Alma oscura

capitulo 20

Sergey 

Despues de sentir el duro golpe en mi cabeza y quedar inconsciente, escuché una voz gruesa que me llamaba. 

– ¡Despierta campeón! ¡Despierta!. 

Él estaba en compañía de alguien más 

– Ya sé cómo despertarlo, hablo una mujer 

No podía reconocer su tonos de voz, no creo que conozca a estás dos personas. 

– Has lo que te dé la gana. Despeto el hombre

Al escuchar con claridad me hice el inconsciente. La mujer se acercó a mí, carraspeó su garganta antes de hablar 

– Feliz día de boda. Hablo algo ronco, después de decir esas palabras me besó teniendo una mordaza en mi boca. 

Algo había pasado porque el hombre bajo las escaleras corriendo. 

– Escapo la chica, dijo 

– ¿Que? ¿Cómo que escapó? ¿¡Como que escapó!?, Gritó la mujer 

– Se lanzo del balcón, respondió él

Sentí un alivio al escuchar que se había escapado. No sé que estaba pasando a mi alrededor porque no decían una palabra... 

Minutos más tarde el hombre me sacudió, me quitó el vendaje en los ojos 

– Despierta, te daré un regalo de bodas, así que, ¡Abre los puntos ojos!, Dijo algo divertido

Parpadie varias veces antes de abrir los ojos. Que era lo que estaba viendo frente a mí. 

Él tipo tenía un pasamontañas, el cual no lo delataría, sonrió 

– No puedes hablar y eso es bueno porque, mi querido señor Dossantos, así solo podrás ver lo que voy a mostrarte. Su voz era diferente, parecía que usaba algo para cambiar su tono de voz o algo así. 

– Ire por el auto, hablo la mujer. 

Salió por la puerta y la ví correr. 

Él desconocido se acercó a mí y me mostró la pantalla de un celular. 

– Es para mí un placer presentarte a Seher Blanco y Hugo Delgado. Era una foto. 

Una puta foto del chófer y Seher. 

Trate de hablar pero no podía, me llene de ira, ¿Que carajos estaba pasando? 

– Tranquilo, tranquilo, shhh, calma calma, te haré un breve resumen antes de ir por la chica, ella estudiaba con él en el mismo instituto ¿Puedes creerlo? ¡Que barbaridad! Toman grado el otro mes y. Me pregunto, ¿Quién será su acompañante? ¿Será el esposo o el amante?, Aunque podrían ir los dos ¿Que sientes? Se siente feo ¿No? Salió mala la dulce Seher pero adivina qué, yo voy hacerte el favor de llevármela lejos y desaparecerla, adivina porqué. Se acercó a mi oído y me susurro en voz baja – Yo soy su primer hombre, soy dueño, y cogeré su pequeña garganta y la apretare hasta axficiarla. Ella, es, mía. 

Fruncí el ceño, estaba confundido ¿Suya? ¿De que mierda hablaba?, Sentía mucha ira. De la nada senti un golpe muy fuerte en mi cabeza...  

No sé cuánto tiempo paso pero recuerdo escuchar la voz de ella preguntar 

– ¿Porque no reacciona?, Dijo preocupada la muy hipócrita 

Hugo me llevo hasta el sofá. 

– Lo golpearon fuerte Seher, creo que es mejor que lo llevemos a un hospital. 

Eso no lo iba a permitir así que hablé de inmediato. 

– No es necesario, Los ojos de ella se iluminaron. 

Cree que me va a engañar, está equivocada si piensa eso, ¿Cual era su fuego? Engañarme y robarme junto a sus cómplices de mierda, pues no, no lo harían, ella pagaría por su traición y lo hará de la peor manera de eso me aseguro yo. 

Su amante habló 

– Iré a ver afuera y revisaré el auto por si quieren irse. 

– Claro, respondí asegurando su comentario 

Seher sonrió se acercó a mí y beso mi frente

– Estaba muy asustada, dijo 

Escucharla decir eso me hizo sentir una extraña sensación de enojo.

– Lo imagino, respondí seco  

– ¿Estás bien?. ¿Te pasa algo?, Preguntó extrañada. Toqué la herida de mi cabeza y miré mi mano, tenia sangre y ella se exaltó, se acerco a mí – ¿Estás sangrando Sergey? Tengo que verte esa herida. 

Me levanté para evitarla

– Estoy bien, Seher, estoy bien. Respondí molesto del solo escuchar su supuesta preocupación. 

Es una falsa. 

Se levantó del sofá molesta y me  enfrentó 

– ¡Que te pasa! ¿Que te eh hecho?, ¿Porque estás así conmigo?, No respondí  – ¿Sergey? Dime algo por favor. Suplicó.

– ¡Cállate!, Grité, la vi estremecerse, seguido le dije – Recoge las cosas, tienes 5 minutos para hacerlo. Daba pasos hacia las escaleras  – No te demores. Advertí. – ¡Maldita sea!. Destile – ¡Soy un Imbécil! ¿Como pude enamorarme de esa trepadora?. 

El tal Hugo regresó. 

– Señor Sergey, el auto está listo. 

Lo miré con ganas de matarlo. 

– Hugo, no te eh escuchado hablar de tu familia ¿Tienes novia o esposa? ¿Tus padres? ¿Que hacias antes  de tener este trabajo? 

 Disfrute ver sus ojos, era otro ladron de mierda. 

– No hay mucho que decir señor, no tengo novia, ella me dejó por otro. 

Valla respuesta la que dió ¿Seré yo?, Sonreí

– Jum, las mujeres son como gatos, tiran la piedra y esconden la mano. Dije dando pasos hacia la salida. 

Empecé a desesperarme al ver que mi esposa no salía así que entre a esperar dentro del auto... 

Minutos más tarde la ví caminar, no sé que le habrá preguntado a su novio, sea lo que sea me disgustó, el la ayudo con las maletas y eso me calentó aun más. 

– Vallamos a casa. Ordené. 

Hugo encendió el auto. 

Sentía la incomodidad de ella, apretaba sus manos como si quisiera controlar su ansiedad. No pronunciaba una palabra, no quería hablar pero ella parecía que deseaba saber que pasaba. 

– ¿Estás bien? ¿Que pasa?. Me preguntó en voz baja. 

La fusile con mi mirada, trago en seco y miro a su Hugo, le sonrió y sentí arder mi sangre.

Horas más más tarde llegamos a casa, mi padre nos esperaba. Me baje del auto y me quedé a observar el lindo cuadro, me preguntó ¿Porque mi padre quería tanto a esta ladrona?. 

No sé de qué hablaban, pero la mirada me hizo caer en cuenta que ella decía algo sobre mí... 

La vi entrar y entonces me acerque a mi papá

– ¿Cómo has estado? Pregunté




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