Sergey
Se podría decir que tuve el mejor sexo, y es Maura fue la primera virgen que me había cenado. Cómo no ser el hombre que toda mujer desea en la cama.
Aún así no se porque no podía sacar de mi mente el rostro de asombro de esa mujer. ¡Carajo! ¿Que diablos me está pasando?, Pense dentro de mí.
Mira a Maura y le dije
– Bajare por un vaso de agua, ¿Quieres algo?
Ella negó sonriendo mirándome algo deseosa.
Llegué a la cocina y no me encontré con nadien
– Que más da, yo tengo manos.
José al parecer se encontró con la cocinera
– ¿No comió? Pregunto la chica como sorprendida
– No a probado bocado en todo el día, es preocupante ¿No lo crees?, Respondió el mayordomo
Camine hacia ellos y se sorprendieron al verme
– Necesita algo?, Dijo José
– ¿Seher no a comido en todo el día?, Pregunté
– No señor, discúlpeme pero
– No te preocupes, le dije.
Subí molesto y toque la puerta con fuerza
– Abre la puerta Seher, grité
– Estoy bien solo quiero dormir, respondió
Empuñe mi mano
– Abre la puerta o la tiro. No estaba amenazando si no la abría juro que la hubiera derribado.
Escuché cuando le quitó el seguro a la puerta, no me había fijado en lo apuesto que me veía sin camisa, sus ojos parpadearon al ver mi cuerpo, la aceche aprovechando la situación
– ¿Que pasa?, La acorrale – ¿Porque no has querido comer? ¿Quieres enfermarte y echarme las culpas?, Grité
Negó moviendo la cabeza
– No me provoca comer, respondió
– ¿Porque no quieres comer?, Me acerque a ella – ¿Te afectó verme con otra?, Le susurre
La asentí estremecerse.
– No, sal de mi habitación, no hagas esperar a tu novia.
Sonreí al escuchar su respuesta.
– ¿Que estabas haciendo ahí?
– Yo, yo, titubeó – Yo fui a reclamarte ¿Porque habías eliminado mis contactos?, Gritó
– Porque me dió la gana, respondí – Solo tendrás los números que yo quiera que tengas
Abrio los ojos sorprendida
– ¿Que? ¡Estás loco! ¿Porque harías eso? No eres mi nada mío para que tengas ese derecho
– Seré tu esposo, ¿No te es suficiente?, Mañana vendrá tu amiga, tendrás un día hermoso, mañana escogeras el vestido de novia, espero que tengas buen gusto
Frunció el ceño extrañada
– ¿Tan pronto?, Lo dijo en un tono de voz tan bajo que casi no la escuché
La tomé de la cintura
– ¿No estás ansiosa? Dije burlón – Pensaba que querías que nos casaramos lo más pronto posible. Dije saliendo de la habitación...
Me disfrutaba verla temblar cuando estaba cerca a mí, baje a la cocina nuevamente.
– José, llevele algo ligero de comer a la señorita Maura. Ordené.
– Enseguida señor.
Pasaba por la habitación de ella cuando escuché la voz de Maura marcando su territorio, no la interrumpí, dejé que la intimidara...
– Haré lo que sea para sacarte de mi camino, intrusa, Sergey es mío, que te quede claro. Por su tono de voz se mostró agresiva.
– Esa es mi mujer, susurré.
– No tienes porqué sentir que lo perderás, le respondió seher.
Esa respuesta me cayó bien, así que era hora de entrometerme.
– Maura, ¿Que estás haciendo aquí?, Le dije entrando a la habitación – Ven conmigo. Extendí mi mano para que la tomara.
– Vine a saludarla, me dijo.
Que mentirosa, se inclinó y me beso frente a ella, la mire con el rabillo del ojo y se sintió un poco mal, así que mejor me iba de ahí con mi mujer...
Horas más tarde no podía dormir, pensar que tenia a estas dos mujeres en esta misma casa me estaba cayendo mal.
Me levanté de la cama
– ¿A dónde vas?, Maura parece una gata en celo
– Tengo fatiga ¿Porque algún problema?, Le dije mala manera
Ella se sorprendió
– Grosero, respondió
No sé porque carajos se me dió por abrir la puerta de su habitación y para mí sorpresa no estaba ahí.
– ¡Esta mujer siempre busca la manera de hacerme enfurecer!, Bufé
Camine hacia su balcón y voltee los ojos en blancos al verla dormida en la piscina, baje de inmediato...
Me acerque a ella y estaba profunda, mire su rostro. Esta chica era hermosa, no pude evitar darle un beso, al sentir sus labios los encontre fríos.
La cargue entre mis brazos
– ¿Que hacías en la piscina? ¡No te das cuenta que la noche está fría seher!, Le susurré en su oído molesto por sus acciones, la acoste en su cama.
Esa mujer está helada, mientras no podía evitar ver su boca la cubrí con un manta. Me detuve unos segundos observandola dormir derrepente llegó Maura
– Ya déjala, ven conmigo vamos a dormir, por su tono de voz pareció molesta, accedí a seguirla.
En la mañana siguiente me tomé la molestia de enviarle un mensaje a su mejor amiga para que no se le olvidara que debía estar aquí muy temprano.
José me había llevado una taza de café, camine hacia la ventana para despejar un poco la mente, fue todo lo contrario, ví la alegría de Seher al encontrase con su amiga, esta chica demostraba no tener los tornillos en su lugar y sonreí por la forma en la que se demostraban cariño.
– ¿Porque sonríes de esa manera?, Me preguntó Maura
– Se cayó el jardinero, respondí.
Iba acercarse pero lo evite, me atravesé en su camino y la besé.
– Quisiera decirte que te deseo otra vez, pero necesito revisar mi correo, ¿Me prestas tu portátil? me susurro en mi boca
– Claro, está en la oficina, puedes estar allá todo el tiempo que quieras. Le dije besándola nuevamente...
Después de unos minutos me termine de arreglar con la intención de ir a la habitación de Seher y darle una tarjeta para que compre el vestido.
Escuché a la pajarraca de su amiga querer maquillarla. Me pare en la puerta a escucharlas hablar, se miraron al verme. Así de intimidante soy.
– Deberías de hacerle caso a tu amiga, arréglate un poco, te vez enferma, creo que no le gusto mi humilde opinión a la Lupita esa porque fue la que respondió
Editado: 12.08.2023