Después de caminar un rato, Alicia y el policía, llegaron hasta donde estaban los padres de la niña.
- ¿Donde estabas? Nos estábamos empezando a preocupar -exclamó la madre de Alicia.
En ese instante Alicia comprendió que los habitantes de Progrelandia eran niños eternos, Papá Estado decidía por ellos, de la misma forma en que sus padres lo hacían con ella.
- ¡ESO ERA LO QUE QUERÍA LA CUADRILLA A LA QUE PERTENECÍAN MIS PADRES! -pensó Alicia- ¿Eran tan malos?