Alma gris

Promesa

Lucian se puso alerta al ver al pequeño lobo acercarse, pero se relajó al notar que solo se sentó tranquilamente a su lado. Luego volvió a ponerse alerta, ya que ahora era Lisa la que se acercaba, haciendo que retroceda un poco.

"No te preocupes, solo quiero verlo de cerca", después de decir eso, levantó al pequeño lobo con cuidado y lo sostuvo entre sus brazos.

Mirándolo más de cerca, más le gustaba. Después, con el pequeño lobo en sus brazos, se dirigió a la ciudad, aparentemente queriendo llevárselo con ella. Pero después de avanzar unos pocos metros, el pequeño lobo saltó de los brazos de Lisa y corrió hacia Lucian, volviendo a sentarse a su lado, parecía no querer separarse de él.

Lisa soltó un suspiro de decepción. Mientras regresaba junto a Brian, lanzó una mirada a Lucian.

"No sé cómo hiciste para que no quiera separarse de ti", dijo con resignación, "Al principio pensaba llevármelo como una forma de disculpa de tu parte... pero parece que no será posible"

Sin más, preparó una flecha.

"Pero esto no puede quedar así. Dime, ¿cuál mano fue?, sé sincero, no querría herir... la equivocada", Lisa sonrió con malicia, mientras apuntaba con su arco, "¿O tal vez sí?"

Lucian sintió un escalofrío, pero no se dejó intimidar: "Sabes muy bien quién soy, no te atreve-

Xiu

Antes de terminar de hablar, una flecha pasó cerca de su mejilla.

"Es por saber muy bien quién eres, la razón de que mereces ser castigado", dijo Lisa con tono burlón mientras tensaba otra flecha en su arco, "Acosar mujeres no parece ser del agrado de tu padre, así que tenemos permiso para corregirte... incluso si requiere un poco de fuerza"

‘¡Maldita sádica!’, pensó Lucian. Sabía que no mentía; su padre era perfectamente capaz de permitir algo así.

Lucian bajó la mirada hacia el pequeño lobo, aún a su lado, y le habló rápidamente con voz apurada:

"¿Por qué no vas con ellos? Míralos, parecen buena gente. Seguro te cuidarán mejor que yo... ¿sí?"

Era evidente que estaba desesperado. Lo único que se le ocurrió fue intentar sobornar a la demonio del arco.

Lisa miró al pequeño lobo con un destello de esperanza en los ojos. Pero al ver cómo este negaba lentamente con la cabeza, aquella ilusión se desvaneció.

Ella aceptaría el soborno.

Lucian quedó paralizado. Sabía lo absurdo que era hablarle a una bestia como si pudiera entenderle, pero jamás imaginó que en realidad... lo hacía.

"¿Tú… me entiendes?", preguntó con incredulidad.

El pequeño lobo asintió.

Lucian lo observó perplejo. Una bestia común no podía entender el lenguaje humano. Si ese era el caso… solo había una explicación.

Era una bestia demoníaca.

Lucian no sabía mucho sobre ellas, solo que eran notoriamente agresivas y crueles, especialmente con los humanos.

Ante su evidente expresión de pánico, Brian y Lisa intercambiaron una mirada, luego ambos soltaron una carcajada. Brian habló con calma:

"Esa no es una bestia demoníaca, sino una bestia mágica. Aunque no sabría decir qué elemento cultiva. Si realmente fuera demoníaca, te habría atacado en cuanto te vio"

Lucian exhaló profundamente, aliviado. Recordaba haber oído sobre las bestias mágicas, pero como la mayoría de historias trataban sobre las demoníacas, lo había olvidado.

Entonces, una idea cruzó por su mente. Miró a la pareja y preguntó:

"¿A los magos les encantan estas cosas?"

"No solo a los magos. A los caballeros también les gustaría tener uno. Aunque les va mejor a los magos si comparten el mismo elemento, ya que pueden cultivar juntos", respondió Lisa con inesperada tranquilidad, e incluso un dejo de nostalgia.

Brian de repente puso una expresión amarga, y rápidamente cambió el tema.

"Lucian, mañana a primera hora te esperaremos aquí. Quiero que nos ayudes con algo. Luego de eso, todo quedará resuelto"

Dicho esto, tomó la mano de Lisa y ambos se encaminaron hacia la ciudad.

Lucian se quedó en la entrada y miró al pequeño lobo.

El pequeño también lo miró.

''Ya sé que hacer contigo'', Lucian se decidió y entró en la ciudad.

El pequeño lobo lo siguió de cerca.

"Miren eso, es Lucian, y está en una pieza"

"No puedo creer que de verdad le haya dado una nalgada a la hermana Lisa. Fue muy valiente o muy estúpido...."

"¡Esa mano debí ser yo! ¡No es justo!"

"¡Kyaa, ese perrito esta muy lindo! ¡Lo quiero!"

"Hermano, te había dicho que no hablaras de esa manera, ¿Qué pensará la gente?"

"Pensé que esta vez Brian lo atraparia"

"Para ti, ahora pagame la apuesta, no te hagas el tonto"

"Perdón amigo, lo gasté todo en el bar"

"....."

"Pensé que ganaría...."

Lucian, acostumbrado ya a esas voces, no dijo nada. Solo pensó que algunas personas del pueblo eran particularmente raras.

Finalmente, llegó a la mansión del alcalde. Al entrar, encontró a una sirvienta sacudiendo con cuidado los muebles.

Lucian se acercó con su sonrisa más encantadora.

"Tan hermosa como siempre, Sherry. Por cierto, ¿te gustaría ser mi novia?"

Ella le respondió sin detener su trabajo, ya acostumbrada.

"No"

"¿Ni un poquito?"

"No"

"Qué fría"

Lucian se distrajo al ver otra sirvienta bajar por las escaleras. Cambió su blanco y corrió hacia ella.

"Tan encantadora como siempre, Emili"

"No"

"-encantadora como siempre, Melt"

"No"

"-como siempre, Fari"

"No"

"-siempre, Kalu"

"No"

"-Tooru"

"No"

"......"

"No"

Después de hablar cariñosamente con todas las lindas sirvientas, Lucian se dirigió a la sala de entrenamiento que estaba debajo de la mansión.

Al final de la escalera había una gran puerta de metal. La empujó con todas sus fuerzas, y esta se abrió lentamente. Al terminar, jadeó como animal en celo.

El lugar era amplio, con suelos de piedra perfectamente lisos y paredes metálicas que resonaban con cada paso. Diez cristales brillaban desde el techo, dando al ambiente una claridad mágica.



#4576 en Fantasía
#5323 en Otros
#999 en Acción

En el texto hay: aventura, harem, cultivación

Editado: 25.06.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.