Seher
No habia probado bocado estaba muy molesta con Lupita. Trate de acomodarme en la cama no pude evitar recordar a Hugo cuando me vio en este estado, cerré mis ojos y volví nuevamente a ese horrible momento...
– ¿Seher? Mí amor estoy aquí. Escuché la voz de Hugo en la habitación
Me sorprendí ... Sus ojos engrandecieron al verme, dio pasos hacia mi y grité molesta
– Quiero que te vallas, no me veas así Hugo por favor ¡Lupita! ¡Lupita!
Dió pasos hacia mí y cubrí mi rostro de inmediato con mis manos.
– ¿Porque haces esto? ¿Porque quieres hacerme a un lado?, También hago parte de tu vida.
Negué
– Fui violada, me quitaron mis sueños Hugo, dije entre lágrimas – ¿De verdad crees que puedas soportar esto? Porque yo no me puedo, tengo esa noche en mi mente, me doy asco ¡Yo misma me doy asco!. Grité.
Dio pasos a mí y me abrazó fuerte y lloré sacando ese dolor que tenía dentro de mí
– No me saques de tu vida Seher, no lo hagas te lo suplico, no dejes que está situación que atraviesas acabe con lo nuestro por favor. Su voz se escuchó quebrantada.
Sentía que moría al ver sus ojos llenos de dolor, no podía soportarlo y negue cambiando de aptitud frente a él
– Vete, no puedo hablar más, no quiero hacerlo, ¡Lupita! ¡Lupita! ¿Dónde estás?
– No me hagas esto
– Vete, ¡Que te largues!, Grité – No me mires de esa manera no quiero tu lastima. Dió pasos atrás al escucharme hablar de esa manera fría – Vete.
– Me iré por ahora, no te perderé, te amo y no me importa lo que esté por pasar Seher.
Mi pecho se contrajo de la manera más fea que se puedan imaginar, fue un dolor inmenso al escucharlo hablar de esa manera, nos amabamos yo lo amaba...
Estaba perdida mi pensamiento, no dejaba de pensar en ese encuentro con él.
Hugo era el hombre al que yo amaba, lo conocía, sabía que haría lo que fuera por estar a mi lado.
– Señorita Seher, le traje algo para que coma.
Me dijo la enfermera.
Tenía hambre y está vez si comería así que asentí en respuesta.
– ¿Dime qué puedo pasar? ¿Aún sigues enojada?, Pregunto Lupe
No respondí
– Por favor, no me castigues de esta manera, entiende, Hugo es, es, tú lo conoces más que nadien.
– Ya basta, no me hables de Hugo en este momento
– Está bien no te enojes, no hablo... Dió pasos hacia una de las ventana de la habitación – Tienes hermosa vista de este lado, no se puede negar que hay buena luz, saldré por unas horas y regresaré, te prometo que no te dejare sola ni un momento.
Cuando dijo eso sentí un feo amargo, estaba molesta pero no quería que se fuera.
– Está bien, respondí
– Traeré mis maquillajes para tapar todos esos moretones ¿Te parece?. Asentí en respuesta – Te quiero mucho Seher. Dijo antes de irse, no quería que se fuera, no quería estar sola – No me tardo. Dijo antes de cerrar la puerta.
Miraba la hora cada rato, el dolor en mi cuerpo era menos, me levanté algo adolorida, di pasos hacia el tocador y mire mi rostro por unos segundos...
Las lágrimas bajaron por mis mejillas, tome un adorno que estaba puesto en la mesita y lo estampe contra el espejo, al tiempo que cayeron los vidrios caí yo al piso arrodillada.
– ¿Porque a mí? ¿Porque yo?, Grité entre lágrimas
– ¿Que haces ahí muchacha?, Ven levántate. Dijo el señor Freddy.
Me ayudó a ponerme en pie y me llevo hasta la cama
– No creo que ser digna de que me case con su hijo señor Dossantos. Le dije
Me miró por unos segundos y limpio mis mejillas
– Eres perfecta Seher. Respondió
Trague en seco y acomode mi espalda
– ¿Porque quiere que su hijo se case? Yo creo que debería de buscar otra chica de su mismo nivel
El tomo una silla y se sentó al lado de la cama
– Sergey es un chico de vida fácil, desfifarrador de dinero, fiestero, tomador. Mientras unos desean tener para prepararse en una carrera universitaria tristemente mi hijo se da la dicha de no estudiar. Es el único hijo que tengo, ¿A quien le dejo mi clínica y mis otras propiedades?, Si no tomo cartas en este asunto, perderé lo que he logrado con tanto esfuerzo Seher
– Es un típico niño fresa, dije
– Así parece, quiero que me digas todo lo que sientas que no te guardes nada, que confíes en mí, yo haré todo lo que esté en mis manos para ayudarte a ti y a tu madre.
– ¿Sabe algo de ella?, Pregunté
– Solo hablé con mi amigo y colega, lo conozco de hace muchos años, tu madre ya está instalada en la clínica, están haciendo exámenes para ver cómo van a empezar a tratarla, no te preocupes
Guarde silencio...
El señor me observaba
– Ha pensado en la posibilidad de que alguno de los dos diga, no. No acepto. Le dije queriendo saber su respuesta
– Claro que sí, te diría que no lo hicieras. Eres una clave para que mi hijo haga un gran cambio en su vida.
– Yo no lo haré, le debo la vida de mi madre, creo que nunca se saldará esa cuenta.
– Tu madre es una gran mujer y una gran enfermera mi niña.
Cuando dijo "Mi niña" me sentí abrigada.
– Lo sé, respondí
– Quiero aclararte algunas cosas, soy una persona bastante reconocida, mi clínica es una de las mejores, por tanto mi nuera debe tener tal aptitud. Sergey quiere hablar contigo en frente de un abogado
– Yo no quiero nada de lo que sea suyo. Me apresuré en decirle – Ni dinero ni nada de esas cosas
– Tranquila eso lo sé, firmarán un acuerdo mutuo solo será eso, hablarán a solas, solo se pondrán de acuerdo en las cosas de pareja, como dije antes, esto será bajo tus reglas el está de acuerdo, así que no hay ningún problema
Suspiré profundo
"En qué me metí", pensé dentro de mí
– Está bien
– Tendrás un auto y un conductor para que te lleve a la universidad. Iba a decir algo cuando el me interrumpió enseguida diciéndo – No dirás nada al respecto, no puedo permitirme que andes sola después de lo que te pasó, respecto a eso aún siguen las investigaciones, cuando te sientas mejor debes hablar de todo lo que pasó esa noche.
Editado: 12.08.2023