Seher
Estaba sentada en posición de bebé apoyando mi espalda en la puerta recordaba una y otra vez sus palabras llenas de veneno. Me sentia desolada.
– ¿Que estoy haciendo?, Me dije a misma – ¿Que estás esperando Seher? Que este hombre acabe con tu pensando las cosas como no son.
Lupita me tocaba la puerta insistente.
– Abre la puerta Seher, estoy preocupada por tí, dime lo que quieras que yo lo hago amiga, abre la puerta.
Si ese desconocido estaba dispuesto hacer lo que fuera por su novia, porque no aceptar la propuesta de Hugo, entonces recordé lo que dijo
– Huyamos, no te cases con ese hombre, lucha por mí, lucha conmigo Seher, vente conmigo.
Me puse de pie y respire profundo.
– Haré lo que sea Hugo. Susurré
Abrí la puerta y vi el rostro de angustia de Lupita
– Por fin, me tenías preocupada, dijo mirando el anillo que tenía puesto en mi dedo – Parece que todo es un hecho ¿No?
– Dijiste que harías lo que fuera por mí, le dije agarrando su mano – Sácame de aquí Lupe, ayúdeme a irme de aquí
Ella miró el desespero en mí rostro y en el tono de mi voz
– ¿Estás segura? Si eso quieres vámonos ya, empaca tus cosas y vámonos de aquí
– No, nada de esto es mío, dije dando pequeños pasos quitando el anillo. Lo coloque en la cama con la cadena – No soy merecedora de estas cosas
– Obvio no, mereces cosas mejores que ese tipo como esposo, siéntate, me señaló la silla de ruedas – No volverás más a este lugar amiga. Aseguro
Me senté y sonreí a medias.
Cuando íbamos saliendo la enfermera protestó
– ¡No pueden irse! ¡No tu Seher! Si lo haces tendré serios problemas, advirtió
– Claro que vas a tener serios problemas si intercedes, romperé tu hermoso rostro si llegas a ser un obstáculo en este momento. Dijo Lupita dejándome sorprendida, la estaba amenazando.
– Les daré unos minutos para que logren salir del edificio, pero tengo que decir que se fueron, este es mi empleo. Dijo la chica
– No te preocupes, te agradezco todo lo que hiciste, para tí no es un secreto lo que está pasando estas paredes. Le dije
La chica asintio con una mirada de lastima
– Entiendo, se les va hacer tarde. Dijo apoyando nuestra intención...
Salimos a prisa y Lupe paro un taxi.
– Vamos a tu casa
– ¡No! ¿Cómo crees?, repique de inmediato – Ahí sería el primer lugar donde llegarían por mí
– Entonces llamaré a Hugo, no tenemos más opción ¿Estás de acuerdo?
– Si...
Freddy
Tenía algún tipo de presentimiento, tenía la vista perdida.
– ¿Señor? ¿Se encuentra bien?. Me dijo el chófer
– ¿Que?, Respondí
– Es que le eh hablado varias veces, ya llegamos
Exhale consternado
– Parece que no es mi día, no me demoro. Le dije mientras bajaba del auto.
Daba pasos hacia la inspección de policía y entro una llamada. Mire el identificador de llamada era la enfermera.
– ¿Cómo sigue la chica? ¿Ya está mejor?, Pregunté
– Señor Dossantos entre al baño y cuando salí para darle su medicina ya no estaba, se fue con su amiga. La escuché decirme
Me detuve frente a la puerta de la entrada
– ¿Que fue lo que dijiste? ¿Cómo pudiste haberte descuidado? ¿Escuchaste algo?
– No, solo note a su amiga algo desesperada cuando Seher estaba en la habitación con su hijo.
Cerré lo ojos algo frustrado
– Si quieres ve a tu casa y espera mi llamada, yo arreglo esto. Le ordene
Corte la llamada y le marque a mi hijo...
– Hola papá ¿Todo bien?, Me respondió al abrir la llamada
– Se puede saber ¿Que le dijiste a Seher?, Le dije molesto
– ¿Que le dije? Nada que le voy a decir
– Pues más te vale que aparezca y que nada le halla pasado
– ¿Porque dices eso pa?
– Seher escapó y quiero que la busques. Le dije al tiempo que corte la llamada y entraba dónde ya me esperaban – Buenas noches, saludé al investigador.
– Buenas noches señor Dossantos, sigame, no creerá lo que encontramos en las cámaras de video de esa noche.
Sergey
Quede helado, me alegre al escuchar que había escapado pero al tiempo me sentí decepcionado al ordenarme que la buscara.
– Me alegra haberte dicho tus verdades, a lo mejor fue por eso que huiste. Murmuré
– ¿Todo bien?, Dijo Leonardo
– A que no adivinas ¿Que paso?
– No pues, ni idea
– La farsante a escapado
– Es bueno para tí ¿No?
– Nos toca buscarla
Leonardo río derrepente
– Creo que escuché mal ¿Nos toca?, ¡Te toca!, Del verbo búscala tú compadre
– Ya levántate Leonardo, no me dejes solo con este problema
– ¡Rayos! Ya estoy empezando a lamentar ser tu amigo
– Si si como sea, iremos al apartamento donde estaba luego preguntaremos
– Si si como ordene capitán.
Sonreí, salimos del bar y subimos al auto...
Llegamos al hotel
– Valla ¿Aquí se hospedaba?, Dijo Leonardo sorprendido
– ¡Puedes creerlo! Anda camina...
Entre a la habitación y valla sorpresa la que me lleve, no podía creerlo.
Di pasos a la cama y ahí había dejado el anillo junto a la cadena.
– Así que no te lo llevaste, que ladrona tan inteligente. Gire mi cabeza y se me dió por ver el closet, escapó sin ropa, todas las prendas tenía etiqueta.
¿Que quieres demostrar?, Pensé
– Se fueron en taxi, y no llevaban maletas. Dijo Leonardo
– Le escribiré un mensaje a mi padre, el debe saber la dirección de su casa. Le decía miéntras escribía – Listo ya la tengo
Leonardo no me siguió me miraba con extrañes
– No entiendo Sergey, si esta chica se fue ¿Porque la vamos a buscar? No es mejor fingir que la estás buscando y dejarla que escape
– Mi padre no lo dejara pasar, respondí
– Yo creo que es todo lo contrario amigo, te está gustando todo esto
Editado: 12.08.2023