Federico se encontraba en un cuarto vacío de una posada. El ambiente, silencioso y sombrío, parecía reflejar sus pensamientos. Había sido enviado allí con una misión clara.
Encontrase con un par de personas. Pero el tiempo seguía pasando, y esas personas no aparecían.
Danny le había dado la excusa perfecta al pedirle suministros. No necesitaba inventar nada para separarse temporalmente del grupo. Sin embargo, el tiempo pasaba, y el sol empezó a descender, ahora Federico se encontraba atrapado en un dilema.
¿Esperar o volver?
Si no vuelve pronto, podrían sospechar de él. Pero si se iba y esas personas aparecían después, el riesgo que estaba corriendo sería en vano.
'¡Esto es absurdo, todo por culpa de ese inútil de Hector!. Si no fuera por él, que por capricho mandó esa solicitud al gremio de asesinos, no estaría poniendo en peligro mi posición', pensó molesto mientras observaba la madera desgastada del suelo, 'Podrían ser solo asesinos sin nombres utilizando el apodo del dúo fantasma para fastidiar.... ¿mm?'
Federico alzó una ceja, un poco de confundido.
Normalmente se deja el encargo y la paga con los receptores, ellos se encargan de emitir la misión. Cualquiera con la confianza suficiente podría aceptar la misión, no es necesario que digan quien la aceptó, eso de por sí ya era raro.
Además que le informaron que la misión fue aceptada en menos de una hora, pareciera que el que la aceptó, temiera que alguien más lo hiciera.
"....."
Federico negó con la cabeza y dejó de pensar en ello, era una situación poco común, pero no le convenía. Su único misión era trabajar con quien fuera que venga para secuestrar a la hija del alcalde de ciudad violeta para entregarla al caprichoso de Hector Velon.
Había trabajado arduamente para construir su fachada de lealtad. Usaba su posición para enviar información de ciudad violeta a Hanz Velon, quien le había prometido jugosas recompensas por su trabajo. Sin embargo, ahora se encontraba al borde del abismo.
'¿Hacerme enemigo del capitán, quien era un nivel nueve?, es un suicidio', pensó frustrado, pero a estas alturas no podía desobedecer una orden.
Quién pensaría que la misión fue aceptada aparentemente por un par que se consideraban literalmente fantasmas a estas alturas.
Hasta el mismo Hanz Velon se sacudió al escuchar la noticia.
Le dijo que si de verdad eran ellos, que haga todo lo posible por entablar una conexión. Y si no lo eran, solo tenía que matarlos y continuar su trabajo.
"Ya me cansé, fue una pérdida de tiempo", susurró con el ceño fruncido mientras se preparaba para salir.
*Toc*
Federico se tensó.
*Toc toc*
Tragó saliva, su corazón latiendo con fuerza.
*Toc toc toc*
No había duda, era el patrón acordado. Caminó con cautela hacia la puerta, su mano temblorosa sosteniendo la empuñadura de su espada.
Empezó a girar lentamente la manija de la puerta.
'¿De verdad son ellos, o solo es un fraude?', Federico no lo sabía, pero llegados a este punto, no hay vuelta atrás.
La puerta se abría lentamente y.....
"¿Podrias apurarte?"
Una voz femenina vino del otro lado, su tono demostraba lo insatisfecha que estaba.
"¿Eh?, ah, ¡claro!", Federico se asustó un poco y abrió la puerta rápidamente.
Frente a él, se encontraba una persona encapuchado. Vestía con ropas negras, y su rostro estaba cubierto por una máscara de plata.
'' ¡De verdad son ellos!... o al menos uno de ellos', pensó Federico mientras inconscientemente miraba a la mujer.
"¿Terminaste de mirarme?", la voz de la mujer hizo que una presión invisible envolviera por completo a Federico, haciéndolo sudar frío.
Solo con que ese hecho, Federico se dio cuenta que que estaba tratando con una mujer peligrosa. Por lo que rápidamente se disculpó.
"¡D-disculpe por faltarle el respeto, señorita, no era mi intención ofenderla!", Federico babuceó, claramente nervioso.
"Señora"
"¿Disculpe?"
"Estoy casada, por lo que está bien si me llamas solo señora"
"¿Eh?, claro, disculpe si la he ofendido, señora"
"Esta bien, te perdono", después de decir eso, la mujer avanzó dentro de la habitación, y se sentó en una silla cualquiera.
Mientras que Federico se mantuvo de pie.
"¿No vas a sentarte?", la mujer preguntó, su cabeza ligeramente inclinada.
"¿P-puedo?", Federico ya no se atrevió a mirarla a la cara.
"Claro que si, no te pongas nervioso, no muerdo", increíblemente la mujer se levantó y puso una silla enfrente de la suya.
"Así estaremos más cómodos. Y disculpa si te hice asustar antes, que me miren tan fíjamente es incomodo", dijo la mujer mientras volvía a sentarse.
'¡No me atrevería a mirarla de nuevo ni loco!', Federico no sabía que hacer, alguien peligrosa como ella se está comportando de una manera muy amigable, lo cuál lo asusta más que alguien que solo es arrogante.
Federico se sentó frente a ella, sin levantar la mirada.
"Antes que nada, quería disculparme por llegar tarde, tuve unos asuntos que atender", la mujer fue la primero en hablar, y sorprendentemente fue una disculpa por su demora.
"N-no hay problema, esas cosas pasan", Federico no se atrevió a quejarse.
La mujer asintió felizmente.
"Gracias por entender"
Federico forzó una sonrisa, la amabilidad de la otra parte lo incomodaba. Por lo que, antes de que ella volviera a hablar, dijo rápidamente.
"Solo para confirmar, ¿Es usted parte del dúo fantasma?", la imagen que tenia de ellos era un poco más siniestra. Aún si solo es uno de ellos.
"Así es, aunque hace tiempo que no vuelvo a usar ese apodo, ¿Acaso no me crees?", la mujer preguntó suavemente.
"¡No no no, le creo!, es solo que, si me permite preguntar, ¿Y su compañero?"
"Esposo"
"¿Eh?"
"Él es mi esposo, así que dirígete a él de esa manera"
"Por supuesto, señora. ¿Podría decirme dónde está su esposo? Se esperaba que ambos vinieran, pero solo usted ha aparecido," dijo Federico, esforzándose por mantener la compostura.
Editado: 22.01.2025