Almas Atrapadas En El Pavimento.

Capítulo 8. Tristeza en el Alma.

El sacerdote  de la zona, sabía que tenían que hacer algo para que no sucedieran tantas desgracias en esa curva, pidiéndole apoyo a la comunidad cercana para ver que se podía colocar, alumbrando publico visible para poder evitar tantas muertes, empezaran con una misa a todas las personas fallecidas en esa curva para poder darle un pleno descanso y pudieran descansar en paz. Sin embargo ya eso se había realizado en varias ocasiones, un poder más fuerte se apoderaba de la noche, tenebrosa y fría que hacían que pasaran acontecimientos en la vía. Y es que nunca llegaron a su destino final, y hacen que se encentren en el limbo y que estén marcadas por unas calles de almas en los pavimentos.

Sin esperarlo anocheció antes de lo previsto. A veces pasa que entre tantas cosas cuando nos damos cuenta, el sol se oculta y nos toca terminar pasada la tarde el caso de Alberto y Víctor fue muy extraño y nosotros un grupo de tres personas (Ana, Claudio, María)  especialistas en la materia de investigación empezamos a investigar. Nos trasladamos al cementerio local, solitario, lúgubre, el ruido de los pájaros en su vuelo y el sonido algo macabro de algunos, recreaban la escena. Un cadáver con sus ojos abiertos y su boca totalmente abierta daba la impresión de que había visto un espanto que le absorbió su alma, el equipo preparaba los instrumentos tenia indicios de que había sido asesinado brutalmente. Su identificación Víctor Barboza, un hecho verdaderamente espelúznate.

Durante el procedimiento María, Claudio  y yo Ana, concentrando en terminar, escuchamos como alguien se asomaba en la ventana posterior, haciendo sombra sobre el cadáver, al mismo tiempo sentíamos como aquella presencia intentaba abrirla con total dificultad. Un tenebroso escalofrió recorrió nuestros cuerpos y aceleró los latidos. Todos soltamos los instrumentos y salimos a mirar de qué se trataba. Rápidamente y sin dar tregua se elevó entre los arboles moviendo las ramas con rapidez y alejándose ante nuestra atónita presencia.

Un sepulturero que ahí nos miraba, curioso incólume observado nuestra reacción comentó. Se llama Angélica , un alma en pena que luego de la muerte de sus dos hijos, que fueron enterrados hace varios años por acá cerca- dijo haciendo mueca con la boca, para mostrar la dirección, murió de tristeza, cuando ahorcándose con una soga, sobre la tumba de sus hijos, se negó a aceptar la voluntad de Dios .   

Cada Alma en pena permanece en su destino, hasta que puedan lograr entender que su Alma debería de estar junto al eterno Dios y no aferrarse a un espacio físico donde murieron.

Los músicos Andrés, Pablo y Carlos cuentan sus experiencias para informar a todos sus conocidos para que no circulen por la gran temible curva de la muerte.

Cada historia basada en hechos reales, donde embarcan diferentes situaciones de ellos, de esas Almas que tratan de luchar por lo que no pueden hacer, por lo que creen que necesitan más tiempo para terminar lo que les falto en este plano terrenal.  Y que lamentablemente a veces son almas que la toma el poder maligno de la oscuridad y es lo que hacen que empiecen a buscar almas blancas para mantenerse en el tiempo.      

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.