Alma gris

Intenciones

El sol subía lentamente, bañando las murallas de Ciudad Violeta en un cálido resplandor dorado. A través de sus puertas, un hombre de mediana edad y un joven cruzaron con paso firme. No había guardias vigilando, solo un portero, que al verlos, comenzó a sudar y evitó encontrarse con sus ojos.

El hombre mayor, cuyo rostro estaba marcado por arrugas profundas y una barba de chivo casi completamente blanca, vestía una túnica roja con adornos dorados. Sus ojos fríos contrastaban con la leve sonrisa en su rostro mientras observaba distraídamente el anillo dorado en su dedo. A su lado, el joven, que no debía tener más de quince años, vestía una túnica similar, y una gema roja colgaba de su cuello. Sus ojos oscuros recorrían la ciudad con desdén. Luego miró al hombre a su lado y dijo:

"Es tal como dijiste, parece que la ciudad está vacía de guardias. Estarán con Wendy, supongo que tu plan no encontrará resistencia", dijo el joven con una sonrisa torcida.

El hombre mayor lo miró severamente antes de responder con frialdad. "No te confíes. Asegúrate de que Hargen sea realmente el único caballero aquí. Sería un problema si hubiera otros invitados inesperados"

Luego dirigió su mirada a lo lejos, allí se encontraba la mansión del alcalde, y mientras continuaba caminando, dijo:

"Recuerda que es tu trabajo averiguarlo", dijo el hombre antes de guardar silencio.

El joven asintió, sus ojos desprendian malicia.

"Si, padre"

*******

Lucian dormía profundamente. Momo descansaba sobre su pecho, mientras que Lulu, inesperadamente, se había acomodado en su frente.

Toc, toc, toc

"Joven maestro, ¿está despierto?, joven maestro...."

Una sirvienta llamó a la puerta, pero Lucian no se despertó, pero Momo si, por lo que puso a Lulu a un lado y lo abofeteo con su pata.

"¿Eh... qué?"

'Alguien te está llamando'

".... Dile que cinco horas más..... "

'Se dice cinco minutos más, y ya despierta, antes de que la sirvienta entre'

Lucian, aún medio dormido, se dio la vuelta, soltando un profundo bostezo antes de murmurar: "¿Qué ocurre, Emili? No tengo trabajo como para levantarme a esta hora."

"Debe ya dejar esos hábitos, aún es joven como para holgazanear. De todos modos, su padre quiere que usted lo acompañe para atender a unos invitados, por lo que me mandó a despertarlo"

'¿Invitados?', Lucian parpadeó, hasta que recordó algo que le había dicho su padre antes.

"¿Son los de ciudad amarilla?"

"Si"

Lucian suspiró ante su respuesta.

Hanz y Hector Velon.

El alcalde de ciudad amarilla y su hijo respectivamente.

Su padre le había mensionado la visita de los Velon dos días antes, y sabía que no vendrían a visitar por ser buenos vecinos.

Después de prepararse, miró a sus compañeras:"Las dos se quedan aquí, por más que quiera presumir delante de esos dos que tengo un par bestias mágicas, eso sería solo crear problemas innecesarios"

'¡Pero yo quiero ir!', Lulu agitó sus pequeñas alas con frustración.

"No, primero deja que esos dos se vayan. Además tengo pensado decirle hoy a mi padre lo que te pasó, si me cree o no, no puedo hacer nada", Lucian negó con la cabeza.

Lucian no sabia como su padre reaccionaria cuando se entere lo de Lulu, pero cualquiera que sea, era mejor decirle cuando él esté solo.

"Prometanme que no saldrán de la habitación sin mi consentimiento", Lucian las miró a las dos con severidad.

"A mi me da igual, esos tipos no suenan a nada más que problemas", dijo Momo con indiferencia, encongiéndose de hombros.

'.... Si papá lo dice, lo prometo', Lulu bajó su cabeza, totalmente indispuesta.

Sintiendo un leve remordimiento, Lucian suspiró y le dijo suavemente: "Cuando vuelva, te contaré algunas historias de tu madre. Créeme, en el pasado, era un poco torpe."

'¡Si, cuentame de mamá!', Lulu estaba encantada.

"Estoy aquí contigo de igual manera, volvamos a tener una charla de chicas como anoche", Momo entonces le hizo señas a Lucian para que se vaya.

Lucian asintió y salió de la habitación. Cuando descendió las escaleras, vio a su padre, Hargen, sentado con una sonrisa tranquila, flanqueado por Brian y Lisa, quienes parecían listos para cualquier eventualidad, vestidos con armaduras ligeras y portando sus armas. Frente a ellos, Hanz y Hector Velon esperaban pacientemente mientras la sirvienta Betty les ofrecía té y galletas.

"Ven, hijo, siéntate junto a mí," dijo Hargen, señalando el asiento vacío a su lado.

Lucian se acercó y se sentó, observando a los invitados. Con una leve inclinación de cabeza, Hargen rompió el silencio. "Me disculpo, Hanz, pero me sorprende verte tan de repente. Si lo hubiese sabido con antelación, habría preparado una mejor bienvenida"

'¿Eh? ¿No lo sabía?, pero él mismo me dijo que ellos vendrían', Lucian pensó sorprendido, pero su cara era inexpresiva.

Hanz sonrió con serenidad, acariciando suavemente su barba. "No había tiempo, amigo. Quería ser el primero en felicitarte por la partida de tu hija hacia la secta hoja caída. Un logro impresionante, sin duda", luego tomó la taza de té.

"Aún no sabemos si la van a aceptar, puede pasar cualquier cosa", Hargen negó con la cabeza, "Pero cual sea el resultado, estaré ahí para ella", entonces sonrió satisfecho mientras tomaba una galleta.

"Debes estar muy orgulloso de ella"

"Me atrapaste, si que lo estoy"

Mientras ambos hombres intercambian palabras como si fueran los mejores amigos, Lucian estaba confundido, '¿En serio solo vinieron a felicitar?', luego intercambió miradas con Hector, y este solo sonrió despreocupado.

Lucian solo pudo reprimir una mueca de disgusto , luego miró de reojo a la pareja, y vio que ambos prestaban mucha atención a la conversación de los dos hombres.

"Ya veo", Hargen asintió, "Pero llegaste muy rápido, es como si vinieras a felicitarme justo cuando mi hija se fue. Las noticias vuelan rápido, supongo", mientras decía eso, entrecerró sus ojos.



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En el texto hay: aventura, harem, cultivación

Editado: 20.11.2024

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