Alma de Guerrero

CAPÍTULO TREINTA Y DOS Como si fuera yo

 

 

Faltan 5 días para luna llena.

5 días para el baile.

 

Todo, absolutamente todo ha cambiado, es como si de un momento me despertara de un extraño sueño que me dice que todo lo que he vivido hoy ha sido una extraña pesadilla.

Ni siquiera entendía que carajos había pasado en las últimas horas, pero en el momento en que había salido de ese extraño sueño o trance en donde citaron de nuevo la profecía de ser el alma que complementa la que parecía ser el alma de la heredera al trono de un mundo que no pertenecía a esta dimensión, la voz del profesor llegó a mis oídos.

─Dígame señor Mendoza ─Jack me empujó levemente y reaccioné mirando a mi alrededor ─, ¿Mi clase no le parece lo suficiente como que usted se interese en lo que expongo?

Pero… ¿cómo? Juraría que la clase había acabado luego del incidente. ¿Acaso todo se estaba repitiendo de nuevo?

─Lamento hacerlo pensar eso ─No tuve más remedio que disculparme y aceptar que había cometido un enorme error, al menos ese había sido la solución más rápida que había encontrado en tan poco tiempo. ─, el medicamento que consumo está perdiendo su efecto y me enfoqué en pasar del dolor.

El profesor no dijo palabra alguna razón, algo muy extraño en él y siguió anotando en el pizarrón.

─Le aconsejaría que saliera del aula, pero teniendo en cuenta su… estado ─Se detuvo para mirarme antes de volver la vista al pizarrón ─dejaré pasar esto y espero pueda concentrarse y no se mantenga con la cabeza en fantasías vagas.

El que dijera eso me hizo fijar de nuevo la vista en él, es especial en su nuca. Porque me decía eso, porque me acusaba de enfocarme en fantasías vagas cuando lo que había dicho era de cierta forma verdad. El efecto del medicamento estaba pasando y el dolor comenzaba a recorrerme de nuevo.

»Bien clase, espero los demás que se encuentran “bien” estén poniendo atención y dejen de susurrar entre ustedes suficiente tengo con soportar al inútil de Daniels.

Jack se acercó a mi odio y en medio de un susurro preguntó si iba todo bien a lo que asentí sin decir nada y presté atención a la clase el resto de ella. No comprendía que era lo que sucedía, parecía que lo que hasta hace poco vi y sentí había sido real tan real que me mantenía distraído de la clase cada tanto y pensando en el comentario que había hecho el profesor.

 

»─Lo fue, Alex ─susurró alguien en mi oído. De nuevo ella ─. No es coincidencia que nadie recuerde nada, tuve que intervenir para que nada a tu alrededor se saliera de control.

─¿Cómo hiciste eso? ─ Pregunté en mi mente mientras fingía tomar apuntes en la hoja de papel.

─Soy la monarca de un mundo al que no había tenido acceso, soy poderosa en mi mundo y en el de las almas ─respondió ─. Mi poder trasciende más allá de mi mundo.  Todos aquí saben de mí, pero son pocos los que realmente conocen mi poder y me invocan.

─¿Demonio?

─No, Alex soy una de las pocas Reinas del universo ─aclaró ─, mis dominios van más allá de solo Garla y mi poder tiene la capacidad de abarcar incontables mundos y dimensiones que aún no conoces y por lo tanto etnias y razas que si las vieras y estudiaras las sentirías como un extraño sueño o puede que una burla hacia ti.

─Entonces me dices, que eres Reina de un mundo que ya me has mostrado y por lo que parece un mundo repleto de almas ─ comenté de nuevo, mientras cambia la página del libro de texto que ahora había sacado de la mochila en busca de disimular ─. No comprendo para nada todo lo que me dices. Siempre has de soltar una nueva bomba haciendo que todo se complique en mi cabeza y se enrede aquello a lo que decido pasar por real.

─Pobre alma de Guerrero Fengary ─pronunció a lo que yo negué con molestia ─, parece que se encuentra abatido.

─De esa manera tú estarías si recibieras toda esta información nueva constantemente ─recalqué y pasé la página del libro que se supone leía en consecuencia a alguna especie de actividad ─, eres despiadada con esta alma de Guerrero Fengary. «

 

Al decirlo en mi mente no comprendía cómo es que yo podía si quiera pronunciar las palabras, aunque fuera con la voz de mi conciencia, asumiendo que estaba destinado o había nacido con una especie de don o si bien, una extraña mutación a mi cadena genética que me decía que yo era un poco especial a todos los que me rodeaban.

Era asumir que yo no solo pertenecía a este mundo, sino que debía de comprender que la realidad a la que había estado expuesto por lo que parece toda mi vida cambiaría de un momento a otro con la idea de un destino y la clave de la complementación de otra alma que casualmente pertenecía a lo que parece ser ahora mi interés romántico.

Ya era bastante para mí la idea de ser un joven declarado abiertamente bisexual en un pueblo como este que sin duda alguna era pequeño; más complicado aún teniendo en cuenta la historia que había tenido con este exnovio que parecía tener la misión de aparecer en mi vida cada tanto para atormentar un poco mi cordura y la de mi madre y mejor amigo. Ahora tenía que lidiar con el hecho de que la chica que casualmente comenzaba a ser objetivo de mis sentimientos y ser en exceso atractiva para mí y descubrirlo poco a poco fuera también el motivo de muchas de las desgracias que sucedía en Stowe y en las cuales yo y ella nos veíamos involucrados.




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