Seher
Llegamos a la cabaña después de dar el paseo por el río, ví a Hugo y sentí una culpabilidad enorme, sus ojos me reflejaron dolor.
"¿Que estás haciendo Seher?" Me pregunté a mi misma.
– Pequeña, entra y espérame en el baño. Me susurro Sergey y termino con un beso.
Frunci el ceño extrañada.
"¿Le dirá algo Hugo?" Pensé.
Entre a la habitación y me desnude. Me dirigí al baño me metí en la tina dándole la espalda a la puerta del baño, no podía sacarme de la cabeza a Hugo. Cerré los ojos y me hundí.
Jugaba con la espuma del jabón líquido, tan distraída estaba que ni siquiera me di cuenta en qué momento Sergey entro y me cubrió los ojos con una pañoleta.
– Me encantas demasiado, susurró. Lo sentí entrar al agua y me beso muy apasionado.
Sonreí
– También me encantas. Susurré. Pero sentí un amargo por mi respuesta.
Tantos planes tenía Hugo conmigo y yo sintiendo algo por otro hombre.
– Regreso en un momento, dijo en un tono de voz grueso.
Me quite la pañoleta y mire hacia una pequeña ventana que tenía el baño. Salí de la tina y me envolví con una toalla, di pasos hacie el balcón y me perdí viendo el hermoso atardecer.
– Es bonito este lugar. Susurré. Cerré los ojos y respiré profundo el aire limpio de este hermoso bosque. Sentí la mirada deseosa de Sergey.
– ¿Te gusta lo que vez?. Le pregunté
– Más me gusta la compañía, me respondió.
Me gire de frente y lo miré con extrañes. ¿Que hacia vestido si estaba desnudo conmigo en la tina? Me pregunté
– ¿Que pasa?, Preguntó preocupado
– Se supone que estabas conmigo en el baño ¿Porque estás con ropa?, Le dije
Sus ojos enormecieron.
– Repite lo que dijiste. Me dijo
– Estuviste conmigo en el baño, me cubriste los ojos y me besaste luego te fuiste ¿Que pasa?. Respondí preocupada.
Reviso toda la habitación
– No salgas de aquí, me Advirtió
Salió y le coloque seguro a la puerta, estaba asustada.
Revisé una de las maletas y encontre una sudadera blanca y un suéter que tenía una muñeca, me vesti rápidamente y me coloque unos tennis, el padre de Sergey se tomó el tiempo para que todo saliera bien.
Escuché que Sergey gritó mi nombre y me asusté. Salí con cuidado y abrí los ojos al ver que alguien lo arrastraba, tape mi boca del susto con la mano y volví a la habitación, empecé a llorar no sabía que hacer, revise todos los cajones buscando algo que pudiera utilizar para defenderme, revise debajo de la cama y encontré un bate de béisbol, ¿Que hacia eso aquí? ¿De quién sería?, Mis manos temblaban, sentí un ruido y salí hacia el balcón, no era tan alto debía lanzarme desde esta altura, respire profundo no pensé en nada y me lance...
Al caer escuché que la puerta fue derribada y corrí dando la vuelta por la parte trasera de la cabaña hacia donde estaba quedándose Hugo, a lo mejor y ese ladrón no conocía de que hubiera alguien más...
Me asusté al entrar y encontrarlo atado
– ¡Hugo, Hugo!, lo llame por su nombre desesperada. Corrí a la puerta y le coloque seguro.
Busque un cuchillo y corte la soga de sus manos y de sus pies. Tenía sangre en su cabeza.
– Hugo ¿Me escuchas? Hugo despierta por favor, dije llorando
– Seher ¿Que paso?, Dijo adolorido
Me alegre, limpie mis mejillas y lo ayude a ponerse en pie.
– Sergey está adentro, alguien lo arrastraba Hugo, no sé que le hicieron. Dije entre lágrimas.
Cerro los ojos haciendo presión en la herida de su cabeza. Vi en su rostro la tensión por mi preocupación hacia Sergey. Camino hacia la ventana, alzo un poco la cortina para ver hacia la cabaña, se giró y me hizo un gesto que me callara.
– Hay un hombre con la cara tapada, está corriendo como si te buscara. Hay que salir de aqui Seher, y con vida.
Tomo el bate y me lo dió, saco un arma que tenía en la pretina de su sudadera y abrí los ojos sorprendida
– ¿De dónde sacaste eso Hugo?
Reviso que tuviera balas
– De aquí, escúchame lo que te voy a decir, ellos vendran aquí
– ¿Ellos?, Pregunté sorprendida
– Si Seher son dos, a mí me golpeó una mujer. Su respuesta me horrorizo
– ¿Que dijiste? ¿Una mujer Hugo?, Me asusté aún más – ¿Que clase de mujer será?
– ¡Shhh! Cállate Seher, baja la voz, me Advirtió, camino hacia la puerta y quitó el seguro de la puerta – Toma la soga y finge que me ataste ¿Entiendes? No podemos salir de aquí, hay que enfrentarlos ¿Estás entendiendo? ¿Si me estás entendiendo?, Él también estaba asustado ambos estábamos asustados.
– Sí, si, entendí. Respondí. Tome la soga y el se costó como lo había encontrado y lo amarré para que pudiera soltarse después.
– Así está bien, escondete hacia allá. Me señalo que lo hiciera bajo la cama – Rápido que hay vienen. Me dijo.
Corrí, bajo la cama sin soltar el bate, no había terminado de ocultarme bien cuando escuché que abrieron la puerta, me movía muy despacio.
– ¡Despierta hijo de puta!, Gritó el hombre dándole una patada a Hugo en su costilla.
Tape mi boca para ahogar el sollozo de mi llanto.
"Dios no nos abandones por favor" Suplique en mi mente.
– Despierta despierta, volvió a decir. Lo tomo del suéter y lo levanto del piso
Hugo fingió estar mareado y despistado
– Que ¿Que paso?, Dijo
– Esa mujer si que tiene buena mano, te dejo sin aliento, la mujer ¿Has visto a la chica? Pregunto
– ¿Cuál chica? ¿De quién hablas?
El extraño hombre río divertido
– De tu chica, que ya no es tuya. Por cierto.
Si yo me sorprendí por su respuesta imagino que Hugo también lo hizo, eso dió entender que nos conocía era un conocido.
– ¿Quién eres? Pregunto Hugo
– No es momento de hacer preguntas, quiero respuestas ¿Dónde está la chica?
– ¡Ya te dije, no sé, búscala tú!, Destiló
El extraño camino de un lado a otro
Editado: 12.08.2023