Almas Destinadas (la tentación de un gran amor)

Prólogo

Esta historia comienza en Barcelona. Hace 14 años atrás en el jardín de infantes donde Eva Ortiz e Iván Medina se veían por primera vez...

Eva Ortiz, una chica llena de misterios, con una mirada tentadora que provocan sus hermosos ojos color verde esmeralda. Su cabello cobrizo que encandila como el sol, su piel blanca y suave como una porcelana. Encantadora por donde la mires. Amante de los libros, de las películas de amor y de muchas cosas más que a lo largo de esta historia se descubrirán.

Eva vive con su padre Hector, un guapo empresario multimillonario y con Marta su empleada/niñera desde hace muchos años. Su casa es tan enorme que casi abarca una manzana pero aún así nada logra llenar el gran vacío de su corazón, nada puede llenar la ausencia de su madre Helena, quien falleció hace ya 10 años a causa de una enfermedad terminal.

El primer "amor" de Eva fue Iván Medina o mejor dicho el primer chico que le gustó y al que nunca pudo ni quiso olvidar...

Iván Medina, un chico muy sexy y dominante al mismo tiempo. Sus ojos color miel te endulzan con tan solo mirarte, su metro ochenta lo hace aún más atractivo. Tiene una perdición en particular por el juego, el cual lo terminará metiendo en problemas.
Nació en Barcelona y vivió allí hasta sus doce años ya que su padre que era arquitecto recibió una propuesta muy importante en otra ciudad.
Iván es el típico tío frío por fuera y frágil por dentro. Tiene muchas tías atrás todo el tiempo pero el solo se divierte con ellas ya que hasta el momento ninguna ha podido lograr tocar su alma.

Iván y Eva fueron al jardín juntos y toda la primaria también, a el nunca le a molado ella, tal vez porque ambos eran muy niños o tal vez simplemente nunca le intereso. Esto es algo que Eva nunca pudo saber ya que al terminar el colegio Iván se fue a vivir a otra ciudad con sus padres y hermano, desde ahí nunca más supo nada de él. Al menos no hasta el día de su cumpleaños número 18, seis años después se volvió a encontrar con Iván Medina. Eva no podía creer lo que estaba sucediendo, ella nunca hubiese imaginado que después de años sin verlo Iván terminaría siendo parte de su familia o peor aún que terminaría siendo su hermanastro.

En esta nueva etapa Iván y Eva comenzaron llevándose pésimamente, probablemente se deba a sus personalidades tan distintas o a los secretos que ambos ocultan y quieren descubrir uno del otro. Lo cual hace que empiecen a jugar con fuego y se terminen enamorando perdidamente sin medir las consecuencias de esto.

 




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