VII. Malas decisiones

Tengo una mejor idea. Ya que habías dicho que no íbamos a asistir a clase, ¿Por qué si hacerlo ahora?

—Iba, dije que yo no iba a ir a clases.

—Podemos faltar juntas y ya.

—¿Sí?, y quien entregara el trabajo que nos demoramos haciendo.

Me quedo en silencio pensando. No quiero ir a clases, pero vine hasta su casa porque íbamos a entregar el trabajo, no perdí mi tiempo para nada y además fue divertido trabajar con ella, y yo casi no disfruto hacer nada en instituto.

—Podemos entrar solo a esa clase de ciencias y luego nos vamos del instituto.

—No soy de hacer esas cosas.

—Claro que no lo eres, eres de quedarte en casa y no ir a ninguna clase, eso sin ninguna razón aparente. —Levanto mis cejas y ella se queda callada.

Realmente no necesito sacar una buena nota, no tengo ni una sola nota en todo el semestre, pero eso no me preocupa. Es preocupante que ella, que es una de las estudiantes más inteligentes del instituto falte a clase.

—Vamos corriendo. —Chasqueo los dedos. —No soy de las personas que le gusta llegar tarde a clases.

—Créeme que lo sé. Ni siquiera entras a clase, prefieres tirar balones a las personas.

—¡Auch!

—Eso fue lo que dije cuando me lanzaste uno a mí.

—No, no dijiste eso.

—¿Entonces qué dije? Gracias por arreglar mi cara.

—Tampoco, pero de nada, te hubiera salido muy cara la cirugía.

—¿Estás diciendo que mi cara era fea antes del balonazo? —Acelera el paso porque va muy a tras de mí. —Lo tomaré como un cumplido.

—No, no, no quise decir eso. Tu cara está perfecta tal y como está no hay que cambiarle nada, me refería a que las cirugías son muy costosas. —Siento como me ruborizo al instante. —Yo recuerdo que lo que dijiste es que era imbécil o algo así.

—No recuerdo haber dicho eso, perdón, pero en ese momento te lo merecías.

Mis piernas no funcionan para caminar tanto. Ya están acostumbradas a ir montadas sobre algo, pero Sally va camina y me toca hacerle compañía, probablemente se escaparía si la dejara sola.

Al llegar al salón de clase el profesor está parado en la puerta con unos cuadernos y con una lista.

—Señorita Ally segunda clase a la que asiste.

—Si señor.

—Me alegra que sea así, Juntarse con Sally le está haciendo muy bien, espero siga de esta manera. Y usted señorita Sally pensé que no vendría hoy.

—Se me quito en el dolor de estómago y decidí venir.

—Entiendo.

«Mentirosa» pienso, había planeado todo para no venir y ahora se ve como una chica que vino a la escuela aun con dolor.

—Yo pensé qué era buena mentirosa, pero me queda claro que tú eres mejor.

—No mentí, si me dolía el estómago. — Me guiña el ojo y se sienta.

—Si claro, te vi muy feliz ahorita en ropa interior y no parecías tener ninguno dolor.

—Shhh! No todos tiene que escuchar que me viste en ropa interior, ya dije que no sabía que estaba así, igual es tu culpa por aparecer de la nada y quedarte mirándome.

—Tú me abriste la puerta, de una forma u otra te tenía que mirar.

Sally me ignora y saco una libreta de los padrinos mágicos de su mochila.

—Qué bonita libreta. —señalo el dibujo de Wanda que al parecer está golpeado a Cosmo.

—Gracias, yo la diseñé.

—¿En serio? Te quedo hermoso.

—Gracias, cuando quieras te enseño, doy clases gratis, pero te puedo cobrar a ti.

Cogí mi mochila y la puse en mí piernas, no tengo una libreta para esta materia, ya que nunca entro no es necesario. Si el profesor me pregunta dire que se me quedo en casa.

—Espero que todos hayan hecho sus trabajos, inclusos quienes me escribieron a las 10 de la noche haciéndome preguntas. Por favor respeten las horas de sueño y si necesitaban que los ayudara con las dudas pudieron escribirme antes, no cuando ya estuviera dormido.

El salón se quedó en completo silencio.

—Yo de ellos hubiera preferido no hacer el trabajo si no lo entendía.—Le susurro a Sally.

—Claro que es lo que hubieras hecho.

—Ya que al parecer ustedes dos están muy impacientes por hablar por qué no nos cuentan sobre su trabajo.

—Es tu momento. —Sonríe y pasa la carpeta con el trabajo a mi mesa. —Ally fue la que tuvo la idea del trabajo, así que pienso que es correcto que ella hable la que hable.

La miro indignada, no me gusta hablar en público y muco menos improvisar.

—Bueno... Este nosotras hicimos el trabajo sobre los animales.

—Ok y que más.

—Baso nuestro desarrollo en hablar sobre la extinción de los animales, el daño que los seres humanos le estamos causando y posibles soluciones para ayudar que su existencia en la tierra perdure por más tiempo.

—Muy interesante el tema que escogieron y que soluciones cree usted que servirían.

—Bueno, en general creo que hacer campañas de concientización sobre el cuidado del medio ambiente ayudaría a que muchos ecosistemas sean más sustentables y duraderos. También campañas relacionadas con empresas industriales que botan sus desechos a los ríos, lagunas y demás, ya que esto contamina el agua y mata a muchos animales que habitan ahí.

—Muy bien, señorita Ally, es la primera vez que participa en esta clase y eso que ha estado varias veces, siga así. Una excelente crítica, formas de cuidados del medio ambiente y de los animales.

El profesor toma el trabajo de la mesa y pregunta a los demás compañeros sobres sus trabajos. A muchos les puso un 1 en el trabajo porque escogieron temas que no iba de acuerdo a las opciones.