Almas Atrapadas En El Pavimento.

Capítulo 3. Amantes Enamorados.

Gabriel un joven enamorado de una mujer casada. Ella Karina casada con un hombre quien cada día los maltratos psicológicos hacia ella eran motivo para que el amor que Karina sintiera algún día por su Esposo desaparecieran, hasta que un día se conocieron en las afueras de su trabajo, Gabriel -  fue un amor a primera vista, cada mirada hizo que mi  corazón latiera por ella mil por ciento, una mujer elegante, hermosa, decidida y segura sus mirada penetro en mi mirada dándole paso a mayor de mis gusto por las mujeres. Mi reacción llegarle y presentarme ella muy educadamente me acepto mí  saludo, sin dejar de mirarnos ambos con mirada fija. Con los días logre contactarla con sus redes sociales, hasta obtener su número personal, ella y yo empezamos a compartir mensajes como amigos, poco a poco me fue enterando del infierno que vivía con su pareja , yo soltero con muchas ganas de que esa mujer fuera mía, y el estúpido, imbécil  del esposo no la valoraba. Hasta que un día la invite un café, ella acepto, y pasamos la tarde más maravillosa que había tenido, claro cada momento con ella fue único. Tanto de en ese momento sin buscarlo un beso salió de repente, un beso prohibido porque ella pertenecía a otro hombre. Pero nuestro amor fue creciendo, dándole paso a la pasión y cada vez era el potente fuego que se desbordaba por nuestro cuerpo y nuestra piel, nos amamos que cada vez que nos encontrábamos escondidas, se nos olvidaba el mundo. Solo ella y yo. Una día planificamos un viaje de trabajando donde ella y yo nos encontraríamos en una avenida para irnos juntos. Eran las seis de la tarde hora de salir al viaje por que estaríamos trabajando todo el día dejando toda listo en la ausencia. Karina ya le había comentado a su esposo del viaje que tendría pautado por motivos de conferencias laborales. El muy poco le importo. Saliendo de las oficinas cada quien empezó su camino al lugar acordado dejando unos de los vehículos guardado encasa del amigo de Gabriel. Al llegar a la calle planificada ella (Karina) mi amada estaba esperándome, hermosa mujer, enamorado perdidamente, feliz por qué pasaríamos juntos dos  días en una  playa amándonos. Dejamos su vehículo guardado y los dos emprendimos nuestro viaje más deseado. Hicimos dos paradas donde el carro se convirtió en nuestro cuarto de pasión, amándonos, desbordando nuestra pasión con cada beso apasionado y con un sabor a mágica prohibida. Gabriel- le dice a Karina “la vida entera buscamos la felicidad aunque sepamos que así como llega se va, la hora del tiempo cubre lo que ayer dejo pero el recuerdo jamás olvida lo que amo, cuando un amor se va nos deja triste desorientados y llenos de ansiedad, deja una espera que solo llena una soledad, memoria triste nos va envolviendo en su dolor dar tiempo al tiempo siempre resulta lo mejor. Después de un golpe aunque nos duela fracasar jamás. Es tarde para encontrar la felicidad, dejar la tristeza y melancolía angustia y soledad y no hay palabras que nos consuele o den razón solo nos queda una nostalgia envuelta en un adiós”. Sé que esto solo será un momento pero empiezo a sentir que mi amor por ti es eterno, no quisiera dejarte ir, a sabiendas que clara fustes diciéndome que a tu esposo no lo dejarías. Sin embargo sé que te enamoraras de mí como yo ya los estoy de ti. Ella con lágrimas en sus ojos le dijo que lamentaba que este amor haya llegado tan lejos, que también lo amaba pero la situación permitía estar juntos.

Llegaron a una cabaña de ensueño, donde dos días y dos noches fueron para ellos el amor eterno, cada copa, cada beso, cada caricia  le daba paso a poder amar sus cuerpos, con la piel de ambos unidas enlazados en dos cuerpo ardiendo por la pasión. Gabriel- ella tiene la magia de un instante de amor y su mirada un toque de misterio. Cuando ella llega siempre suelo perder el control no vuelvo  a ser el mismo si la beso. La conciencia me dice que no la debo querer y el corazón me grita que si debo. La conciencia me frena, cuando la voy a querer y el corazón me empuja hasta el infierno al abismo dulce y tierno de sus besos. Llego el día de volver a la realidad regresándose a casa sin saber si sería el último día en verse, ella sabía que su esposo podía notar su cambio, y eso no lo quería.  Con música, felices los dos. Gabriel en su mente pensando tener que dejar a su amada en brazos de otro hombre, sin pensar iba acelerando más la velocidad del vehículo, Karina le decía que bajara la velocidad, pero solo lágrimas corrían opacando su vista. En esa un neumático se pinchó, y con la alta velocidad que Gabriel manejaba empezaron a dar vueltas, y vueltas hasta caer en un barranco donde el carro fue parado por una cruz metálica que no permitió continuar dando vuelta. El parabrisas se partió todo, cayéndole cada vidrio a ellos en su cuerpo, Gabriel estaba consiente y cerro sus ojos cuando el parabrisas se estalló. Tratando de poder salir, quitándose el cinturón, miro de inmediato a Karina y estaba inconsciente pero en realidad se había muerto en el sitio, Gabriel sentía que el aire le faltaba y no podía respirar. El vehículo estaba totalmente aplastado, unos vecinos que observaron el accidente llegaron al sitio  llamaron  una ambulancia  que llego a la media hora.

Gabriel y Karina los dos en una camilla cada uno, el pensando y Karina su aliento apago. Gabriel sin aceptarlo le dice, mi amor cuando las cosas del todo no van bien, cuando me siento vencido por caer, te necesito a mi lado. Cuando se quiebra en pedazos mi alegría y está de cuestas treparme por la vida te necesito a mi lado… cuando conmigo estoy tan solo y no encuentro otro modo de seguir. Pienso en ti y lo demás está de más entonces vuelvo a comenzar, cuando pienso en ti te juro gano la batalla. Karina cuando pienso en ti mi cuerpo recupera el alma. Solo pienso en ti. Gabriel lloro, hasta que un fuerte dolor en el corazón lo mató. Su esposo nunca imagino que la traición de su esposa le doliera más que su muerte.  Karina no tenía familiares que pudieran recuperar su cuerpo. Y su esposo se desentendió de ella. A Karina la cremaron y sus cenizas  en el olvido quedaron.         




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