Cuando llegaron a la entrada del pueblo, Mía se volteó hacia Wendy.
"¡Lo siento!", exclamó juntando las manos y bajando la cabeza, "Recordé que tenía algo que hacer, así que debo irme"
Wendy sonrió y negó suavemente con la cabeza.
"No te preocupes, no pasa nada. Me la pasé bien contigo, créeme, nunca olvida--
Antes de que pudiera terminar, Mía apoyó un dedo sobre sus labios, sellando sus palabras con un gesto silencioso.
"Mañana te vas, ¿cierto?", susurró Mía, su dedo aún posado en los labios de Wendy.
Wendy asintió levemente, sin rechazar su gesto íntimo.
Mía sonrió con picardía.
"Cualquier cosa que quieras decirme, esperará hasta mañana por la mañana"
Dicho eso, retiró su dedo y se alejó con pasos ligeros, casi danzando entre la bruma.
"¡Nos vemos!", gritó Mía, agitando sus manos desde la distancia.
Wendy levantó la mano con una sonrisa radiante, observándola alejarse mientras una calidez suave llenaba su pecho. Habían pasado poco tiempo juntas, pero cada instante se había grabado en su mente como una pintura imborrable. Aunque el amanecer aún no llegaba, presentía que esa felicidad permanecería con ella, sin importar la distancia.
"¡Hasta mañana!"
*******
Danny y los demás aguardaban frente a la posada, observando cómo Wendy y Mía tomaban caminos distintos desde la distancia.
El ambiente se mantenía relajado, pero las conversaciones giraban inevitablemente en torno a lo que habían presenciado momentos atrás.
"No sabía que la joven maestra dominaba esa técnica, realmente me sorprendió"
"Yo pensaba que solo entrenaba técnicas de cultivo espiritual"
"Si no me equivoco, esa era la técnica Empuje de Viento, aunque su potencia…¿no era demasiado alta para ser solo una técnica básica de primer grado?"
"Debes estar equivocado, estoy seguro que mínimo es de nivel medio, ya se me hacía raro que el señor Hargen no le haya dado ninguna técnica elemental"
"Qué sé yo, no se mucho de técnicas elementales"
"Nunca entenderé los nombres de esas técnicas elementales…Puño de Fuego, Puño Ígneo, Puño Solar", enumeró con ironía, "Al final, ¿no es solo una forma elegante de decir “te voy a quemar”?"
"Jajaja, créeme, hay diferencia. Si piensas que un simple Puño de fuego y un Puño solar son lo mismo, terminarás chamuscado antes de poder decir 'Ya perdimos' "
Al parecer, la humillación de anoche había servido para unirlos un poco más, sobre todo a Yuta con los demás.
Entre risas y bromas, Yia tiró suavemente de la ropa de Danny, llamando su atención con un gesto silencioso.
Danny la miró. Aunque aún no confiaba del todo en ella, su apariencia lograba que bajara la guardia, aunque fuera un poco.
"Mami dice que quiere hablar con el capitán. Ella está esperando en la habitación"
"......"
Los tres guardias quedaron en silencio al escucharla.
'Así que ya es hora', pensó Danny. Por fin podría hablar con aquella mujer misteriosa. Miró al trío y ordenó:
"Esperen aquí a Wendy"
Antes de que el trío respondiera, Danny se dirigió a paso firme hacia la habitación, con Yia siguiéndolo de cerca. Había considerado quedarse otro día si aquella misteriosa mujer no aparecía, pero ya no hacía falta.
Danny empujó la puerta con cautela.
Sobre la cama, una figura vestida de negro lo esperaba, la capucha cubriéndole el rostro y una máscara de plata ocultando cualquier emoción.
Danny la observó unos segundos antes de acercarse. Se detuvo a un par de metros, respiró hondo y preguntó sin rodeos.
"¿Eres del dúo fantasma?"
Era lo primero que necesitaba confirmar. Su apariencia coincidía con lo poco que se sabía de ellos, y además, ambos eran capaces de ocultar por completo su presencia. No era lo mismo que no percibir el cultivo de alguien más poderoso; esos aún se sentían ahí. Pero con la mujer y Yia…no había nada. Un vacío absoluto.
Lo único que lo hacía dudar de sus identidades, era que se sabe que el dúo fantasma está formado por un hombre y una mujer, ignorando a Yia. Pero eso no cambia el hecho de que son fuertes.
Al menos, Yia lo era.
La mujer permaneció en silencio; en su lugar, fue Yia quien habló, aunque algo en ella parecía distinto.
"Sí, lo soy. Es reconfortante que nos recuerden…aunque, en realidad, no hicimos mucho"
"Si, lo soy, se siente reconfortante que nos recuerden, aunque no hicimos mucho"
Danny frunció el ceño mientras la observaba.
"¿Ni siquiera ahora vas a hablarme, estando solos? No hay razón para seguir usando a tu hija para comunicarte"
Sentía una punzada de fastidio ante el trato frío de la mujer.
¿De verdad seguía fingiendo que le dolía la garganta?
Qué tontería…Danny no estaba de humor para juegos.
Yia se encogió de hombros.
"Ahora soy yo quien habla. La mujer en la cama es Yia"
Danny la miró atónito.
¿Había escuchado bien? ¿La mujer en la cama…era Yia?
De repente, la mujer en la cama agitó la mano con un entusiasmo casi infantil. Sus gestos eran ligeros y juguetones, un contraste absoluto con la figura enigmática y sombría que Danny había estado observando momentos antes.
Danny parpadeó una, dos veces…como si su mente necesitara reiniciarse para entender lo que veía.
"¿Me estás diciendo que tú…eres ella?", preguntó, señalando con un dedo tembloroso a la mujer en la cama.
"Sí, soy yo", respondió con seguridad, colocándose las manos en la cintura. No quedaba rastro de la Yia infantil de antes.
Luego volvió a mirar a la mujer, "¿Y tú eres Yia?...", su mente se negaba a aceptar la idea.
La mujer asintió con fuerza, señalándose el pecho como si quisiera gritar:
"¡Sí, soy yo!"
Danny se quedó boquiabierto.
¿Qué demonios eran esas dos?
Era la primera vez en once años que Danny presenciaba algo inaudito.
¿Intercambio de cuerpos? ¿Eso era posible?
'Espera...', Danny negó con la cabeza, tal vez solo están jugandole una broma, las dos de por si ya eran extrañas, pensar en algo así era factible.
Editado: 03.11.2025