♡ Cap. 3 Fiesta ♡

Después de mi entrada triunfal me siento en la mesa de siempre en compañía de mis hermanos, me encanta cuando la cafetería se queda en silencio y todas las miradas están sobre nosotros. Pero hay una sola mirada la que me importa y es la de Sofía.

—Vamos, deja de mirar a Sofía y come— susurra Harry.

—Si son almas gemelas ¿Por qué no estas con ella? — cuestiona Nelly. Dirijo la mirada hacia Sofía. Está hablando con sus amigas y les sonríe. Como deseo ser dueño de sus sonrisas.

—Ustedes bien saben los motivos—hago una mueca y pongo mi atención en la pizza.

—En ese caso estas arriesgando tu vida y la de ella al estar cerca, deberías decirle a papá que te cambie de colegio, —Nelly saca su compacto y se ve en el espejo acomodando su cabello—Si en verdad deseas mantenerla a salvo, aléjate.

Las palabras de Nelly estuvieron presentes conmigo, tal vez eso hizo que actuara tan frio con Sofía, lo cual no fue bueno para ella ya que estaba muy nerviosa.

Físicamente tengo que estar lejos, pero en sus sueños hago mi vida con ella, puedo estar tranquilo y feliz a su lado. A veces pierdo el control de los sueños y estos repercuten en la realidad. Un ejemplo es que hoy mordió mi labio. 

Con sutiliza paso mi dedo por mi labio para recordar aquella travesura, ya no esta tan hinchado como esta mañana, pero es notable. Y aunque mi proceso para sanar es rápido . . . no quiero que sane rápido. 

Nelly, Harry y yo salimos de la cafetería. Nos vamos a nuestras clases.

—¿Vamos a ir a la fiesta?

—Supongo que sí, es por parte del colegio—contesta con un poco de entusiasmo Nelly.

—Yo no, saben que no me gustan las fiestas —ruedo los ojos.

—Creo que el principal en asistir debes de ser tu hermano

—¿Por qué? No tengo interés.

—Un pajarito me dijo que Zaid Cass invito a salir a Sofía— Harry alza los hombros  y una sonrisa pícara se dibuja en su rostro.

—Eso lo tengo que confirmar.

Bajo rápido las escaleras y entre la multitud busco a Dylan, por fortuna lo puedo localizar y va por un pasillo solitario, ahí lo arrincono.

—¿Qué mierda? —no logra verme ya que esta de espaldas a mí.

Dime todo sobre Sofía y Zaid Cass.

Ordeno, y como si fuera un robot, Dylan habla.

—Zaid es la pareja de Sofía para la fiesta del viernes, ellos dos se están conociendo desde segundo año y en la fiesta Zaid pedirá que Sofía sea su novia—Me quedo helado al escuchar las palabras de Dylan, no me molesta que Zaid quiera ir con Sofía a la fiesta lo que me hace odiarlo es que pretende querer ser su novio, de mi chica que no sabe que es mi chica, me irrita de tan solo pensarlo.

Genial, tendré que ir a la fiesta y acercarme a Sofía.

Olvida esta conversación y vete.

Dylan desaparece cuando entra al aula de algebra. Sin embargo, yo me quedo ahí, en medio del pasillo recargado en un casillero, debo de planear algo para evitar que sean novios.

No puedo creer que mi lado toxico este floreciendo, pero es entendible, ella es mi alma gemela y como todo tornadizo, no soportamos que alguien más quiera ganarse su corazón.

Estoy en un dilema uso el lado romántico y cálido de los Sallow o el lado violento y frio de los Jones, como sea, lo que pasará el viernes será memorable.

Nicole está de visita en mi casa para ver como iremos a la fiesta. Preparamos palomitas y estamos calentitas viendo una película que es nuestra favorita Midnight Sun y mientras transcurre la historia no podemos evitar el llorar.

Nicole está hecha un mar de lágrimas y yo creo que estoy peor.

—No importa cuántas veces vea esta película siempre voy a llorar y sufrir como la primera vez—comenta entre sollozos mi amiga.

Nicole como conoce perfectamente mi casa, baja a la cocina y trae un poco de helado para las dos, tristeza y helado, no existe mejor combinación que esta.

Ah decir verdad mi casa no es una mansión, pero es una casa bastante grande, mi papá al ser el cardiólogo más famoso e importante de Chicago y mi mamá una súper modelo famosa, que gano miss universo y es fantástica en lo que se dedica, ganan buen dinero para darnos lo suficiente a Noah y a mí.

Mi cuarto tiene un tamaño decente, con una cama Queen size y muchas notitas con frases que me encantan pegadas por todas las paredes de color gris claro. Tengo mi colección de libros perfectamente acomodados en un estante a lado de mi cama, en mi mesa de noche tengo una foto con mi familia y una con Nicole. Frente a la cama está el televisor, a un lado del mismo está la ventana, cerca de esta tengo un oso gigante que me regalo uno de mis tíos y es un tesoro para mí y al otro lado la puerta de mi baño.

—¿Qué tanto estás pensando? —inquiere mi amiga mientras come su helado, esta mujer es un barril sin fondo, se la puede pasar comiendo y no se llena. Pero con la comida es feliz ¿y quién no lo seria?

Dejando a un lado mis pensamientos, comienzo a jugar con la cuchara y en repetidas veces volteo a ver a Nicole, hasta que por fin salen las palabras—Amiga te das cuenta que tú y yo leemos historias y vemos películas de amor porque sabemos que nunca tendremos una historia así.