Alma oscura

Capitulo 2

Sergey Dossantos

 

No podía creer lo que estaba pasando, parecía una puta pesadilla, ¿Que diablos tenía en la cabeza mi padre? ¿En qué carajos pensaba? Alguien le metió esa puta idea en la cabeza quisiera saber quién fue y darle su merecido, caminaba a prisa, una vieja me tropezó

– Disculpe, me dijo 

Mire su nombre en el bordado de su uniforme de enfermera que decía Rosario, la fusile con mi mirada, luego mi móvil sonó, miré la pantalla y valla sorpresa mi gran amigo Leonardo 

– ¡Hasta que te apareces!, Bufe 

– No vengas con mamadas cachón, me repicó el puto colombiano 

– ¿Cuando regresaste?, Le pregunté 

– Ayer por la mañana, así que ya sabes, no tengo que decírtelo, ¡Vamos a emborracharnos hasta cagarnos! ¿Que dices? 

– Sabes bien que no te diré que no, necesito un trago, mi padre me daño el día, las puertas del ascensor abrieron y salí

– ¡Bueno celebremos por el viejo Freddy que acabo de dañar tu día!, río divertido el muy cabron – Te llamo para confirmarte la hora 

– Pues bien, me daré un baño para sacarme la mala vibra, le dije al tiempo que abría la puerta de mi automóvil... 

Conducía a toda velocidad, quería llegar a casa lo más rápido posible... 

La empleada abrió la puerta 

– ¿Desea comer algo jóven Sergey?, Me preguntó María 

– No quiero nada, contesté tajante. 

No está demás adivinar que la deje sorprendida pocas veces le hablo  de esa manera, es una mujer muy importante para mí, está conmigo desde que mi madre murió es a ella a la que veo como madre, la quiero mucho. 

– Si necesitas algo solo pídelo, la escuché decir 

– Si si, como digas, camine hasta mi habitación. 

Me quite la ropa y entre a la ducha de verdad necesitaba el puto baño, mi cabeza no dejaba de pensar en las palabras de mi padre ¿Casarme yo? ¡Que locura!, ¿A quien buscará? Alguna pobretona fea y sin gracia, me perturbaba pensar el tipo de mujer que me buscaría, mis amistades se burlarían de mí, estoy viviendo una desgracia no tengo hijos y ya estoy pensando como serán, iran a ser feos como su madre ¡Bendito cielo porque me castigas!... 

 

Me servi una copa de Brandy, un mensaje llegó a mi móvil 

" Tengos ansias de que me hagas tuya estoy cerca de tu casa" 

Sonreí al leerlo, ese era satán el que me estaba colocando las carnadas, y quién era yo para negarme a semejante mujer, una morena cubana muy preciosa llamada Hirraz Gondoy, no dude en responderle, termine mi copa y me servi otra, luego otra, otra más hasta que escuche que tocaron mi puerta... 

– Adelante, dije en voz alta 

Lo primero que ví fueron dos largas piernas muy hermosas, esa minifalda negra no iba a ser un problema. Hirraz le coloco seguro a la puerta de mi habitación. 

– Quería venir a despedirme, eso de hacer llamadas no es lo mío, escuché ese hablado cubano al tiempo que quitaba su camisa. 

Mordí mi labio inferior al ver sus hermosos senos 

– Entonces bienvenida Hirraz, me lleve la copa llena de licor a la boca – Quítame el estrés que invade mi cuerpo. 

Esa chica no dudo en abalanzarse a mí, la rumba y las mujeres era mi perdición, tenía que hacerle un buen trabajo a esa hermosa morena que se lleve a su país un lindo recuerdo de Sergey Dossantos... 

 

Seher

 

Tenía la seguridad de que mi hoja de examen estaba excelente

– Muy bien chicos, entreguen sus hojas, recuerden ver sus calificaciones en sus correos, dijo el profesor. 

Mire a Guadalupe, me guiñó un ojo en respuesta, eso quiso decir que también respondió todas las preguntas. El profesor se puso en pie derrepente 

– ¡Olvide decirles que hoy saldrán temprano!. Dijo en voz alta 

Mis compañeros celebraron con aplausos

– ¡Genial!, Gritó uno de ellos, Augusto era el más indisciplinado del salón – ¿Quien va a ir a celebrar hoy en casa de Thiago? 

La mayoría respondió, sonreí mirando a Guadalupe

– Llamaré a la biblioteca, le dije 

– Dale amiga... 

Se notaba la emoción de ella, era la primera vez que saldríamos en un plan como este 

– Buenos días señora Agar, quería preguntarle ¿a qué hora podía ir?..., Mire a Guadalupe y sonreí, ella arqueó una ceja preguntándome qué había pasado – Oh está bien, entonces mañana. 

Mi amiga gritó de emoción 

– ¿No irás verdad? 

– Dijo que hoy no abrirá, está de paseo con su esposo 

Gritó nuevamente

– No la conozco y ya la amo 

Puse los ojos en blancos

– Estás demente, acompáñame a ver a Hugo 

– Vamos a hacerle barra a mi cuñado, reí de su comentario – Prométeme que cuando tengas una hija le pondrás mi nombre

Me detuve al escucharla, frunci el ceño extrañada 

– ¿Que dijiste?, Pregunté 

– Lo que oíste Seher, sabes que no tengo hermanas y que eres la única a la que quiero como tal, extendió su dedo meñique – Lo prometes 

La mire por unos segundos

– ¿Todo está bien? 

Me pareció ver sus ojos aguados 

– Sí, todo está bien, respondió. 

Extendí mi dedo meñique y lo cruzamos 

– Te lo prometo, y aparte también serás la madrina 

Me abrazó fuerte

– Seré la tía madrina mas alcahueta de este mundo.

Reímos divertidas... 

 

Llegamos a la cancha donde mi novio jugaba fútbol americano contra otro equipo, al parecer iban ganando y eso era bueno... 

– ¡Dale Hugo!, Gritó Guadalupe llamando la atención de él

Al vernos sonrió y saludo agitando su mano. Sentía mi corazón  latir súper rápido, estaba tan enamorada. 

– ¿Ya te acostaste con Hugo?, La pregunta de Guadalupe me tomo por sorpresa

– ¿Qué? 

– ¿Que si ya se acostaron? 

Abrí los ojos como platos, negué de inmediato

– No 

– ¡No inventes!, Aún eres virgen, pensé que ya habías estado con él

Me sentí apenada pero teníamos demasiada confianza

– ¡Lupita!, La reprendi – Aún no, una vez intentamos pero, me dió miedo 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.