Almas antiguas

Capítulo 7: Delirio de amor

Las hojas de los árboles que alcanzaba a ver desde mi ventana se teñían de un bello color ocre lentamente y me anunciaban que el verano había acabado, corría el mes de octubre y traía con él la época que los estudiantes más temíamos, la de los apuntes apilados y resúmenes eternos, de las noches en vela y la ansiedad que acompañaba cada examen, también me recordaban el tiempo que había pasado con Sam, talvez en la vida de cualquiera es poco tiempo para sentir todo lo que yo sentía en aquel entonces, talvez cualquiera diría que era un delirio de amor adolescente aunque ya no fuera tan adolescente, pero sin importar lo que pudieran decir mi vida había cambiado desde que lo conocí, nunca creí que necesitemos de alguien más para sentirnos completos, cada uno de nosotros ya estamos completos, no somos simples mitades buscando por la vida completarnos, pero a su lado mi corazón se sentía pleno y verme reflejada en sus ojos me llenaba de felicidad. ¿Quién eres y que has hecho con Emma? Tal vez esta estación lograba ponerme de ese modo, o simplemente la paz que me regalaba mi mente al dejarme descansar de las pesadillas por una semana.

 Lola preparaba sus libros al otro lado de la habitación para llevar a la cafetería donde nos reuniríamos con el grupo a estudiar, aunque yo siempre veía al estudio como una actividad que prefería hacer en solitario. Esa mañana aprovechaba el tiempo para hablar con mi familia que ya extrañaba, por suerte el cumpleaños de Maggie llegaría pronto y sería una excelente excusa para volver a verlos, cuando todo estuvo listo caminamos juntas hasta la cafetería del campus donde Jessica y Alex nos guardaban una mesa lo suficiente grande para la cantidad de libros que Lola y yo habíamos cargado en nuestras mochilas. Al llegar todo el grupo ya había empezado, Alex y Thomas se encontraban con sus computadoras haciendo todo menos estudiar y Jessica con Marlene se intercambiaban apuntes para asegurarse de que ninguna le lleve ventaja a la otra, claro que nunca se dirían aquello, pero cualquiera que las conozca podría darse cuenta lo competitivas que eran entre ellas.

—Te dije que llegaríamos tarde— me dijo Lola mientras saludábamos a todos.

—Lo siento, me quedé dormida— admití sonriendo.

—¿Estuviste muy ocupada Emma? —preguntó Alex golpeando con el codo a Lola y ambos comenzaron a reírse, odiaba sus pequeñas bromas privadas.

—Si, si ¿podemos empezar? Algunos tenemos clases esta tarde.

—¡Esperen, voy a buscar café y empezamos! — dijo Jess y se alejó del grupo.

—Me imagino que recordaste traer el delantal para el laboratorio— comentó Lola mirando hacia la mochila de Alex.

—¡¿Cómo?! ¿Era hoy? Lo olvidé completamente— contestó

—¡Pero si te envié un mensaje anoche para que no lo olvides! —replicó Lola

—Si, a las 2 de la mañana, debemos establecer horarios en los cuales no puedes enviarme mensajes— dijo Alex riendo.

—Te has vuelto todo un anciano Al— rió Lola—debes volver a buscarlo antes de la clase de esta tarde— siguió.

Thomas se aproximó a Jess para ayudarla a traer los vasos de café para todo el grupo, siempre creímos que secretamente estaba enamorado de ella, pero era un chico muy tímido y dudábamos que se atreva a decírselo.

—¡Aquí estoy, ya podemos empezar! —dijo entregándonos las bebidas a cada uno—¡Lola a que no sabes quién quiere salir con nosotras esta noche! — canturreó.

—¿quién? Odio las adivinanzas— contestó.

—El mismísimo Ashton me ha preguntado por ti, y si nos gustaría a nuestro grupo salir con ellos al cine esta noche— comentó Jess.

—¿Ashton el de la clase de Neurología? —los ojos de Lola brillaron de alegría, siempre le había gustado aquel chico, y aunque ella parecía lo suficiente confiada y fuerte en su interior no creía tener la valentía para enfrentar un rechazo.

—¿Puedes creerlo? Me pidió que te dé su número para organizar la salida— siguió Jess. Por alguna razón mi mirada de dirigió a Alex, que se encontraba a su lado y su cara reflejaba desilusión, ¿Alex sentía algo por ella? ¿Por cuánto tiempo? ¿Cómo es que nunca me lo había dicho? Debería hablar con el pronto.

—Iremos, ¿no Emma? Por favor no me dejes sola en esto, sabes que me gusta ese chico hace años— rogó Lola. Sabía como sería esto, Lola estaría con él, otra parejita se formaría y estaría estancada el resto de la noche con algún amigo de alguien mas buscando la manera mas amable de decirle que no estaba interesada, pero ¿cómo podía abandonarla después de todas las veces que ella me cubría para que pudiera escaparme con Sam en este último tiempo?

—Claro, iremos, ¿Alex vienes con nosotras? — pregunté.

—Esta noche no puedo, tengo cosas importantes que hacer— contestó cortante. Lamenté que se rinda tan pronto, podría pelear por Lola, el la merecía mucho mas que el mujeriego de Ashton.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.