—Oh por dios oh por dios oh por dios—chilló Lola—¿Qué está sucediendo?
—Es real— musitó Alex atónito.
—¡Por supuesto que es real y los demonios ya están aquí! —exclamó Sam.
—Gael pon a salvo a los humanos y a Emma, nosotros sacaremos a los demonios de aquí antes de que causen una masacre—mandó él.
Tomé la mano de Sam con fuerza.
—Estaremos bien—prometió.
—Cuídense todos—pedí antes de unirme a mis amigos para que Gael nos saque de allí.
Lola estaba atemorizada como jamás la había visto.
—Sólo cierren los ojos y tómense de las manos, estaremos fuera de aquí en un momento—prometí.
En cuanto abrimos los ojos nos encontrábamos en la torre del castillo italiano, justo a tiempo para ver el amanecer, Gael sonrió levemente en cuanto nos dejó allí y asintió con su cabeza antes de bajar las escaleras. Supuse que me daba tiempo para explicar a mis amigos que estaba ocurriendo.
—Esto es una locura—tartamudeó Lola.
—Se que es difícil de creer, a mí también me ha costado demasiado creerlo, Sam me dijo que era un ángel caído justo después del funeral de Jess y allí es cuando supo que los demonios ya me habían encontrado, no podía quedarme en la universidad o me habrían matado en un santiamén.
—¿Ángel caído? Tiene que ser una broma— refunfuñó Alex.
—No lo es. Desearía que lo fuera.
—¿Y todo esto se ha desatado porque salías con él? No entiendo que tenemos que ver nosotros con eso—comentó él.
—No es eso Al, ya estábamos destinadas, ahora entiendo que mi padre no decía locuras—se estremeció Lola—Cuando Emma dejó el campus él comenzó a decirme que no podía estar sin ella, que la única forma de tener protección era estando juntas, él debía saber algo.
—Cientos de años atrás un arcángel ideó un plan para librar a la tierra del diablo, para encerrarlo nuevamente en el infierno de donde jamás debería haber salido. Utilizarían a los últimos siete herederos del diablo en la tierra, a quienes tenían su sangre, para sacrificarlos bajo el eclipse de sol y cerrar las puertas del infierno con él adentro.
Me detuve a ver sus rostros y me sorprendí de estar contando esa historia.
—Cada uno de los arcángeles más importantes tenía conocimiento de una de las llaves y debían protegerlas hasta el día del sacrificio. Pero uno de ellos se enamoró perdidamente de su llave, una muchacha llamada Harriet. El plan no siguió adelante porque el ángel no permitió que se haga el sacrificio y desató la ira de su padre que arrancó sus alas.
—No puede ser real—repitió Alex incrédulo.
—¿Y vivieron juntos? —preguntó Lola.
—La asesinaron—me lamenté reproduciendo las imágenes de aquel sueño en el que veía su muerte una y otra vez.
—Oh por dios, es una locura, pero ¿porque nos buscan ahora? Dijiste que ambas éramos llaves.
—Lo somos, el linaje de llaves continuó y durante años seis de las llaves debieron protegerse de los peligros que implicaban serlo, pero una estuvo perdida, el linaje de Harriet no siguió adelante y su alma estuvo perdida por cientos de años, Sam no podía encontrarla…
—Espera, ¿dijiste Sam? —preguntaron atónitos.
—Sam es el arcángel y yo fui Harriet, fue inevitable enamorarme de él ya que mi alma lo amó por siglos.
—Eso es tan trágico y romántico—dijo ella abrazándome. Un nudo se formó en mi garganta.
—Y tu también eres una de ellas, las llaves están destinadas a encontrarse ya que son más fuertes unidas y logran defenderse de los seres sobrenaturales que intentan asesinarla so utilizar su poder.
—¿Poder? —tartamudeó.
—El accidente de Jess es lo que nos hizo notar que eras una de nosotras—me lamenté.
—¿Qué? ¿Qué estás diciendo?
—Sospechamos que… talvez nosotras pudimos causar el fuego ya que los demonios venían por mí.
—No es cierto, jamás haríamos una cosa así, somos personas normales. Esto es una locura
—Tranquila—pidió Alex.
—Creo que necesito asimilar todo esto, no me siento bien—sollozó Lola.
—Lo sé y realmente lo siento, desearía que no estuvieras involucrada en esto.
—Al menos puedo estar contigo en este momento.
—Desearía que no lo estuvieras, es realmente muy peligroso. Los ángeles nos buscan para completar el sacrificio ahora que estamos las siete en la tierra, y solo nos quedan 2 días para el eclipse. Y los demonios deben asesinar a alguna de nosotras antes de que eso ocurra.
—¿Pero aquí estamos a salvo no?
—Por ahora, pero debemos encontrar al resto de las llaves y encontrar una manera de anular nuestro poder cuando el día se vuelva noche o acabaremos muertas.
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Editado: 14.07.2019