Sergey
Tengo el corazón para entrar a esa habitación y matar a Maura con mis propias manos, si no fuera porque había mucha gente en esta clínica ya ella fuera historia.
La novia de Hugo que por cierto es muy hermosa me dijo unas palabras que me hizo caer en razón.
Salí de ahí para llegar a casa.
– ¡Tienen el día libre!, ¡Larguense todos de mí casa ahora!, Grité fuerte haciendo que todos los empleados salieran a buscar sus cosas y se fueran de aquí.
Entre a la habitación que se le había dado a Seher cuando llegó a esta mansión, ahí estaba una fotografía de nosotros cuando nos casamos.
No sabía si su sonrisa era fingida lo que si sabía es que se veía hermosa con ese vestido negro. Ese día me impresionó al entrar a la iglesia vestida de esa manera, algo en mi pecho me atacó.
De la impotencia que sentía destruí esa habitación, gritaba como un loco sacando la ira que estaba sintiendo por no saber de ella.
– ¡Maura voy a matarte hija de perra!, ¡Juro que voy a matarte!. Grité con todo lo que tenía adentro.
No paso mucho cuando mi móvil sonó, frunci el ceño al ver que era un número que usé hacía un tiempo, un celular de agacha y cógelo como decía Leonardo.
– Hola. Dije
– Ser, Sergey ¡Ahhh!, Escuché la voz de Seher y se quejaba
– ¿¡Seher eres tú!?, Me quedé en shock
– ¡Sergey ayúdame!, Dijo seguido de un grito – ¡Me duele! ¡Me duele mucho!, Se quejo más fuerte
Me desesperé caminando de un lado a otro.
– ¡¿Dónde estás mi amor, dime dónde estás!?, Pregunté angustiado, escuché un silencio – Seher respóndeme
– No lo sé. Su voz se sentía sin fuerzas
– Voy por tí, ¡voy a buscarte me escuchas! ¡Voy a encontrarte!, ¡Hola, Seher Seher!. Se había cortado la llamada.
Salí como un diablo y llame al encargado del caso de mi esposa.
– Voy directo a la estación, mi esposa llamo desde un número que usaba, tuvo que haberlo encontrado en el maletín que se llevó el día que se fué.
– ¡Está bien aquí te espero!. Me dijo
Cuando llegue había un equipo armado
– Necesitamos que nos de su celular, tenemos que saber desde donde llamo su esposa. Me dijo el oficial
Entregué el celular pero antes de eso llame a mi padre y a Leonardo.
Ellos llegaron en menos de media hora
– ¡Sergey!, Gritó Lupe corriendo hacia a mí – ¿¡Que te dijo Seher!?
Leonardo tocó mi hombro sonriendo
– Me alegro que ella te halla llamado ¿Pero como consiguió llamarte?, Pregunto extrañado
– Es cierto hijo ¿Cómo lo hizo?, Pregunto mi padre
– Recuerdas la vez que nos fuimos a las Vegas, el celular que compre en el aeropuerto porque el mío se había mojado en el baño
Leonardo frunció el ceño y asintio en respuesta
– ¿Cómo llego a manos de Seher?, Pregunto confundido
– Me compré uno nuevo de regreso y ese quedo en el maletín
– ¡Todo este tiempo!, Exclamó Leonardo
– Si, recuerda que solo lo compre para estar en contacto con mi padre luego de regreso compré uno mejor
– Es increíble. Dijo mi padre – Solo espero que sea una ayuda divina
– ¡Que suerte que lo encontró! ¿¡Porque no lo reviso meses atrás! ¡Dios mío mi amiga!. Dijo Lupe acunando su rostro
...
Pasó menos de una hora cuando el detective salió con varios hombres.
– Todos a sus lugares nos vamos a esa dirección!, Dijo en voz alta dando órdenes
Nosotros nos pusimos en pie de inmediato
– ¿Que ha pasado? Pregunte
– Señor Dossantos pueden seguirnos si quieren ya encontramos la dirección desde donde llamó su esposa, solo que no valla hacer algo que entorpezca nuestro trabajo.
Lupe gritó y aplaudió
– ¡Encontraron a mi amiga! ¡Vamos Leonardo!
Mi padre tocó mi hombro y me apretó, yo lo mire y sonreí
– Va estar bien, pediré una ambulancia para que nos acompañe. Me dijo
Mi pecho saltaba de la emoción.
Todos nos subimos a nuestros autos y seguimos a las dos patrullas de la policía...
Esto estaba fuera de la ciudad, ese infeliz se había llevado lejos a mi esposa.
– ¡Maldito enfermo de mierda!, Bufé – Más le vale que no le halla tocado un pelo a mi esposa o juro que lo voy hacer tragar la mierda que caga.
– ¡Está bien hijo está bien Calmate!, Dijo mi padre.
La policía rodeo la casa, era pequeña tenía fachada de apartamento.
Mi corazón quería salirse de mi pecho, baje del auto con una pequeña angustia.
Los policías forzaron la puerta y la abrieron, entramos después de ellos, aquí estuvo todo este tiempo a Seher privada de su libertad, subí al segundo piso y había una habitación con ropa de embarazada y de bebé.
– Seher, susurré.
– ¡Encontramos algo!, Gritó un policía
Salí corriendo y me tropecé cayendo por la escaleras, seguí a los policías y me sorprendí al igual que ellos.
Tuvo encerrada a mi esposa en este lugar asqueroso.
– Ahí jefe mire!, Le dijo un policía al oficial encargado
– Escapó, dijo – ¡Salgan afuera salgan ahora! Ordenó
La ventana estaba rota, en el piso había algo de sangre y eso me asustó, al parecer Seher hizo lo que pudo para escapar de aquí.
Encontré el maletín bajo el reguero de unos libros, lo abrí.
Ahí estaba el dinero que habían tomado y algo de su ropa
– ¿¡Sergey!?. Me llamo Lupe – ¡Tienes que venir!
Su tono de voz me preocupó, la seguí y me señalo una casa que se veía lejos pero muy lejos.
– Es probable que este allá. Me dijo Leonardo – ¿Pero por dónde salió?
– Por la ventana del sótano, respondí
Di pasos buscando la ventana hasta que la encontré, Lupe estaba detrás de mí
– ¡Salió por aquí, pero hay mucha sangre Sergey!.
Ambos nos miramos, la Lupe del diablo no espero a que dijera algo solo tomo el martillo que estaba tirado fuera de la ventana y empezó a correr como loca desquiciada.
– ¿A dónde va? Pregunto Leonardo
Editado: 12.08.2023