Dominic se sienta en frente de mí y seguido de él viene Harry el cual se sienta en frente de Nicole, estos dos se observan de manera especial.
—Vamos inicien con el juego—exclama Dominic.
Harry gira la botella y por azares del destino los apunta a ellos, a Nicole y Harry. La boca de la botella apunta a Harry lo que quiere decir que él manda y mi amiga obedece.
—Muy bien preciosa ¿Qué elijes? ¿verdad o reto?
Nicole es la más lucida ya que me descontrole un poco con el alcohol y una de las dos debe de manejar.
—Verdad—responde Nicole.
Harry se agarra el mentón como si pensara —¿Quién te gusta?
Mi amiga esta pálida, la conozco y sé que era algo que no se esperaba.
<<Veamos cuanta honestidad hay en este juego.>>
—Vamos Dagger estamos esperando tu respuesta —interviene Dominic en un tono divertido
Nicole bebe un trago de tequila, —me gustas tú Harry Jones
<<Si habrá honestidad>>
Harry se levanta con una sonrisa de oreja a oreja y se lleva a Nicole.
—Era a lo único que venía—añade Harry y desparecen entre la multitud.
Todos quedamos perplejos ante la situación, pero seguimos jugando. Peige y Alessa se dieron un beso, Dylan y Zaid revelaron dos de sus fetiches, Alessa se besó con Dylan. Zaid me pregunto una verdad sobre mis ¡sueños! Y hasta el momento Dominic se ha librado de todo.
—Basta de juegos me toca girar la botella—bufa Dominic.
Y ¡madre santísima! La botella nos apunta nosotros. Pero no es todo, él manda y yo obedezco. Creo que hasta lo borracha se me ha quitado.
—¿Verdad o reto? Pequeña—inquiere en tono de burla. Por los rizos de sansón como me voy a librar de él.
<< ¿Qué debo elegir? >>
—Reto—respondo segura.
Dominic se lame los labios de manera sensual, mirándome fijamente, —Te reto a que me dejes darte un beso donde yo quiera.
Todos se quedan boquiabiertos y me observan como si me juzgaran con la mirada.
—Lo siento Dominic, pero ella no puede acceder a eso, Sofía y yo estamos saliendo—interviene Zaid.
La verdad no estoy saliendo con él porque me guste, lo hago porque mis amigas me lo pidieron.
—Ella pidió reto y ahora cumple—sentencia con una voz fría, —Saben que, déjenlo así, creí que eran más interesantes— se levanta para irse.
—Espera, —trago grueso, —Está bien.
Dominic gira hacia mí de nuevo sonriendo divertido, —Perdona, ¿dijiste algo?
Gruño—¡Que está bien!
—De nuevo lo siento, pero ¿Está bien qué?,—se acerca a mi causando estragos en mi ser —Quiero que lo digas.
Ruedo los ojos, mi respiración se corta. Él se acerca tanto que tengo que levantar la cara para poder verlo, —Puedes darme un beso donde tú quieras.
Su mano sostiene mi mentón mientras pasa su pulgar por mi labio inferior, —Así me gusta, dócil y tranquila.
Zaid se acerca a Dominic —Donde sea, menos en la boca —bufa.
—No eres nadie para ponerme condiciones.
Dominic acerca su rostro y está a centímetros de mi cara—¿Estas lista?
Asiento con la cabeza, —Estoy lista.
—Veamos si es cierto.
—¿Qué? —un jadeo se escurre de mis labios y no puedo evitar estremecerme. Su respiración acaricia mi cuello, trato de retroceder, pero el usa su mano libre para sujetarme de la cintura, —No te muevas, Sofía— pronuncia mi nombre en mi oído, causando deleitables escalofríos por todo mi pequeño ser.
Los labios tan suaves de Dominic hacen contacto con la piel de mi cuello, dejando besos mojados a lo largo de mi piel. Una presión nace en lo bajo de mi vientre, no puedo creer que él me esté causando esto.
Su respiración se acelera, al parecer no soy la única que lo goza.
Cuando termina de besar mi cuello, prosigue a besar a un lado de mi cara, se detiene a oler mi cabello, hasta que presiona sus labios en la esquina de los míos, espero su beso, pero nunca llega.
Dominic se aleja y me da una sonrisa de suficiencia, —adiós.
¿ese fue el beso? Deseo preguntar, pero me detengo antes de que la súplica se escape de mis labios y pierda mi dignidad.
Dominic recoge sus cosas y comienza a caminar luciendo como si nada acabara de pasar.
Sé que esta noche ha sido el comienzo de algo, en donde yo no pretendo ser la sumisa.
Solo nos quedamos un Dylan dormido en la mesa, una Peige ebria, un Zaid molesto, una Alessa asombrada, y una Sofía desconcertada.
¿Un beso? Se supone que debo alejarme no acércame.
<<Eres un idiota. Dominic, déjate de juegos y ya no te alejes de ella. Tu inmortalidad está siendo afectada. >>
Estoy en una zona del hotel un poco privada, me he alejado del ruido y solo quiero anhelo tener paz y tranquilidad. El balcón me permite apreciar la noche y la brisa tan refrescante.
—¿Por qué viniste aquí? —escucho la voz de Sofía y cuando me doy cuenta ya está a mi lado.
—Es tranquilo y solitario
—¿Te gusta estar solo?