Alma Maldita. Más allá de la muerte 2

Capítulo 19: Entidad maligna

Capítulo 19:
Entidad maligna
 

El mal regresa

cuando menos lo piensas. 


Nick

El viaje de regreso a casa fue en completo silencio.

A mi hermana la tuvieron todo el día en observación, le hicieron un par de exámenes. Aunque nos habían dicho que solo serían un par de horas, a la final el doctor decidió que mejor pasara la noche en el hospital. Ella paso una buena noche, sin ningún tipo de complicación, y a primera hora le ha permitido irse.

Mi madre llego en la noche, con buenas y malas noticias.

Danna ha regresado a su cuerpo, no recuerda mucho sobre el tiempo que ha estado fuera, pero ha vuelto y eso es lo importante. También se encuentra detenida por ser sospechosa de la muerte de Robert. No hemos sabido nada más.

La puerta del cuarto de mi hermana está abierta. Me asomo y la encuentro recostada en su cama con la mirada en el techo. Toco y paso.

—Necesitamos hablar —se incorpora.

Cruza las piernas y me invita a sentarme. Sus azules son lo único que tiene color en su rostro, su piel está muy pálida.

Su cabello negro está recogido, y algunos mechones se encuentran dispersos, muy cortos para mantenerlos sujetos.

— ¿Qué te dijo Danna? —pregunta esquivándome la mirada.

—No me respondas con una pregunta. Dime que está pasando —insisto con firmeza.

—Nuestra madre tuvo una hermana. Su nombre es Esther, se presentó ante mí como un alma desconsolado, dijo que estaba atada a este mundo por Anabel. Dijo que podía ayudarme a liberar a Danny para que no siguiera lastimando a nadie más. Le permití entrar. Ahora no sé cómo impedir que me alcance. No sé cómo pararla.

Sus ojos están aguados, y con cada palabra su voz temblaba. Asustada, puedo ver el miedo que se mueve como hilos invisibles por todo su cuerpo. Parece ilógico que alguien que está acostumbrado a prestar su cuerpo a los muertos para que se comuniquen, este temblando de miedo, pero uno nunca se termina de acostumbrar del todo al mundo sobrenatural.

Siempre esta ese momento de indecisión en el que la mente pone ante ti un sinfín de escenarios que te paralizan el cuerpo. Cada experiencia en lo que hacemos trae consigo nuevos miedos, y nuevos retos. Todo va de la mano.

—Tiene que haber una manera de alejarla —ella niega. Sus piernas cruzados se mueven con excesiva inquietud—. Danna ha vuelto a su cuerpo, lo tuyo no puede ser tan difícil.

—Ya mamá lo ha intentado, y ella ha regresado. Estoy segura que va a volver —. Toma mis manos, están un poco frías—. Esto no es como Danna y su gemela, es algo mucho más siniestro. Ella está tomando control de mi cuerpo. Si se apodera por completo, ella no es Danny que quiere experimentar una vida que le fue negada. Ella busca venganza.

—Thomas y yo ya estamos investigando —. Trato de tranquilizarla—-. Encontramos unos recortes de periódico y una fotografía. Esa tal Esther de la cual nuestra madre nunca nos ha hablado, fue amiga de Anabel y la madre de Danna. Lo que significa que todo está entrelazado. Necesito hablar con mamá sobre esto… vamos a encontrarle solución a este problema. ¿Está bien?

Afirma con dudas.

—Danna dijo algo parecido —dice en un susurro.

—Ella no es alguien que se rinda con facilidad —. Danna por más asustada que este, siempre se enfrenta a la situación.

Me muevo y me acomodo a su lado. La dejo recostarse en mi pecho, como cuando éramos pequeños y le daba miedo dormir sola.

Cristal siempre termina en mi habitación, me abraza con fuerza y se acurrucaba a mi lado, creo que ya había comenzado a ver fantasmas pero estaba muy pequeña para comprender lo que le ocurría, y siempre terminaba durmiendo conmigo. Sonrió ante el recuerdo. Me recuesto en la cama y ella se acomoda a mi lado.

Acaricio su cabello, mientras el silencio se alza en la habitación. Siento como su respiración se vuelve más pausadas, hasta quedarse dormida.

En la poca información que he encontrado di con una leyenda que cubre ciertas características con la casa abandona en la que esos tres chicos se suicidaron.

La historia dice que una mujer dedicada toda su vida a la magia negra, nunca se casó, nunca tuvo hijos, y ni siquiera amistades. Fue una mujer temida por sus vecinos. La soledad la llevo a quitarse la vida. Se ahorco en el centro de su casa, justo en la sala de frente a la entrada principal. Quienes la encontraron dicen que dejo un escrito, dando una advertencia a quien intentara ocupar el lugar. Los lugareños nunca intentaron acercarse por miedo a lo que el fantasma de esa mujer pudiera ocasionar.

La casa permaneció abandonada hasta que un grupo de adolescente perturbo al fantasma.

No hay registros de quienes entraron a la casa abandonada, solo es una leyenda. Sin embargo, apostaría lo que fuera a que ese grupo de jóvenes se trata de Anabel y sus amigos. Solo tengo que confirmar la dirección con la residencia de mis abuelos maternos fallecidos. Mi madre ha hablado muy poco de ellos, y nunca ha mencionado donde 
pasó su infancia.

No es difícil imaginar porque.

Me levanto con cuidado de no despertar a Cristal, y regreso a la sala. Quizás sea momento de hablar con mi madre, pero no la encuentro en su lugar ha dejado una nota.




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