Sergey
No sé porque sentía ansiedad, claro que lo sabía, me iba a casar, camine al espejo para colocarme la corbata.
Mi papá entro a la habitación, me dió un manotazo en la cabeza.
– ¿Te acostaste con Seher?
Quede asombrado
– ¿Que? ¿Cuál es el problema?
– ¡Te dije que no lo hicieras!, ¡No podías hacerlo Sergey!
– ¿Y porque? La escogiste como mi esposa
Me dió una cachetada que me hizo reiniciar el día en que nací.
– Pero no para que cumpliera como cónyuge
Mi sangre hirvio, entonces ellos si traían su cuento
– ¿Tienes algo con ella? Le pregunté, si me reclamaba era por algo ¿O no?
Mi padre cerro los ojos
– ¿Que estás diciendo hijo? ¿Cómo crees que tuviera un romance con ella? Acaso eso es lo que piensas Sergey
– Así parece, respondí
Se acercó a mí para ayudarme con la corbata.
– Jamás, jamás tendria un romance con una chica de su edad, podría ser mi hija Sergey, la estoy protegiendo.
Frunci el ceño confundido
–¿Protegiendo? ¿Porqué? ¿De quién? ¿Quien es ella?, Me llene de curiosidad
– Hijo, no te daré detalles, no mal intérpretes cosas, ella es buena.
Mi padre se veía seguro de lo que decía y eso me molesto
– ¿Confías en ella papá?
– Lo suficiente para haberla escogido como tú esposa, pero lo que hicieron tiene consecuencias
– ¿De que hablas?, No entendí a qué se refirió
– A que podrías haberla embarazado, y eso no lo quería Sergey, quería que te enfocaras en otras cosas y resulta que pueda de que hallas embarazado a esa chica.
Beso mi frente antes de irse y dejarme sin palabras, no había pensado en eso.
– ¿Embarazada? ¡Lo que faltaba!...
Tocaron la puerta de mi habitación.
– ¿Ya está listo el novio?, Pregunto Leonardo
– ¿Viste a Seher? Necesito hablar con ella
– No la eh visto, y tampoco puedes verla, anda tu padre nos espera...
Salí de la casa y el nuevo chófer abrió la puerta del auto, ese tipo me miraba extraño.
Llegamos a la iglesia...
Los invitados susurraban, era obvio, nadien se esperaba mi repentina boda, aparte de eso la mayoría siempre me había visto con Maura.
– ¿Estás bien? Pregunto mi padre llevándome del brazo
– Estoy bien, no feliz, pero estoy bien.
– Hazlo por mi hijo, necesito que mi hijo herede mi imperio y más ahora que compre acciones en una empresa.
Entonces mi padre era un adicto al dinero o no sabía que hacer con el.
Sonó la música que señalaba la entrada de la novia y ahí entraba ella de la mano de la loca esa.
Valla sorpresa, Seher llevaba puesto un vestido de novia color negro.
"Ese no era el que habías comprado Seher" pensé dentro mí
– ¿Viene vestida de negro?, Pregunto mi padre sorprendido
– Exactamente, le queda perfecto ¿No lo crees?. Sonreí
– Eso no puede estar pasando, bufó molesto.
Sus pasos eran seguros a lo mejor y se sentía cómoda, de todas maneras se veía hermosa.
Los invitados murmuraban su estilo, no era común una novia vestido de negro, se posó a mi lado cuando su amiga la entregó.
– Te vez hermosa vestida de negro, te queda perfecto, de esa manera muestras como eres por dentro. Le susurre en su oído antes de besarla en la frente.
El padre empezó su sermón, sentía sueño que fastidio.
Minutos más tarde un inesperado acto llamo la atención de todos.
No me esperaba un reproductor de música en medio de la ceremonia. Al parecer escuchar esa canción la descompuso, parecía que el aire no llegara a sus pulmones, sonreí para disimular ese momento y la rodee de la cintura.
– Si que me has sorprendido está mañana, le dije besando su mejilla.
La amiga tuvo la agilidad de quitarle el micrófono al padre y decir las siguientes palabras.
– Está canción se la dedicó el novio a Seher en una salida muy romántica en cuidad de México el año pasado.
Sentí un ardor en la garganta
Vi el rostro de Seher y trataba de no llorar.
– Valla, así que tú primera vez fue en México, tu novio si que sabe dar pelea. Exprese molesto.
Los invitados aplaudieron mi supuesta sorpresa...
– Sergey Dossantos ¿Acepta usted a Seher Blanco cómo su legítima esposa, promete amarla y respetarla en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?
– Acepto, respondí al tener el micrófono cerca mi boca.
Se dirigió a Seher
– Seher Blanco Roldán ¿Acepta usted a Sergey Dossantos cómo su legítimo esposo, promete amarlo y respetarlo en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?
Esta mujer no respondía, demoro para responder
– Habla, dí si quieres o no, susurré lleno de ira por lo había pasado.
– Sí, acepto, respondió
– Pensé que dirías que no, volví a susurrar.
Nos colocamos las argollas.
– Puedes besar a la Novia, termino por decir el padre.
La tomé de la cintura y mire sus ojos por primera vez, ambos nos mirábamos, algo me hizo sentir esa mirada triste, la besé. Cómo regalo le dí un pequeño mordisco a su labio inferior.
Los invitados se pusieron en pie y aplaudieron.
– ¡Vivan los novios!, Gritaron mis amigos.
Sonreí para pasar el momento amargo
– Esto que hiciste me las pagarás. Termine por decirle al tomar su mano y caminar junto con ella...
Recibí cumplidos por su belleza.
– Es muy bonita tu esposa Sergey, dijo un señor amigo de mi padre dueño de una cadena de electrodomésticos.
Así fue todo hasta llegar al salón donde se llevaría a cabo la celebración. Los organizadores de la fiesta tenían todo muy bien decorado, nos llevaron a la mesa principal y nos sentamos.
Media hora después se acercó una mujer y le dijo algo a ella en el oído. Seher me miró, pensé que diría algo pero no fue así.
Mi padre se acercó a mí
– Dame tu celular
– ¿Que? ¿Para que?, Pregunté sorprendido
Editado: 12.08.2023