Alma gris

Sorpresa

La noche había caído.

Danny estaba inmóvil, la expresión de su rostro no dejaba entrever nada bueno.

Federico no había vuelto, y la incertidumbre le pesaba en el pecho.

El grupo había alquilado dos habitaciones contiguas: Wendy en una, los demás en la otra. La cercanía bastaba para sentir su energía al otro lado, lo cual les daba cierta seguridad

Nen se acercó a Danny con cautela, sintiendo la tensión en el ambiente, “Entonces, él...”
“Nos traicionó a todos, incluso me robó las tres monedas de oro que le dí, el muy infeliz”, Danny respondió con un tono seco, su mirada fija en el vacío, "Explica la situación a los demás, debemos estar muy alerta”

Nen asintió y se alejó, mientras las voces de Poyun y Yuta se alzaban en la distancia.

"No puedo creerlo...él..."

"¡Ahora entiendo por qué ese tipo siempre me pareció sospechoso!"

"¡Shhh!"

Danny miró hacia la ventana. El pueblo, iluminado por los cristales mágicos, seguía vibrante, lleno de vida, pero su mente estaba lejos de encontrar descanso.

Poyun le había informado que diecinueve cultivadores se encontraban en las cercanías. Exceptuando al líder del pueblo. Un nivel diez del reino inferior. Ninguno representaba una amenaza seria.

Danny suspiró, no sabía qué tanta importancia le daba Hanz Velon al asunto del secuestro, Podía ser mucha o también muy poca; no tenía forma de saberlo.

Si es poca, solo ordenaría lo mínimo, sin gastar muchos recursos en el asunto, más aún en este momento que se encuentra ocupado con Ciudad Violeta. El asunto del secuestro sería algo trivial para él.

Siendo ese el caso, no deberían tener muchos problemas.

Incluso Federico pudo haber huido al ver que no tenía oportunidad de salir victorioso, aún con la gente que contrataron.

Ese sería el mejor de los escenarios.

Por otra parte, si la atención es mucha por parte Hanz, ahora mismo deberían estar rodeados por varios cultivadores del reino mortal a las afueras del pueblo, incluso uno podría ser de nivel nueve o diez.

Federico debería estar en el mismo grupo, esperando la oportunidad para acorralarlos.

Ese sería el peor de los escenarios.

O también....

Un suspiro escapó de Danny al recordar los rumores provenientes de Ciudad Amarilla.

''De igual manera sería un mal escenario'', murmuró para si mismo, cansado.

El chirrido de una puerta interrumpió sus pensamientos. Una figura pequeña, encapuchada y con una máscara plateada, apareció de la nada dentro de la habitación.

En su pequeña espalda cargaba una bolsa.

Nadie se había percatado de su presencia al llegar allí.

“Hola a todos”, dijo la niña con una voz suave y educada, “Disculpen si interrumpo”

Su tono dulce sorprendió a todos.

Nen, Poyun y Yuta se acercaron al instante, preparados para actuar.

"¿Eh?...pero si ya me disculpé, ¿por qué están tan enojados?", comentó la niña confundida, sin parecer perturbada por la situación.

Danny la observó, frunciendo el ceño, "¿Quién eres y quién te envió?", obviamente era demasiado sospechosa.

"Una mensajera, y fue mi mami la que me dijo que venga a entregarles algo", la niña puso en frente de ella la bolsa que había traído.

"¿Tú madre? ¿Y qué tiene que ver ella con nosotros?", preguntó Yuta, manteniendo su guardia alta.

La niña lo miró, luego inclinó la cabeza, "¿Eres tú el líder?"

"¿Eh? No, pero..."

"Mi mami me dijo que primero le entregara esto al líder, perdón si eso te hace sentir mal", se inclinó ligeramente en señal de disculpa.

"E-está bien, no pasa nada...", Yuta de repente se sintió un poco vacío.

Danny entonces se señaló así mismo con el pulgar, "Si buscas al líder, ese soy yo"

Quitando lo sospechoso de su apariencia, su forma de habar y lo educada que es, la hacían parecer una buena niña.

Sin embargo, Danny no dejó de observarla con cuidado. Cualquier movimiento sospechoso, y no dudaría en actuar.

Wendy es su prioridad, cualquiera que intente dañarla, sufriría las concecuencias.

La niña suspiró, "Ya lo sabía, no tenías que presumirlo", dijo mientras negaba con la cabeza.

"....."

La niña lanzó la bolsa a los pies de Danny. Él la recogió, y abrió la bolsa con cautela.

Su mirada se endureció cuando vio lo que había dentro.

La cabeza de Federico.

"Mi mami quiere que sepas que ella no es tu enemiga, por lo que envió esto como prueba", dijo la niña al ver la reacción de Danny.

"...¿Te dijo algo más?", Danny le pasó la bolsa a los otros tres, los cuales, como era de esperarse, también se sorprendieron.

"Quiere hablar con todos ustedes, me dijo que los espera en las afueras del pueblo, al este", la niña señaló una dirección.

Danny cruzó los brazos, su desconfianza era evidente. La cabeza de Federico, la niña y también su madre.

Todo parecía sospechoso.

Aunque la muerte de Federico podría ser una muestra de fidelidad, todavía no sabía nada de ellas.

Hablar con la madre de la niña ahora le parecía algo necesario, pero…

No podía dejar a Wendy sola. Aún existía la posibilidad de que esto fuera una trampa, y no podía confiar en que sus compañeros serían suficientes para protegerla si algo salía mal.

La niña notó su indecisión.

"Puedes llevar a la hermana mayor del otro lado, confía en nosotras, no somos malas", dijo, inflando su pequeño pecho con orgullo.

Danny suspiró. Su declaración no era suficiente, pero no tenía muchas opciones. Decidió llevar a Wendy con ellos.

******

Wendy se encontraba en un dilema.

No sabía que ropa usar para la "cita" del día siguiente. Nunca había tenido una cita antes, incluso pensó que su primera cita sería con Lucian cuando ella lo mencionó en la carta que dejó.

"Bueno...en realidad no es una cita, solo pasaré tiempo con una amiga", se recordó a sí misma, evocando a Mía. No podía explicar por qué, pero Mía le caía muy bien, y ser amiga de ella la hacía sentir extrañamente feliz.



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En el texto hay: aventura, harem, cultivación

Editado: 03.11.2025

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