Aitana.
Empezamos otro ciclo escolar —el último— Pero esta vez con otra cara, con una que refleja sinceridad, refleja que supimos la verdad. Que aunque duela, se que se hizo justicia. La muerte de mamá no va a quedar impune. Porque ambos están pagando lo que hicieron. Una versión que cuenta el dolor que el vivió, el miedo y rabia para un niño de catorce años. Un abuso, un recuerdo, todo eso lo dijo el día del juicio.
—Mañana tenemos que regresar — alzo mi cabeza y veo a mi gemela. Ella pasa y se sienta en la cama —. Estos meses fuera del instituto y de todo lo que nos rodea, fue difícil.
—Y lo que nos falta —me recuesto en la cama.
—Lo bueno es que es el último año y además ya pasaron seis meses desde que paso todo ese desastre—me ánima.
—Se que pasaron seis meses. Pero por ejemplo, no he visto al falso de Lionel desde lo que paso. Ni he hablado tanto con los demás. Me encerré en mis propilos problemas.
—Creo que en el fondo lo saben —ella imita mi acción y se recuesta al lado mío—. Saben que para la familia era difícil asimilar todo lo que paso. Ellos entienden que los meses que estuvimos tomando clases acá en casa, era porque necesitábamos un respiro de la sociedad y concentrarnos en otra cosa.
— ¿Jaqueline qué piensa de la situación? —pregunto.
Su amistad con ella sigue firme, pese al que al principio la juzgo y pensó que ella sabia todo, lo de la apuesta con mis amigos. Porque no era tanto por mí, sino por Hongi. Con quien por cierto, las cosas terminaron igual de mal, que yo con Austin. Hongi se arrepiente mucho, porque luego de tanto tiempo tuvo la oportunidad de estar con ella y termino enterándose sobre la estupidez que hicimos con cinco. Pero pese a todo eso, su amistad con Aina, continua.
—Le conté todo sobre lo que paso y me apoya —explica —. Además no ha venido, porque si esta enojada contigo y que no falta que cuando venga a visitarme, se encuentre con Hongi y prefiere evitar eso.
— ¿En el instituto luego no se ven? —inquiero.
—Si, pero ambos se evitan. Es como que Hongi siente vergüenza y ella esta enojada. —empiezo a jugar con mis manos y me quedo viendo la estrella que tengo en el techo —. Lo que si me ha dicho Pablo, es que Austin a cambiado mucho y que al parecer va muy en serio con Kanti.
Eso hace que una amargura se instale en mi. Luego de tanto drama, él decidió correr a los brazos de la p*** esa. Los chicos me han contado, que ambos se la pasan juntos y que aunque Austin sigue con otras, se supone que ella es la estable. Salen a las fiestas juntos y que hasta en lugares prohibidos los han visto.
No voy a negar que me duele, porque por Dios, sigue estando demasiado presente. En ocasiones lo veo y son esos momentos sumamente incomodos. Pero pues tampoco es algo que se pueda evitar teniendo en cuenta que vive al lado. Eso si, desde lo ocurrido no hemos hablado nada, de lo que paso. Solo se que estuve un mes tratando de explicarle, pero nunca me dejo y lo único que él aprovechaba era buscar la forma de lastimarme.
—Mañana empieza todo el proceso de el caso de Maro —informó — Tengo miedo de saber que si tuve que ver con su muerte.
—Pero Layla te aseguro que no es de esa manera.
—Tal vez solo lo hace para que no me mate de una vez por todas.
Desde que abrieron el caso de Maro me siento una mierda. Papá esta mal y eso me hace sentir la peor persona. Han sido meses difícil con respecto a ese tema, se han hecho investigaciones, pero hasta este mes se empieza hacer un juicio. Papá dice que por ser menor de edad no es como que pueda ir presa, pero si a una correccional. Una parte de mi no esta asustada, porque pienso que nunca le dije que se suicidara, jamás llegue a insinuarle ese tipo de cosas, pero entonces mi otra parte me dice que no por no haberle dicho ese tipo de cosas, me quito la culpa de lo que hice.
Me burlé de él de muchas maneras.
Con respecto a los vecinos, Santiago se alejó mucho. Con Sofía habla muy poco, con Mateo las cosas siguen siendo incómodas por lo que tengo entendido, con sus otros hermanos también. Es como si no creyera todo de lo que se le acusó a su padre o la pena que debe darte saber que tu hermano sufrió y nunca hiciste nada para ayudarlo. De igual manera, ahora solo se la pasa con Kyle, porque de los demás también tomo mucha distancia.
Los inicios nunca son buenos, pero el de nosotros cuatro lo fue. Lastima que nuestro final no para todos. Pero para eso existen las segundas oportunidades, ¿No?
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—Es difícil Elena — me detengo en la puerta e igual mis hermanas, miro a Sofía y afirma que nos quedemos — No se si pueda, que mi hijo esta vivo, pero todavía no hay indicios de donde pueda estar y que Aitana ese involucrada en un suicidio — empieza a desahogarse —. Sofía empieza una nueva etapa para su vida y yo no se si podre sonreírles a las tres cuando estoy tan estresado, cuando tengo tanta rabia.
>> Tengo miedo de saber que mis hijas están tan mal emocionalmente. Regresan al instituto y para el colmo, todo lo tengo que enfrentar todo —hace una pausa —. Todo sería más fácil si Iveth estuviera acá, ella sabría que hacer con todo este desastre. Ella sabría que hacer.
—¡Papá! — grita Sofía, salvando lo que sea que la boca de papá puede soltar.
Entramos a la cocina y papá se ve algo asustado, pero disimula y cuelga la llamada. Preparamos el desayuno pero nadie dice nada. Todos tenemos los suficientes problemas, afrontar un asesinato no se nos ha hecho fácil. Ava siempre será de la villana de la historia en general.
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Editado: 20.05.2021