Ally y Sally

III. Tragos gratis

Al salir del baño voy hacia donde usualmente se encuentra Lina. Bajo las gradas.

—¿Dónde estabas? — Lina se encuentra debajo de los asientos de las gradas. Es uno de los lugares en los que más paso mi tiempo y ella también. —Te fuiste de la clase y luego no te volví a ver. —¿Volviste a hacerlo? —Pregunta y se recuesta a la pared con cara de preocupación.

—No, no estaba peleando con nadie. Estaba en clases.

—¿Por qué entraste a clase? Hoy si te despertaste enferma. —Me toca la frente para tomar mi temperatura. —Estás bien, no estás caliente ni nada, pero está raro eso de que hayas ido a una clase temprano, más una en la cual el profesor te cae muy mal.

—Te sorprendería que muchas veces puedo ser una estudiante destacada y no solo faltar a clases.

—Créeme que lo sé. —Me ofrece un poco de unas papas que está comiendo. —Eres una excelente estudiante y yo una grandiosa patinadora. —Sin querer, escupe unas papas al reírse.

—Sigo aquí. —Abro los ojos y le lanzo mi mochila al estómago—Podrías ser más gentil y pensar que tu amiga está cambiando.

—No. Eso te costará dinero y no puedes pagar lo que valgo. Además, prefiero a la Ally que falta a clase, pelea con los chicos que molestan a los demás y que no hace más que patinar cada que puede. Si de ahora en adelante serás una nerd me gustaría verte con gafas.—Sonríe y me hace una señal para recostarme junto a ella en su brazo.— Sobre todo que me ayudes a mejorar mis notas y que hagas mis trabajos.

Los últimos meses Lina no ha estado muy bien. Ha peleado mucho con su familia, esto le genero algunos problemas con el alcohol. Un día se fue de su casa por pelear tanto con su madre y estaba muy tomada. En cuanto me entere le dije que se quedara en casa conmigo el tiempo que fueses necesario. Yo con mi padre ni hablo, pero no la iba a dejar morir y pasar todo sola. Suficiente con todo lo que ya estaba pasando.

Me recuesto en sus piernas y me quedo mirando hacia arriba, donde están los asientos amarillos rústicos, casi por caerse y con mucho chicle pegado bajo ellos.

Con el paso del tiempo había aprendido a escuchar a Lina en silencio, podía adentrarme un poco en su mente y saber un poco que tantas ideas se le pasaban por su loca cabeza, lo que siente. Lo único malo es que ella también podía hacer lo mismo conmigo.

Aprovechando el silencio, decidí comenzar a pensar un poco sobre lo nada productiva que he sido. No he hecho nada realmente interesante estos últimos días, estar en casa frente al televisor mientras no le presto atención, un poco de comida chatarra de vez en cuando, trabajar en el arcade. No he podido patinar desde que me caí hace como 1 semana. Patinaba en el parque que está como a 3 cuadras de la casa, me resbale estúpidamente y me quedo un gran moretón. Ya es tiempo de retomar el patinaje y abandonar la escuela por otro rato, hoy tuvo suficiente de mí.

—Deberíamos ir a patinar el día de hoy. —Le hago señas a Lina de los audífonos para que se los quite.—Vamos a patinar en un rato.

—¿Vamos? Te recuerdo que no sé patinar y cuando lo intente me disloque el hombro. Prefiero hacer cualquier otra cosa que volver a accidentarme.

—Solo vas a acompañarme. Verás a tu asombrosa amiga patinar, también piensa que puedes admirar chicos y chicas a tu alrededor.— Le guiño un ojo y la halo del brazo. —Hazlo por mí.

—Ok. Iré, pero porque espero que haya gente que me agrade o algo de pelea.

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Nos demoramos en llegar al parque, en parte fue culpa de Lina, ya que camina muy lento, también Sally, La chica de esta mañana estaba escribiéndome que teníamos que vernos para terminar el trabajo. Tenemos mucho tiempo y ella decide que es momento para hacerlo ahora. Le dije que llegaría tarde porque estaba en otro lugar, pero primero patinaré y luego iré con ella.

Pasamos la entrada del parque donde están algunos puestos de alquileres de patinetas, patines, bicicletas, protectores y demás. Veo desde lejos a algunos conocidos. Compañeros con los que he patinado algunas veces y con quienes tengo un poco de afinidad. Me acerco a saludarlos.

Rodeamos por donde están algunas rampas Half y se me viene a la mente el recuerdo de la forma estúpida que me caí hace días en una de esas. Estaba compitiendo con otras chicas. Por querer ganarles me distraje y perdí el equilibrio, un hecho que prefiero olvidar.

Saludo a los chicos y me pongo los patines. Primero siempre me gusta usar los patines para calentar y luego patino en la patineta. Doy alrededor de unas 7 vueltas completas a la pista, luego voy a ver como esta Lina. Al parecer está muy feliz riéndose de las personas que se caen y haciendo un esfuerzo para no demostrar su gusto por ver a los demás caerse.

Me quito los patines. Son patines negros de 4 ruedas en línea. Un poco grandes para mi talla, pero solo es necesario apretarlos un poco. Los compré así grande porque no había de mi talla, pero estos estaban en oferta. Son mejores, las ruedas me permiten pasar fácilmente por casi cualquier superficie, las botas altas no permiten que me lastime fuertemente los tobillos y tienen protectores laterales los cuales se pueden cambiar en caso de daño o desgaste.

Los guardo en su mochila respectiva y se los paso a Lina. Me paso a la zona de Half-pipe, donde hay más personas. Usualmente, cualquier persona puede usar estas rampas, con patines, bicicletas, patinetas y demás. Los chicos con bicicletas usan más estas rampas, pero ahora está desocupada.



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En el texto hay: chicaxchica, romance, lesbian

Editado: 08.04.2023

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