A veces planeamos cosas y no tomamos en cuenta el hecho de que no somos dueños de nuestro destino, es como en la mayoría de las veces actuamos. Somos una raza muy terca que no sabe cuando parar si hablamos de hacer planes.
Ya han pasado tres meses desde que el entrenador se fue de una manera un tanto extraño tras un accidente no justificado. Tres meses desde que yo y Dylan habíamos decidido averiguar que había pasado, en verdad que lo intentamos pero pareciera que al hombre se lo tragó la tierra, intentamos todo lo que estaba en nuestras manos e incluso lo que no.
Fuimos a su casa a tratar de hablar con alguien, pero nadie estuvo; también llamamos a varios hospitales y preguntamos por él, todos nos dijeron lo mismo. "Lo lamento, no hay nadie internado con ese nombre".
Entonces el pensamiento fugaz sobre como pareciera que la tierra se lo había tragado comenzó a ser una posibilidad. Este año habías perdido la temporada luego de una buena racha y de haber puesto nuestro esfuerzo, sin embargo, ante los ojos de nuestro director pareciera eso importarle pues aún no teníamos entrenador y los Lobos jugaban bajo el aullido de tristeza y melancolía por perder quizá la oportunidad de sus vidas al no ser descubiertos por alguna universidad.
En verdad qué mala jugada nos había puesto el destino.
─¿Alex, mes estás escuchando? ─alguien preguntó a mi lado causando que me sobresaltara. Voltee de inmediato hacia donde la voz había provenido y ahí encontré a una Alysa mirando ─Ya veo que no me escuchabas.
La miré por un rato más, pero no dije nada y negué en respuesta.
─No, lo siento ─dije en mi defensa ─¿Qué me estabas diciendo?
Alysa me miró por un momento antes de mirar hacia en frente.
─Te hablaba sobre lo extraño que es tengan entrenador aun ─dijo y mi mente se detuvo en ese instante pensando en lo extraño que era el hecho de que estuviésemos hablando justamente de algo que atormentaba mi cabeza ─¿Dije algo malo?
Su pregunta me causaba desconcierto, por qué el hablar sobre algo que yo también dudaba era algo malo. Claro que por mi mente pasaba el hecho de que fuera justo el mismo tema de conversación que tuviéramos, pero no era nada malo.
─No, de hecho no has dicho nada malo ─contesté.
Ella me miró y pude ver como no comprendía lo que sucedida, pero no importaba.
─Bien, vamos llegaremos tarde a la escuela ─dijo y siguió caminando.
"Vamos hacia la escuela" eso es lo que mi mente pensó y fue extraño también que no recordara lo que estaba haciendo. De nuevo el extraño trance.
Comencé a caminar al ver como ella se estaba alejando y yo me quedaba atrás, era temprano por lo que no había manera de que llegáramos tarde a la escuela, pero si el día de hoy fuera como los otros días en los que gozábamos de una buena plática seguro si llegaríamos tarde. Hoy era diferente, porque hoy estaríamos la manada y yo de camino hacia la otra escuela para el juego final de la temporada.
Hoy la escuela se encontraría enérgica acerca de este último partido y se encontraría adornada con grandes pancartas de los colores de nuestros uniformes para celebrar que estuviéramos en la final, pero hoy solo es un día más de clases.
─¿Qué harás hoy en la noche Alysa? ─pregunte luego de permanecer en silencio por mucho tiempo.
La miré por unos segundos pero no pude seguir mirándola porque de una manera extraña me ponía nervioso estar preguntándole eso.
─¿Me invitas a salir? ─preguntó ella de vuelta mientras seguía caminando y viendo hacia mí, yo por el contrarió miraba hacia cualquier lado que no fuera ella ─Eso es nuevo.
─¿Qué es nuevo? ─pregunté de inmediato─¿Está mal que te invite salir?
Mis preguntas fueron hechas con mucha rapidez que seguramente me hicieron ver mal, nerviosos o inseguro. Quién sabe, pero de una manera u otra se pudo notar que el nerviosismo se estaba apoderando de mí.
Me detuve a pensar lo que había hecho y si realmente quería salir con ella esta noche. Digo, ella me gusta pero no lo suficiente y es un punto que ya había dejado en claro de una manera muy mala que pudo haberla ofendido. Alysa siguió caminando sin notar que yo había dejado de hacerlo hace poco, cuando lo notó ella se detuvo y giró para ver detrás de sí y observarme.
Me pareció ver que dejaba ir la respiración que estaba conteniendo, caminó hacia mí y se detuvo justo enfrente de mí.
─No hay nada malo en que invites a salir ─dijo finalmente, pero pude ver como la seriedad se apoderaba de ella ─, sin embargo...
─Entonces sal conmigo esta noche ─hablé impidiéndola terminar su oración. No es una buena jugada, pero es lo que hay. Después de todo ya no hay temporada ─, prometo que la pasarás bien conmigo si sales.
─No es eso, Alex ─contestó mirándome directamente a los ojos.
─¿Entonces?
─Saldría contigo...
─Bien, hay que salir esta noche ─dije animado, ella no parecía compartir mi ánimo.
─No Alex, hoy no puedo salir contigo ─contestó y yo como claro hombre rechazado a finales de su adolescencia la miré extrañado y decepcionado de su respuesta ─. Estoy segura qué contigo la pasaría genial, pero ya te he dicho, hoy no.
─No entiendo el porque de tu rechazo pero lo acepto ─ respondí y sonreí ─ ¿Entonces otro día?
Volví a preguntar y ella me miró extrañada pero su sonrisa apareció. Una muy bonita sonrisa.
─Sí Alex, otro día ─contestó. Se dio la vuelta y comenzó a caminar ─. Ahora vamos, llegaremos tarde.
─Es la tercera vez que dices eso hoy ─le dije y comencé a caminar.
─Es porque es verdad ─respondió.
─No lo creo, pero vamos ─dije sin parar de caminar. Ella caminaba a mi lado con una sonrisa en el rostro, de esas que en la que no muestras los dientes y a mi mente vino lo hermosa que lucia en ella.
Tal vez no me guste lo suficiente, peor debo admitir que esta chica es linda, debería conocerla más ahora que sé que la temporada terminó y que tendremos tiempo libre hasta que tengamos un nuevo entrenador.
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Editado: 11.04.2024