Alma de Guerrero

Capítulo Treinta y seis Magia antigua.

 

La luna llena se acerca.

El baile puede que ya no importe, pues
 la vida de los elegidos pudiera estar en peligro.

 

 

 

Alex

 

Podemos hablar de lo complicado que es la vida, podemos también decir de lo confusa que es, e incluso cómo parece tan irónico. Eso es de lo que me apetece hablar en este momento.

Justo ahora me encuentro en la sala de mi casa en presencia de la mujer que estuvo acechándome por mucho tiempo y de la joven que también por mucho tiempo me pareció debía proteger y mantener a salvo de un mal que ni siquiera yo entendía, entonces pasó y el mal llegó y todo pareció complicar.

¿Cuándo las empezaron a moverse de manera tan rápida? ¿Cuándo Alysa dejó de ser aquella joven tímida que conocí? ¿En qué momento la debilidad que parecía caracterizarla la hizo fuerte? No estoy entendiendo nada, Jack tampoco lo hace y parece que la Reina de Garla tampoco entiende el giro que dio esta revelación.

 

Alysa

 

Decisiones, decisiones, todo se remite a decisiones y ahora es momento de tomar una. Ella lo sabe y sabe que no hay tiempo que perder porque algo en el fondo me dice que sin siquiera tener una pista las cosas aquí se van a poner mal.

Como dije son decisiones las que uno siempre está tomando, a veces acertadas que te llevan al siguiente nivel y otras veces te estacan y se generan más preguntas que requieren de más decisiones. Todo lo que había estado diciendo era una suposición, mera intuición, pero entonces ella lo confirmó no hubo resistencia. Nada, solo la desarmé e hice que me dijera todo cuanto yo quisiera a base de suposiciones y sospechas que en mi mente se llevaban formando.

Pero entonces me llegaban más dudas que pronto se volvían preguntas y cuando menos lo esperaba a causa de ella se volvían una realidad. La extraña desaparición del señor Davis, el velo mágico que parecía existir entre Jack, Alex y yo. La forma en la que nuestros sentimientos se estaban entrelazando y de una manera y otra nos estábamos uniendo; no era normal, al menos para mí porque cómo es posible que el amor se base a causa de una primera vez.

La idea del amor que tengo es completamente diferente, pero entonces también está el hecho de como la repentina atracción entre ambos parece hacerse más fuerte, cómo los sueños que ella me mostraba se volvían una vista hacia el futuro. Esa parte seguía sin entenderla porque de una cosa estaba segura, Alex no podría tomar una decisión como esta a la ligera.

Él era el que tenía más que perder, yo por el contrario había nacido para esto y no podría por egoísmo hacer que miles de vidas en un mundo que hasta hace unas semanas y puede que meses desconocía su existencia. Entonces aceptando esto se forma una pregunta más ¿por qué hasta ahora se me decía esto?

Las películas son el claro ejemplo de como a veces el talento innato de los personajes principales no basta para que se gane una guerra y aunque a veces convenientemente se gana es gracias que se partieron la espalda para lograrlo por lo que sí, es necesario que seamos instruidos, no importa en qué se necesita.

Cuando decidí que era momento de afrontar la realidad, supe de inmediato casi sin preguntar por primera vez, que era necesario decir sí y tratar de llevar la ventaja de la situación con base a preguntas que seguramente ya me habría hecho. Este es uno de esos momentos en donde es necesario decir sí y creer que lo que sale de mi boca es real porque solo entonces obtendré respuestas.

Y claro que las tuve.

 

─¿Con quien iniciarás? ─pregunté a la Luna ─No tarde en elegir, no hay tiempo que perder.

─Tú y yo hablaremos después ─aseveró con seriedad y señaló a Alex ─, iniciaré contigo Guerrero. Tus heridas son más fáciles de llevar.

─Bien ─dijo─, pero tengo una pregunta antes de que inicies.

Silencio, todo se volvió absoluto silencio. La Reina asintió y Alex preguntó:

─Si podías curarnos desde un principio─ Ahora entiendo a donde va su punto ─, ¿por qué no hacerlo entonces y mantener nuestras heridas vigentes?

Bien hecho Alex, tienes un punto bastante bueno, pensé, pero entonces también vino a mi mente una respuesta fácil y que era razonable. Ninguno de los dos teníamos conocimiento de lo que estaba pasando con nosotros, los sueños que nos mostraba eran borrados casi al instante en el que comenzábamos a tener conciencia así que no podríamos intuir que dentro de nosotros por naturaleza de nuestra extraña genética manteníamos magia dormida.

Magia que debía ser despertada lo antes posible porque si mi intuición no fallaba sabía que cada vez sería más complicado el hecho de mantenerla oculta. No obstante, entendía el punto de Alex, Luna habría de encontrar una nueva manera de perturbar nuestra existencia y de aclarar cómo es que era posible la regeneración rápida de nuestro cuerpo, pero entonces vendría la parte complicada de explicar a la madre de Alex que no solo era tutora legal de él, sino que ahora también era la mía.

Ahí pude que las cosas se hubiesen complicado un poco.

─Por tu mamá, Alex ─hablé primero y Luna afirmó mi respuesta.




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