'Momo, ¿puedes tomar forma humana?', preguntó Lucian con los ojos brillantes.
'¿Qué te hace pensar eso?', contestó Momo, alzando una ceja con desdén.
'Puedes hablar. Es natural pensarlo después de lo que dijo Brian', replicó Lucian con lógica.
'Hmph, lamento decepcionarte, pero no es así. Como dijo Brian, necesito elevar mi cultivo para lograrlo. Hablar no es suficiente', resopló Momo, visiblemente molesta, como si no quisiera seguir con ese tema.
Lucian se llevó una mano al mentón, listo para insistir... pero entonces algo lo detuvo.
Un escalofrío recorrió su espalda.
Se quedó inmóvil, y sus ojos comenzaron a escanear el bosque.
¿Qué es esta sensación...?
Era como si algo se acercara.
Algo peligroso.
Nunca había sentido algo así. Pero por más que miró a su alrededor, no vio nada fuera de lugar.
'¿Me estoy volviendo loco?....¿de nuevo?', pensó, desconcertado.
"Por cierto....", empezó a decir, e intentó retomar la conversación, cuando un leve temblor sacudió el suelo bajo sus pies, ahuyentando a los animales cercanos en todas direcciones.
'¿Qué mierda?....', Lucian se tensó.
"Lucian", Brian lo llamó de repente con tranquilidad, como si no sintiera extraña la situación, "Cuando te perseguía antes, me encontré a una bestia inusual después de perderte de vista, lo seguí escondido, y supe que esta zona es su territorio"
Lucian escuchó atentamente lo que estaba diciendo, y al juzgar la situación, un pensamiento aterrador se le vino a la mente.
'Estos bastardos, no será que...'
Lisa, que aún sostenía a Momo entre sus brazos, giró hacia Lucian con una sonrisa que parecía dulce… pero había algo en sus ojos que no coincidía con su expresión.
"Si vendemos su cuerpo, ganaremos mucho dinero, por eso contamos contigo para que actúes como carnada. Pero no te preocupes....", su sonrisa luego se torció de una manera algo cruel.
"No es como si te fuera a matar….probablemente. Solo necesitamos que la bestia salga. Luego, entramos en acción, tan simple como eso, confía en nosotros", luego le guiñó un ojo.
Lucian palideció. Ni remotamente le gustaba lo que oía, pero antes de que pudiera replicar, un estruendo surgió a su espalda.
Se giró... y se le heló la sangre.
No era solo un jabalí. Era "el" jabalí.
Era una montaña de músculos y furia, con colmillos que parecían espadas curvas. Su hocico espumeaba, y cada pisada hacía que la tierra temblara como si anunciara un terremoto.
No era una simple “bestia inusual”
Era un maldito monstruo.
"¡¿Qué demonios es eso?!", gritó Lucian, sintiendo su corazón en la garganta. Incluso pensó que tal vez se trataba de una bestia demoníaca.
Buscó a Brian y Lisa con desesperación.
Pero se habían esfumado. Literalmente. Como si nunca hubieran estado allí. Y se habían llevado a Momo. Y cualquier posibilidad de que saliera de eso con vida.
Estaba solo.
Lucian no lo pensó y corrió.
"¡Yo no soy tu enemigo! ¡Solo pasaba por aquí! ¡Perdóname por existir! ", gritó desesperado, con la esperanza de que ese monstruo lo entendiera al igual que Momo.
"¡Gruuuuf!"
Pero solo recibió un gruñido de rabia.
Lucian pensó en trepar un árbol, pero lo dejó después de ver como esa cosa los tiraba con sus embestidas.
Él estaba todavía a una distancia aparentemente segura, pero parecía sentir el aliento de ese monstruo en su nuca. Miró por todos lados, pero no vio ni rastro de la pareja.
¿Este era su plan o realmente lo abandonaron?
No.
Lucian no le gustaba admitirlo, pero sabía que esos dos eran confiables. Su padre los presentó hace dos años, sus expresiones en ese entonces eran oscuras, en especial la de Brian.
Pero con el tiempo, se abrieron con todos, incluso Lisa se convirtió en la "hermana mayor" de Wendy muy rápido. Brian, por su parte, todavía era algo reservado, pero se podía hablar con él fácilmente.
Ellos dos son muy populares en la ciudad, no solo por sus apariencias....que también.
Eran hábiles peleadores.
Una vez vio cómo se enfrentaron con un grupo que se hacían llamar los trillizos Mili, aún si no eran realmente hermanos. Intentaron robar un puesto de ropa, pero Brian y Lisa les patearon el trasero con las manos vacías, a diferencias de esos tontos que tenían armas.
Alguien como ellos no dejarían que el hijo del dueño de la ciudad donde viven muera miserablemente,....¿verdad?
¡¿Verdad?!
"¡Maldición!", Lucian se dejó caer en la base de un árbol, agotado. Alzó la vista y vio cómo el jabalí aceleró de repente. Sus ojos, inyectados en sangre, parecían brillar con burla.
"E-ese bastardo....s-sólo estaba jugando conmigo....ja.... jaja....", jadeó, mientras el monstruo se acercaba cada vez más.
Respiró hondo y....
"¡¡Ya empiecen de una maldita vez, malditos!!", gritó con furia, como si sus palabras pudieran salvarle la vida.
Casi al instante, una flecha salió disparada desde unos arbustos, atravesando el ojo izquierdo del jabalí. La trayectoria de la bestia se desvió bruscamente, pasando peligrosamente cerca de Lucian. Sin darle respiro, una segunda flecha le perforó el otro ojo.
El jabalí quedó ciego.
Chilló con rabia, embistiendo a ciegas todo a su alrededor.
Árboles caían, el suelo temblaba con sus pisadas. Desesperado y desorientado, eligió una dirección al azar… justo hacia donde estaba Lucian, quien aún jadeaba, exhausto.
"¿Tanta mala suerte tengo....?", Lucian soltó una risa nerviosa, resignado a su destino. Nada le salía bien últimamente.
Pero entonces, una figura apareció entre él y la bestia.
Brian.
Se plantó con firmeza frente al jabalí. Lucian pudo ver como una luz roja envolvió su cuerpo por completo, parpadeando como si fueran llamas vivas. Con una sola mano sujetó su lanza, la apuntó directo al hocico abierto del monstruo y, con un grito ensordecedor, la lanzó.
Editado: 14.08.2025