Ally y Sally

I. Encuentro accidental

Salgo de la cocina para poder ir a clases y me percato que es un poco tarde. Rectifico mirando el reloj de péndulo que está en la cocina. Corro a mi habitación a buscar mi mochila. Al tomar mis cosas tiro fuertemente la puerta sin querer.

«Un poquito tarde» Pienso. Solo faltan 5 minutos para que cierren la entrada.

Tomo mi patineta y salgo rápido a la calle, el instituto no está muy lejos. Es algo curioso como quienes vivimos más cerca de nuestros institutos, escuelas o lo que sea, somos quienes llegamos siempre tarde. Yo no era la excepción.

Después de recibir algunos gritos y pitidos por carros que se atravesaron en mi camino, una moto. Sentía como a mi cuerpo ya le faltaba oxígeno, pero si no llegaba a tiempo tendría que quedarme esperando en la entrada hasta que se acabe la primera clase o peor aún, quedarme en casa dos horas más con mi padre.

Cuando por fin llego veo que a la entrada del instituto está Lina, mi mejor amiga.

—Hola Ally, llegando tarde otra vez.

—Si —Respondo mientras llevo patineta a mi espalda detrás de mi mochila. —Me quede leyendo un libro hasta tarde y la alarma no sonó.

—Sí, si cosas que siempre te pasan— Dice levantando una ceja.

—Cállate, yo llego tarde por leer, pero tus llegas tarde seguro por tu flojera de despertarte temprano.

—Primero. Estaba dejando que mi organismo descansara lo suficiente y Segundo yo no quería venir. Me aburrí de estar en mi casa y me vine a aburrir al instituto.

Lo raro seria que eso no le pasara a Lina en las mañanas, en las tardes o en cualquier hora que se pueda dormir y tomar cualquier lugar para aburrirse.

Estaban a punto de cerrar la entrada del instituto, así que Lina y yo corrimos antes de que la cerraran. Atrás de nosotros venían más personas que se iban a quedar a fuera de sus clases.

—¡Un momento! —Grité lo más fuerte que pude al guardia de la entrada.

Quería que ellos no se quedaran a fuera y mi cuerpo no daba para correr más.

Cuando noto que el guardia mueve la puerta para cerrarla pongo mi pie en la parte inferior impidiendo que le cierre la entrada a los chicos que viene tarde. Le digo que los espere un poco. Él espera impacientemente que los chicos lleguen para cerrar la entrada.

—Gracias. —dice una de las chicas que venía corriendo. La única persona que fue amable incluso con el guardia al darle los buenos días.

—No hay de qué.—Me alejo de la chica y me dirijo hacia los vestidores donde usualmente dejo mi patineta. —Me tengo que ir a clase de educación física.—Le digo a Lina y nos separamos en medio del pasillo—Llegaré tarde si no me doy prisa.

—Yo también tengo esa clase, tonta. Creo que es mejor que no nos apuremos, no quiero llegar a hacer ejercicios.

Cruzamos en una esquina cerca del salón y vemos a la profesora a fuera e intentamos entrar sin que nos vea.

Si llego otra vez tarde o tengo una falla más, lo más seguro es que me tendré que hacer muchos más ejercicios y abdominales, como recuperación de la materia. Yo con una vuelta al campo ya estoy cansada.

—Señorita Davis. —Escucho a la profesora Marta antes de poder entrar a la clase sin que me viera.

—Ese es mi nombre, profesora. —Digo y me detengo ya adentro del salón.

—¿Se puede saber a donde iba? —Entra con su café detrás de mí.

Usualmente, no soy muy buena diciendo mentiras, pero cuando improviso una siempre me salgo con la mía. Eso si no me pongo nerviosa o roja primero.

—Él... el profesor de Ciencias paso a darme una información sobre un proyecto futuro.

—Está en mi clase, señorita Davis, cuando sea el momento puedo buscar a su profesor.

—Si profesora, lo buscaré más tarde, no la interrumpiré más.

Nos sentamos en la parte de atrás del salón porque somos los últimos en entrar y todos demás asientos están ocupados.

—Cámbiense, vamos a ir al campo. —Vocifera la profesora mientras pasa cuerdas de saltar a algunos asientos.

Me cambio rápido para no llegar tarde al campo. Solo me quito mi sudadera, el short ya lo traía puesto desde la casa. Muy detrás de mí viene Lina a pasos muy lentos.

—¿Por qué lo haces? —Me detengo a esperar que llegue

—¿Hacer qué? —Lina no escucho lo que dije por estar distraída.

—Dije que caminas muy lento, pero eres más alta que yo. —Lina mide como 1.77. Se supone que con sus piernas largas debería caminar el doble de rápido que yo.

—Porque me gusta caminar lento y disfrutar de la vista. —Frena el paso y camina el doble de lento.

—Aun así, camina rápido o la profesora nos mandara a recoger las cosas cuando se termine la clase.

Llegamos al centro del campo y en eso escuchamos que la profesora dice que hagamos en parejas, así que le digo a Lina si se quiere hacer conmigo para trabajar en clase.

—Un momento. —La profesora me detiene con él indicie antes de acercarme a mi Lina— Señorita Ally usted no trabajará con Lina esta vez.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque tiene ir a revisar su proyecto con el profesor de ciencias y no quiero que tenga mala nota, con su mala nota de mi clase ya es suficiente. Tal vez la haya propuesto para trabajar en más proyectos con el profesor.

Me quedo en silencio sin saber qué hacer o decir

—No me mire así, Llego tarde y usted sabe que no me gustan las mentiras. Alégrese de que no pedí una nota de detención con el director.

Dejo el campo. No puedo hacer nada. Yo pensaba que era buena mentirosa, pero cada vez confirmo que realmente no lo soy.



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En el texto hay: chicaxchica, romance, lesbian

Editado: 08.04.2023

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