Vida no has querido y
vida Dios te dio.
Con tan sólo dieciséis años
tu responsabilidad fue,
tu madre, tus hermanos y
por si fuera poco te
inculcaron un dogma...
¡Oh juremos con gloria morir!
por amor a la patria...
la soberanía en los hombros
de jóvenes como tú se delegó.
Tu esencia del niño arisco
y montaraz fluia.
Andabas siempre con
gomera en mano,
un manojo de piedras y
un facón en la cintura
para matar a las yararás.
Naciste en las entrañas de
la selva chaqueña, fuerte
como los quebrachales,
noble como los
benditos algodonales.
Mocito arriero, pialador y
domador de sueños,
de sutil andar...
al trotecito vas...
en tu burrito
fundes el tiempo,
con un silbo apacible
al unísono marcas
las estrofas de algún
olvidado trovador.
El servicio militar te llamó.
con emociones desencontradas,
de norte a sur te llevaron.
Llenaste una maleta
de recuerdos.
colmaste el irisde tus ojos
con cada paisaje argentino.
En aquella cruenta guerra..
tu corazón dictó ¡por la patria!
¡Por Malvinas... por mí Argentina!.
Las manos, al ritmo de las bombas,
un arma por tu vida y
compañeros cargo.
El ángel de la muerte los atacó
y a su lado nada quedó.
En sus congeladas manos,
las fotos de su madre
y novia se encontró.
soldado valiente y esforzado..
la tierra sedienta bebio tu sangre,
la patria implora tu nombre.
Los angeles celebran en tu honor.
Unánimes las estrellas parafrasean:
al augusto y valeroso soldado
de ¡Las Malvinas argentinas!.