Después de dejar a Franco con la abuela, me dirigí al instituto. Dormí 3 horas en toda la noche, apenas estoy de pie. No puedo ni siquiera mantener mi cabeza mirando al frente.
- ¿Noche larga? - Una bonita mano femenina, con uñas color negro, dejó un café enfrente de mí. Levante mi cansada mirada para ver a Ali. ¿Por qué ella me traería un café? Se perfecto que el beso que nos dimos la otra vez no significó nada para ella, aunque aún debo conquistarla. Seguro que quedó con ganas de más.
- Gracias. - Dije tomando el café para luego darle unos sorbos. Ella se estaba por dirigir a su lugar, pero tomé su mano. No me tengo que olvidar que me tengo que acostar con ella en las próximas semanas.
- ¿Qué? – Preguntó.
- Te puedes sentar conmigo hoy, si quieres. - Sonreí
- Está bien.
Ella se sentó a mi lado, sus muslos se juntaron, tiene muslos bastante carnosos, me dan ganas de volver a apretarlos como el viernes pasado.
Ella abrió su mochila y sacó sus materiales. Ella se puso a revisar si tenía hecha la tarea, luego me preguntó si la tenía y si la quería. Acepté que me la pase ya que no he hecho nada.
Su celular empezó a sonar y la pantalla se iluminó dejando ver una foto de ella con su mamá. La señora Patricia, solía adorar los pasteles que hacía para los festivales de la escuela.
- Hola, ma. - Respondió la llamada.
- No, no quiero...te dije que no... maldición ma, te dije que no quiero ir y listo, adiós, nos vemos. - Cortó la llamada y tiró el celular a la mesa, luego pasó sus manos por su cabello con frustración.
¿Qué rayos es lo que no quiere? Y además ¿Qué podría ponerla de tal malhumor? Que tonta, solo ella trata así a su mamá, es un amor esa mujer, desearía que mi mamá fuera como ella.
- Buenos días escorias. – La profesora de literatura Dara entró a la sala, es mi profesora favorita.
- Okey demonios, los voy a poner a leer, verán, la siguiente prueba es en dos semanas y será de este libro. - Sacó uno de su bolso. - "El odio que das" Angie Thomas.
- Amo ese libro. - Alison sonrió. El efecto de los Brackets fue notable, sus blancos y brillantes dientes mostraron su mejor sonrisa.
- Y el que vea la película sin leer el libro, sencillamente reprueba. - Sonrió Dara.
- ¿Como sabes si vimos o no la película? - Preguntó Mayrim, que es la chica que se sienta detrás de nosotros, también es buena amiga de Ali. Solía ser novia de José, él sí estaba enamorado de ella, pero ella lo dejo, no sé qué pasó ahí.
- Preguntaré cosas claves que sólo están en el libro - respondió nuestra profesora hippie.
- Debes leerlo, es muy bueno. - Ali me sugirió animada. Demonios sí que le debe gustar, acabo de encontrar la excusa perfecta.
- ¿Qué te parece si tú me lo lees? - Le sonreí tomando un poco de café.
- Okey, te espero en casa mañana. - Sonrió. Algo me dice que no solo vamos a leer ahí, pero de todas formas acepté.
- ¿Quieres hacer algo hoy? Después de clases - preguntó Ali
- Claro que sí
[***]
Para después de clase Ali y yo nos encontrábamos en un pequeño parque cerca del instituto. Ali parecía estar entretenida en los juegos. En una tonta, de verdad tonta. Se comporta como una niña molesta, que quiere que la empuje en los columpios, que se ríe descaradamente. Tiene una risa molesta.
- Te molesta mi risa ¿Verdad? - Sonrió mirando sobre su hombro, ahora también es evidente.
- ¿Cómo crees? -Sonreí.
- La estoy fingiendo, mi risa no es así - siguió empujándose con sus piernas. Perra astuta. Parece que tiene más juego del que yo creí, pensé que era una principiante, parece que no ¿si quiera es virgen?
- Entonces ¿Por qué eres virgen? Se de muchos chicos que quieren meterse entre tus piernas - dije mientras la volvía a empujar. Debo ir directo al grano, no quiero perder mucho tiempo con ella.
- No he encontrado a alguien que me atraiga lo suficiente como para llegar a eso - respondió frenando el movimiento del columpio, me senté en el de al lado para poder comenzar una charla.
- ¿Y qué es lo qué te atrae de un chico? – Pregunté.
- Creo que se trata de coincidir, mental y físicamente...
- ¿Y qué te gusta hacer con un chico? - Pregunté. Ella debe pensar que le estoy haciendo un cuestionario y así es. Necesito saber que le atrae para conquistarla.
- No lo sé, no he salido con muchos - Respondió parándose frente a mí. Puse mi mano en su cadera y la acerqué hacia mí. Okey empecemos.
- ¿Te puedo besar cómo el otro día? - Pregunté con una sonrisa.
- ¿A qué crees que vinimos? -Me dio un corto beso y eso empezó todo.
Me levanté del columpio para llevar el control del beso, coloqué una de mis manos en su cuello para poder acercarla aún más, luego mi otra mano en su cintura, mientras que sus manos se encontraban en mi cintura. Soy un poco alto para ella.
Me sorprende que se haya rendido tan fácil ante mí, hace unos meses intenté y ella me ignoró completamente, parecía tan difícil y mírala ahora, sumisa bajo mi supervisión.
Debo admitir que ella es muy buena besadora y físicamente atractiva. Me gusta que no sea tan delgada, su cadera es bastante ancha, su trasero es de un tamaño perfecto y su cintura se amolda perfectamente en mis manos.
No puedo decir nada de sus pechos, ya que siempre usa ropa holgada en la parte de arriba
La vi con los ojos cerrados disfrutando el beso. En mi cabeza me reía salvajemente.
Tonta, ya te tengo a mis pies...