Almas Gemelas

2. Ellos.


Aitana.

El primer bloque de clases pasa, y con ellos mi ganas de estar acá. En todo el tiempo, Austin no me miro y eso me duele. Mi lado sensato, el orgulloso. Me dice que no me deje afectar por eso, al fin y al cabo tendrá que verme la cara un año más, pero mi parte ilusionada con él. Quiere su atención. 

Se que tuve la culpa en que lo nuestro acabara, pero, ¿no se supone qué las personas cometen errores? Las segundas oportunidades existen por eso. Pero por qué él no parece querer disculparse, querer dejar su orgullo de lado. Porque yo se algo, lo que sentimos fue intenso y real. 

No son ideas mías. 

No soy tonta, sé cuando una persona te mira de manera distinta. Austin lo hacía, me miraba con deseo y con ganas de experimentar muchas cosas. Justo lo que yo necesito. Somo parecidos a la hora de elegir, tenemos cosas en común. Sin embargo, se le es más fácil huir al lado de Kanti, queriendo demostrar que no le importo. Pues no le creo y eso es algo que le voy a demostrar. 

—Gracias por tus apuntes —le agradezco a Simón. Por mi falta de concentración, no tome apuntes de una de las clases, cosa que mi compañero noto y me presto su cuaderno, antes que sonara el timbre de receso. 

—No hay de que —Toma su mochila y se la pasa por el brazo —Nos vemos luego —se despide, y le regalo una sonrisa.  

Él camina hasta la salida, se nota sereno y con ganas de estar en este lugar. Ni los comentarios feos de Lionel, pudieron quitarle su buen genio.

Los chicos caminan hasta mi mesa y me abrazan. 

—Por poco pensé, que era cierto eso de estar en el otro salón—murmura Hongi, mientras se besa la coronilla —. Necesitamos seguir siendo nosotros. 

—Sin Lionel —advierto, señalándolos. 

—Sin Lionel —afirma Pelto —. No te preocupes, no somos tan idiotas para hablar con ese traidor. Es que todavía no puedo creer lo que hizo, me dan ganas de ir y decirle sus cuantas verdades. 

—No puedes ser tan hipócrita, si era tu mejor amigo —lo molesta Guzt —hasta besabas sus pies. 

— ¡Eso no es cierto! —exclama Pelto, negando lo que era muy obvio— ¿Cómo puedes inventar tanta cosa?

Y de esa manera empiezan su discusión diaria. Hongi y yo nos miramos sabiendo lo que nos espera con ese par, por lo que pasa su brazo izquierdo por mis hombros y empezamos a salir del salón. 

— ¿Cómo van las cosas? —inquiere. 

Las personas en el pasillo empiezan a desaparecer por la cafetería, y me da alivio no contar con esas miradas. 

—Bien, supongo —En el fondo él lo sabe, esa es una virtud que tiene, sabe leer a las personas y sabe que ahora mi vida es un caos. 

—Mi hermano nos va ayudar —entrecejo las cejas —. Al parecer Layla y él saben algo de Maro, pero jamás la comentaron por alguna razón. Según él me dijo, quiere estar seguro de eso, antes que nos diga que guardaba Maro. ¿Tu hermana no te ha dicho nada? —niego, tratando de recordar si Layla dijo algo sobre eso.

—Unos días antes de irse, me dijo que alguien me iba ayudar con todo esto. Pero nunca me dijo quién, ni cómo. 

—Bueno, ese es Will —llegamos a la cafetería, donde tomo aire y lo miro para que jale la puerta —. Él, como yo, te vamos ayudar. Nunca estarás sola —me estruja en sus brazos. 

Las personas de las primeras mesas empiezan a murmurar y esto lo detesto. Por qué las personas tienen que ser tan cotillas con las cosas de los demás, por qué critican sin saber los motivos principales, y por qué hablan. Me desespera el que hagan eso. 

—Will dice que es hora de cortarme el cabello, ¿qué opinas? —Le hago una observación, y está más largo de lo habitual, llegando casi que a los hombros. Pero es que es el estilo de Hongi y con el cabello negro que tiene le sobresale. Además sus ojos azules salen a relucir. 

—Un pequeño retoque, tal vez. Pero no para cortártelo totalmente.

— ¡Pues yo puré de papas! —Ruedo los ojos, porque en todo el trayendo no han parado de discutir; Guzt y Pelto. 

—Para empezar, Pelto. No te gusta el puré de papas —le recuerda, y nos reímos. 

Pedimos el almuerzo y caminamos hasta una mesa desocupada. Reparo las mesas y en ninguna está la Sofía, cosa que me hace sentirme triste, pero a la vez orgullosa que haya terminado el instituto y con muy buenas calificaciones. Yo ya me vi al final de año, con las notas más bajas de todas y sin poder entrar a la universidad. 

Nos sentamos y unas dos mesas a diagonal, están Aina, Pablo, Jaqueline, Simón y otros desconocido. 

—Parece que van bien —comenta Pelto, mirando a la misma dirección que yo. 

Algo que sólo se yo, es que Pelto llegó a sentir un atracción por mi hermana. Pero jamás lo intento porque en su momento ella estaba con Gustavo —el bastardo ese—, por lo que se dedicaba a verla desde lejos. Nunca se lo dijo a nadie, pero en el fondo se que paso. Aunque jamás le hice fuerza porque Pelto, es alguien que odia sentirse presionado. 

—Si, están todavía saliendo, pero para mi son novios. No tienen la etiqueta, pero no les hace falta —le soy sincera. 

No digo que sean perfectos juntos, pero Pablo de hace un año, no es igual al de ahora. Es decir, sus comentarios machistas con los que llegó, no están. Ahora bien, sigue siendo lo mismo de burlesco, pero aun así en su mejor versión. Y además trata muy bien a Aina, la ha apoyado en todo los complejos de mi hermana y demostrándole que ella tiene muchas virtudes, además de físicas. Y funcionan bien juntos. 

—Es raro que este año no hayamos hecho la iniciación —comenta Guzt —era mi día favorito del año. 

Le reprocho con la mirada, pero a él le da igual. Recordar lo que siempre hacíamos años anteriores, me hace sentir algo de culpa. Es que hacerle bromas a los nuevos, el primer día, no es algo digno de alardear. 

Empezamos a comer y hablamos acerca de nuestras vacaciones. Por diferentes motivos, la familia de Hongi, termino yéndose para Argentina, donde pudieron visitar a mi hermana. Por lo que Hongi empieza a relatar el momento en que ambos amigos se reencontraron y armaron una escena muy cursi en el aeropuerto, cosa que nos hace reír a todos. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.