El lunes por la mañana decidí no ir al instituto, no tengo la energía, mi hermano pequeño lloró toda la noche. Mi madre no ha dado señales de vida, ella seguramente está dormida en la casa de algún tipo
Me levanté de la cama y me dirigí a la cuna ser Franco, lo traje a mi cuarto ¿De qué sirve que esté en el de mi mamá si ella nunca está?
Él seguía profundamente dormido. Aprovecho que está dormido para ir a bañarme. Estaba a punto de entrar al baño, cuando escuche el teléfono de la cocina.
La abuela, solo ella llama al teléfono fijo. Corrí escaleras abajo, luego me dirigí a la cocina y atendí.
- Hola - dije
- Hola cariño ¿cómo estás? ¿No fuiste a estudiar? -Preguntó la abuela.
[****]
Golpes y sonidos del timbre me despertaron, totalmente exaltado me levanté rápidamente del sofá
Abrí la puerta y mamá entró cual torbellino
- ¿Qué te pasa? -pregunté con voz ronca. Demonios, estaba durmiendo tan bien.
- ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no están en la casa? -preguntó eufórica mientras entraba a la casa, cerré la puerta y la seguí hasta las escaleras.
- ¿Acaso solo tú puedes venir aquí? ¡TODOS SABEMOS QUE VIENES AQUÍ CUANDO ESTAS BORRACHA -grité mientras subía las escaleras tras ella
- Mayra cálmate, tu hijo está durmiendo -dijo la abuela refiriéndose a mamá
- ¿Crees que no los puedo cuidar yo misma? - preguntó mamá en tono de reto, ella sabe que la abuela nunca le diría eso, pero en el rostro de la abuela pude ver que ya está, cruzó cada limite, cada barrera, cada todo, la abuela se cansó.
- ¡¿SABES QUÉ?! -grito la abuela y mamá retrocedió sorprendida - creo que no, no eres capaz, hasta que no te recuperes de tu inestabilidad emocional y de tu problema con el alcohol, eres incapaz, tus hijos la pasan mal Alex duerme una hora al día, hace todo tu trabajo y el suyo, reacciona Mayra, ¡YA REACCIONA, NO ERES UNA NIÑA CON MUÑECOS! - le gritó en la cara y mamá retrocedió más, pero no, ella no le dará la razón a nadie más. Se adentró a la habitación que solía ser suya y tomó a Franco.
- Mamá no hagas eso - intenté quitárselo, pero no pude.
- Mayra ven aquí - dijo la abuela mientras la seguía
- Alex vamos, tú tienes casa, no tienes que estar aquí - dijo mientras intentaba tomar mi mano ¿Acaso cree que tengo 7 años?.
Decidí tomar una decisión que de seguro no es la correcta, de seguro me arrepentiré a la noche y de seguro me hará enojar más, pero es solo para calmar esta situación
- Está bien, pero dame a Franco, él se va conmigo, en mi auto - dije. Por suerte ella hizo caso, me dio al bebé y luego salió de la casa
- no se vallan, quédate - dijo la abuela tomando mi mano.
- estaremos bien - dije besando su frente y luego salí de la casa.
[***]
Abro los ojos, escucho el llanto de un bebé… Franco
Me levanté de la cama, para luego dirigirme a la habitación de mamá, se supone que ella está ahí. Abrí la puerta sin permiso alguno y encontré justo lo que esperaba. Al pequeño Franco, solo en la cama, mamá no está… de nuevo
¿Para qué nos hizo volver de la casa de la abuela?
- tranquilo campeón - tomé al bebé y luego bajé a la cocina con él en brazos, seguro se está muriendo de hambre, porque ni siquiera eso puede hacer mamá.
tomé el teléfono de la cocina, ya que dejé el celular en mi habitación y llamé a mamá
- HOLA - respondió animada y pasada de ebria, tiene el premio de la mamá del año.
- ¿Dónde estás? - pregunté mientras intentaba calmar a Franco.
- Oye, soy tu madre, no me hables así - arrastró las palabras
- pues no lo parece, te quiero en casa en diez minutos o cambiaré la cerradura y tiraré todas tus cosas a la calle - yo jamás la he amenazado antes, pero estoy en un punto limite.
- oye jovencito -la interrumpí
- Estás advertida -corté la llamada y me encargué de mi pequeño e inocente hermano
- mamá es una mujer complicada ¿Verdad? - sonreí mirando al niño, el solo agitaba sus manitos
no puedo creer que mamá lo deje solo todas las noches, esa mujer no entiende que las fiestas son los fines de semana, no un lunes. No pretendo que se quede encerrada, pero demonios, tiene bebé, al menos que lo cuide, no puedo ser su niñero 24/7
Luego de alimentar a Franco, lo cargué hasta que se durmió sobre mi hombro
- ¡BUENOS DÍAS CHICAGO! - oí a mi mamá, ella ni siquiera sabe dónde está
Salí de la cocina para ver a mi mamá con un hombre detrás de ella.
Oh no, no lo voy a permitir
Dejé a Franco en el sofá y me acerqué a ellos
- ¿Qué te pasa? ¿Acaso estás mal de la cabeza? Solo a ti se te ocurre traer un hombre a casa - dije tomándola del brazo
- relájate bebé, solo me quiero divertir - ella sonrió saliendo de mi agarre. Además, se comporta como una adolescente
- tienes un bebé de seis meses, tienes mucho con que divertirte - respondí empujándola hacia el sofá
el tipo seguía mirando la situación, él está igual de alcoholizado que mi madre
- ¿Y tú por qué sigues aquí? ¡VETE! - grité. Para mi suerte él me hizo caso y cerró la puerta detrás de él
- ¿Ves cómo eres? Acabas con la diversión - se dejó caer sobre el sofá despertando a Franco
maldición, en estos momentos desearía ser papá, para huir como él lo hizo y estar libre de todo
- ¿Ves lo que haces tú? - pregunté tomando a Franco en brazos de nuevo, mientras le daba pequeños golpecitos en la espalda - No puedo seguir así mamá, en serio que ya no lo soporto, no soy un niñero, no soy su papá, soy su hermano, lo cuidaré cuando pueda, pero ¿Qué pasara cuando tenga clases? ¿O entrenamiento? No estoy de vacaciones, mamá, tienes que tomarte esto en serio, porque yo no tengo paciencia contigo