Alice y el Collar de Suller (saga #1)

Capítulo IV: El Portal

Hoy era el gran día, toda la sociedad había esperado la fiesta de la temporada.

— ¡Auch!

—Discúlpeme, señorita Alice— Madame Aline, era la modista y le daba los últimos retoques a mi vestido.

—No se preocupe— musite.

Cuando por fin término, baje a la sala principal. Mi tía Dorothy estaba sentada con la vista hacia un punto fijo, lágrimas caían de su rostro. Me quede observándola sin que ella se percatara de mi presencia. Pero lo hizo.

— ¡Oh querida!— se levantó y se acercó—Te ves... te ves hermosa.

—Tú igual— le sonreí— ¿Estas bien?— ella asintió. Durante el camino hacia palacio, ninguna dijo nada, cada una se dedicaba a mirar la vista por la ventanilla del carruaje. Quise preguntarle por la razón de sus lágrimas, pero lo deje para otra ocasión. Al llegar a nuestro destino, unos enormes portones dorados se abrieron, y al entrar, me quede sin aliento. El jardín era hermoso, rosas y laberintos de flores. Los arbustos estaban moldeados de distintas formas, y el palacio era hermoso.

—Fascinante, ¿no?— dijo mi tía y yo asentí sin quitar mí vista del lugar. Nos bajamos del carruaje, al entrar al jardín donde se daría la fiesta, nos presentaron. Tía Dorothy me presento a la reina (ella es una vieja amiga, algo raro en mi parecer), una mujer de unos cuarenta o quizás más, llevaba un vestido enorme y lujoso. Digno de una reina sin dudas. Me dispuse a recorrer el lugar, había mucha gente, todos nobles al parecer, mucha comida, música y charla.

— ¡Alice, querida!— la voz de Darling me resonó en los oídos. Fingí no haberla escuchado y seguí caminado y viendo todo a mi alrededor. Pero fue en vano— ¡Alice! ¿No me oíste?— hablo agitada, corrió para alcanzarme.

—Perdón— admití—. Estaba ocupada viendo esto— moví mis manos, refiriéndome al lugar.

—Es realmente hermoso, ¿no lo crees?— dijo mirando todo el lugar, ella tenía puesto un vestido rojo con encajes dorados, le quedaba bien; combinaba con su cabello y piel,

—Lo es, en verdad— asentí. Hablamos unos minutos, me comento que buscaba a Simón, que si no lo había visto, negué porque en verdad no lo había visto, después ella dijo que buscaría a Jaqueline e Isabela—. Las alcanzo después.

—Seguro— se alejó con delicadeza. Yo seguí recorriendo el lugar. Me metí por un laberinto de flores, era hermoso.

Seguí el camino, tarde unos minutos en salir, llegue al otro lado del jardín. La fiesta estaba detrás del laberinto, mire hacia adelante y vi el bosque. Camine observando las flores exóticas que tenía la reina, fascinante en verdad. Cuando estaba por retomar el camino del laberinto, escuche muy cerca de mis oídos: ALICE. Mire y no había nadie, esta cosa me daba escalofríos, desde que tenía este collar, escuchaba esta voz, ¿Quién era? ¿Qué quería? La ignore y seguí caminado. NO TE VAYAS. Me di vueltas rápidamente. VEN, VAMOS.

— ¿Dónde? ¿Quién eres y dónde estás?— sentí una brisa. EN EL BOSQUE, VEN. Me quede en shock, mire el bosque y sentí mi corazón latir con rapidez. AYUDAME ALICE, VEN. Como por un impulso, me eche andar hacia el bosque. Camine y camine, me aleje demasiado del palacio, me quede quieta a ver si la voz me decía algo. Nada. ¿Qué hago? Estoy loca, di la vuelta y ahí fue cuando me llamo otra vez. ¡NO TE VAYAS! .Sonaba triste y preocupada, no podía darme cuenta si era una mujer o hombre.

— ¿Dónde estás?— mire a mí alrededor—Por favor, muéstrate.

VEN, SIGUEME, VEN. Una fuerza me llevo a internarme más en el bosque, llegue a un prado, donde era más oscuro. Todo tenía un tono más azulado. De pronto, vi un ratón algo extraño, ¿Un ratón en medio del bosque? Lo seguí, al carajo. Me llevo más adentro. Llegue a un lugar con escaleras. ¿Escaleras en medio del bosque? Empecé a subirlas, y el collar comenzó a brillar tan fuerte que me hirió los ojos. Ante mí apareció una puerta... la observe. Brillaba. ALICE, VEN CONMIGO. CRUZA ALICE.

— ¿Cruzar? — me quede hipnotizada ante la puerta y como si nada, la atravesé. Abrí los ojos, no paraba de caer por un agujero lleno de luces. Estaba a punto de estrellarme y el tiempo, como por arte de magia se detuvo. Empecé a caer más lento y mire mi alrededor, solo había destellos y... ¿brillos? .De repente el tiempo comenzó a moverse más rápido, iba cayendo a un agujero negro. Voy a morir. Voy a morir. ¡Voy a morir! .Y no sé cómo había llegado, ni donde estaba. Pero atravesé de nuevo la misma puerta, y despareció.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.