Almas Gemelas

Parte 9

— Fuiste difícil de encontrar, pero por fin lo logre — el hombre bajo se quitó la capucha, y el micrófono que le deformaba la voz, era un ser de piel color blanco con algunas partes moradas, con cola.

— ¿Por qué no los dejas en paz? Yo no valgo lo que les hiciste — gritó la mujer furiosa.

— ¿Estas segura que son tan inocentes? Lapis y su hermana eran hacker que para evitar ir a la cárcel aceptaron unirse a la policía ¿Y este namek, tu amante? Además de que le pega a su esposa...

— ¿Esposa? Estás mintiendo, él no me hubiera ocultado algo así.

— ¡Qué ingenua! Crees que él ha sido sincero contigo... solo eres alguien para pasar el rato, él es casado, la golpea, además de abusar sexualmente del hijo que ella tiene de su anterior matrimonio.

Tiró al suelo una fotografía de Piccolo, con una mujer morena, y un niño.

Tiró al suelo una fotografía de Piccolo, con una mujer morena, y un niño

— Isa — el namek trató de levantarse — no le creas... miente.

— ¿Acaso no eres casado? — preguntó el asesino con voz aterciopelada.

— Lo fui, pero...

— ¿Por qué no me lo dijiste? — la mujer trataba de controlarse para no llorar.

— Solo te uso como los demás. Eres solo una del montón, además que no puedes tener hijos ¿No se lo dijiste al namek? Tú también guardas secretos — vio que sus palabras le llegaron al alma a la mujer — ustedes solo se vuelven importantes cuando son un caso para la policía.

— ¿Por eso las mataste? — Isabel no podía creer que Piccolo hiciera lo que dijo el asesino, pero porque le ocultó que tenía esposa y un hijastro.

— Con papá cazábamos animales, pero me aburrieron, pensé que matar esas mujercitas me daría algo de adrenalina... fue una decepción, cuando abusaba de ellas veía su miedo y angustia cuando las cortaba, pensaban que las mataría rápidamente, pero yo sabía dónde hacerlo para que duraran horas y horas, cuando les atravesaba el corazón veía como su vida se escapa de ellas. Ninguna de ellas me dio pelea, eran como muñecas.

— Ahora verás lo que puede hacer una muñeca — se acercó y comenzó a darle puñetazos, pero, aunque se veía bajo, el hombre tenía mucha fuerza, ella recibió un golpe en el labio que le sacó sangre, con el sabor salado en su boca, buscó que usar, tomó una escoba y lo golpeó en la cabeza con el palo.

— Infeliz ¿Cómo te atreviste? — le pegó puñetazos en la cara varias veces, dejándola con los lentes rotos, en el piso, inmóvil.

— Déjala maldito — Piccolo logro pararse, pero estaba muy mareado, debía hacer tiempo para recuperarse, así que lo hizo hablar — ¿Por qué trajiste a Lapis?

— Él me descubrió.

0—0—0—0—0—0

— ¿Qué pasa para que trabajes hasta media noche? — preguntó Ginyu al ver salir disparado de su oficina al hermano de Lazuli.

Lo encontré, ya sé quién es, debo avisarle enseguida a Hit, voy a su casa.

— ¿No le avisaste por teléfono?

— No quiero arriesgarme, este tipo tiene muchos recursos, no me extrañaría que tuviera tomado los teléfonos, espera... que haces tan tard... — antes que se diera cuenta, Lapis recibió varios puñetazos que lo dejaron inconsciente, aprovechando que por la hora no había nadie en el lugar, Ginyu lo amarró y lo sacó por la parte de atrás de la comisaría.

0—0—0—0—0—0

— Tu estúpido Capitán no contó con que aparte de Dodoria y Zarbon, contrate a más gente en esa comisaría, Ginyu me lo trajo antes que contara lo que descubrió, e hizo desaparecer su computador.

— ¿Cómo nos encontraste?

— Se nota que la mujer te distrajo, supongo que ya no podías esperar para seguir follando con ella. Dejaste tu celular prendido, fue fácil activar tu GPS a distancia.

— ¿Quién eres? — fue mi culpa que nos encontrarán, se recriminaba Piccolo, de verdad soy un idiota como me decía Milk.

— Soy Freezer, mi padre es King Cold, él me dio la posibilidad de usar la tecnología de sus empresas para divertirme un poco... ja ja ja cambiaré mi objetivo, terminaré mi cacería de mujercitas, no es interesante, tal vez siga con sayayins o nameks ja ja ja estas tontas no se defienden, más pelea me han dado los zancudos — miró a Piccolo — luego que los mate a ustedes, será el turno de ella, demoraré horas en cortarle el cuello, la violaré al lado de tu cadáver ja ja ja ¿Crees que esa tipa de verdad te ama? Que iluso, solo te quería para conseguir la residencia, tú u otro era igual para esta puta.

El namek miró a Isabel que se estaba arrastrando con mucha dificultad al sillón donde estaba la chaqueta del detective de piel verde, luego a Lapis, su amigo.

"Debo ayudarla y a él, fue de los pocos que me apoyo cuando venía huyendo de mi pasado... pero no puedo... nadie podrá salvarnos, ya no tengo fuerzas — rió irónico — me prometí que nadie la lastimaría... no sirvo para nada... Milk siempre me lo decía... tenía razón".

Cuando Piccolo quiso dar un paso, cayó de rodillas, veía todo a través del velo de la sangre que seguía saliendo de la herida de su frente.

— Yo soy el ganador como siempre, muere estúpido — gritó Freezer apuntándolo con una pistola.

Se escuchó un disparo, pero Piccolo no sintió dolor, miró al asesino, quieto, con los ojos muy abiertos, en su frente había un pequeño orificio del que corrió un hilo de sangre.

— Mal... di... ta... — Freezer cayó al suelo.

El hombre verde vio a donde el moribundo miraba, allí estaba Isabel, sentada en el suelo, afirmada la espalda en el sillón, escurría sangre de sus labios, tenía un ojo morado.



#8295 en Otros
#964 en Aventura

En el texto hay: miedo suspenso

Editado: 12.08.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.