Alice Black 1: La híbrida de los vampiros

Capitulo 3: Adiós Eterno

Narra Alicia Rubí:

Desérticos ante sombrías ideas dolorosas, entrelazamos nuestros dedos a borde de una locura que nos conduciría a la muerte. Quizás no a la misma cronología, quizás este era verdaderamente nuestro final, un desenlace ante un amor triste que, aunque sea en el mundo de los muertos, perdurará por los siglos de los siglos.

— ¿Porque ocultaste tu embarazo? — demanda los impecables ojazos verdosos promotores de mi profunda dolencia. Puesto que apresurada osadía me había convencido de mi egoísmo.

—No encontraba el momento justo — cabizbaja mostré mi insolencia, desde el principio debía informarle de los síntomas anormales que presentaba mi cuerpo.

— ¿Ahora qué harás sin mí? — eleva mi barbilla con su pulgar — No quiero que les pase nada a ninguna. — sus ojos se enrojecieron al verme gimotear.

— Por favor recapacita. Quédate conmigo, no podré sola.

— Serás buena madre. — el sombrío de sus palabras fueron un puñal, una infame estaca de madera que te anulaba instantáneamente.

—No sé si quiero tenerla. — con rígida mandíbula, estruja mis muñecas decepcionado e esquiva mis besos sin dudas alguna.

— Voy a simular que no citaste análoga idiotez. Vas a tener a la niña y velarás por ella con tu vida de ser necesario. Correrá por trances inimaginables siendo una sucesora a mi trono. Prométanme que no abortarás ni la darás en adopción, y de cometer la segunda en cuestión, darla a mi unigénito.

—¡Pero … será un monstruo! Además, sucumbirás por ella.

— No es su culpa amada mía y rogadle a la diosa de tu procedencia que te perdone por tan inhumana acción. No es de una madre, jugar con la vida de sus hijos.

— ¿Jugar? ¡Es un estorbo Axel! ¿¡Ahora soy la villana!?— altanera y vil resonaba ante quien una vez halagó mi sensatez, pero me era insostenible visualizar la situación con serenidad.

— ¡Mírame Alicia! — aferra mi rostro — Nunca un niño será un estorbo. Siempre recuérdalo. Es símbolo de nuestro efecto — lágrimas vuelven a ahogar el vacío mismo que nacía en mi pecho.

—Tengo miedo, no puedo vivir sin ti —me abraza desprevenidamente envolviéndome en sus cadenas.

— Siempre estaré cuidándote.

— Pero yo quiero que te quedes.

— Bueno, fue suficiente — soldados nos rodearon ante el paso del individuo más desagradable que existiese en este mundo, Dustin Kirchner.

— Estoy dispuesta a ejercer cualquier cosa que desee, pero sálvalo.

—Yo nunca dije que lo mataría a él, Alicia Rubí. — aterrados nos observamos ante una respuesta inconsciente. — quien morirá será tu.

— ¡Maldito infeliz! ¡Me dijiste que si hacia el trueque no le harías daño!

— Lo lamento Axel, nunca especificaste. Solo pronunciaste: “La primera opción".

— ¡No, maldito!

En actitud prepotente los guardias me aprisionan e me arrastran hacia un objeto circular que semejaba ser una mesa de piedra y como animal de circo en espera de un espectáculo, me recostaron sobre la misma en espera de mi muerte. Mientras Axel era alejado y empalizado, dejando atrás aullidos sobresalientes por todo el palacio.

— Aquí te quedarás hasta el alumbramiento, hija.

Siete meses después:

En furor friolento, berreo ante el paso del ensanchamiento de mi útero ante las contracciones que me retorcían de apoco, triturándose cada minúsculo hueso, entrañas y piel que me componían. Grito y maldigo, ante un dolor horripilante que me encarcelaba los pulmones y la nasofaringe sin pudor.

—¡Sáquenmela! — las matronas despliegan mis rodillas trozando mi carne desnutrida. Cubren el suelo de toallas ensangrentadas, en lo que Dustin y Roxana introducían al dueño de mi profana alma. Humillándome como una ramera de barrio ante él.

—¡Axel! — aferro mi vida a lo poco que quedase, la niña me drenaba al extremo de desgarrarme.

—¡Álica tu puedes hacerlo! — empujado sobre la arena de duelo, de cuclillas imploraba que todo saliese bien. Sin embargo, lagunas mentales emergían para intensificar aún más este devastador parto que dentro de escasos segundos me matarían.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.