedido.

—No, no —Neisha niega con la cabeza y habla entre dientes—. Dile que no vaya a tu casa. Se complicará la vida si va.

—¿Qué pasaría por hacer un tonto trabajo escolar? —tapo el auricular del celular con una mano para evitar que Cloe nos escuche—. No seas exagerada.

—Pasar tiempo con Dylan le hará ilusión —limpia sus labios con una servilleta—. No juegues con su corazón.

—¿De qué hablas, mujer?

—No quiero incomodarlo. Mejor hacemos el trabajo juntas, cuando tengas chance —escucho a mi compañera de clase y, a la par, intercambio murmuros con mi prima—. Daniela, ¿sigues ahí?

—Sí, sí. Dame un momento —respondo—. Silencio vocis, ad auris non perveniant —pronuncio un hechizo para asegurarme de que no escuche nuestras voces, ya que los licántropos tienen un sentido del oído muy desarrollado—. No te entiendo nada, ¿ok? Deja que termine de hablar —le digo a Neisha.

—Cuando te pones idiota, no hay quien te supere —dice ella.

El camarero llega con mi comida y bebida. Neisha le agradece su amabilidad y se concentra en beber su batido de frambuesas en lugar de hablar incoherencias.

—Bueno, ¿irás a mi casa o no? Dylan no se come a nadie.

—Vale. Iré —se da por vencida. Salí con Neisha a hacer nuestras tareas de beneficencia de la semana. Aún nos faltan tres orfanatos por visitar, así que no podré ayudar a Cloe con los deberes de historia—. Ya te contaré mañana qué tal me fue.

—Si Dy se porta mal, le muerdes una oreja o un brazo de mi parte —oigo su risilla.

—Está bien. Que termines pronto tus deberes.

—Gracias. Igual para ti. Tenle paciencia a mi hermano —termino la llamada.

—No me gusta lo que has hecho. Esa niña lo va a pasar mal.

—¿A qué rayos te refieres? Hiciste más muecas que los actores de esos programas de mímica que ve la abuela Natalia.

—Cloe se derrite por Dylan. Es muy evidente.

—No lo había notado.

—No hay peor ciego que el que no quiere ver.

—Aplica eso a tu realidad, querida —de inmediato me aniquila con su mirada felina—. A la legua se ve que Carlex no está interesado en ti. No entiendo por qué insistes en forzar las cosas.

En el kinder solían pasar bastante tiempo juntos; incluso, a veces Dy y yo nos uníamos al juego, pero Carlex nunca demostró tener algún vínculo fuerte con Neisha. Él la veía como una amiga.

—Él no lo sabe, pero soy el amor de su vida.

—Claro que lo eres —sonrío sin gracia—. En un mundo alterno a este.

—Dios, no comprendo por qué lo desprecias tanto.

—Nishi, nadie está en contra de Carlex —divido un trozo de mi pizza y me lo llevo a la boca.

Aquí el problema es su madre y la influencia que tiene sobre él. La obsesión que siente Katherine por papá es tan peligrosa como la que siente mi prima por ese híbrido.

Él no parece un mal tipo. No me cae ni bien ni mal. Es mejor amigo de Erik —dime con quién andas y te diré quién eres—, de un asesino. No lo juzgo. Hizo lo necesario para sobrevivir; salvó a su madre arruinando su vida. Pero si hay algo que me han enseñado mis padres desde muy chiquita, es que alguien con una infancia marchita no está psicológicamente bien.

Mis padres discuten, pero tengo una familia estable, sana y que se preocupa por mí.

—De hecho, pertenecen a especies completamente distintas.

—Los polos opuestos se atraen —insiste y esta vez como un trozo exagerado de pizza para evitar que mi lengua víbora haga de las suyas—. Oh, mira esto —toma su celular que no paraba de vibrar sobre la mesa—. El chismógrafo de la escuela tiene novedades.

—Déjame ver —mi voz se escucha extraña a causa de la pizza que no he terminado de masticar, así que Neisha se retuerce de la risa—. Acércame el teléfono —me inclino hacia la derecha para que la distancia que nos separa no sea tan grande. Ella no quiere contribuir.

—Vale, vale. Leeré lo que dice, pero no hables con la boca llena —digo que sí con la cabeza como una niña obediente—. Qué guapo quedó Carli —elogia al "amor de su vida" antes de dar inicio a lo interesante—. Noticia de último minuto: el alpha Sebastián y la Luna Katherine anuncian de forma oficial que se divorciarán.

»Carlex podrá elegir entre tomar el puesto de su padre o crear su propio clan de vampiros. Y ya saben lo que eso significa, chicas: el papacito de la escuela se nos casa. ¿Quién será la elegida?

***

Hace mucho tiempo, la abuela Natalia nos contó a Dy y a mí cómo conoció al abuelo Elijah —al menos su versión—. Quedó tan atontada por él que se creó falsas esperanzas, sabiendo que el abuelo se casaría y formaría una familia.

Por eso sé que hay que aceptar la realidad tal cual es. Decirle a Neisha que deje de intentar impresionar a Carlex es insoportable. Dejaré que se golpee la cabeza.

—Esta casa de muñecas es para ti —le dice mi prima a Aimee, quitando la venda de sus ojos para que descubra su sorpresa.

—¡Aaah, qué linda! Es como la casa de Barbie —la pequeña huérfana abre las puertas y ventanas de su nuevo juguete para compararlo con el que ve en las películas animadas.

Cada mes, mi familia organiza una visita a los orfanatos del imperio para verificar que los peques estén felices, que sean tratados como los angelitos que son. Les regalamos juguetes nuevos, ropa y calzado para garantizar que tengan lo imprescindible para vivir. Todo gracias a una idea de mamá.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.