Cap 10; La Estatua

Levi y yo salimos por ese pequeño hueco, dejando todo sucio y el falso cadáver tirado en el piso, caminamos un tiempo hasta llegar a las barracas, aquella noche era hermosa, el cielo estaba despejado y lleno de estrellas, mientras mi mente se ocupaba de asimilar todo, le pregunté algo a Levi.

—¿Que es el alma?—Dije temerosa.

—Es la manifestación del dios sin rostro en el mundo—Levi me miró y dijo lo siguiente sin titubear—Nosotros somos dioses, dioses ocultos.

No podía entender esa frase en ese momento, pero ahora la comprendo, somos más que simples humanos, somos una especie de raza superior capaz de controlar la manifestación de aquel dios oscuro.

—¿Por qué?—Fue lo último que dije, Levi se quedó en un silencio tan profundo y frío como el hielo que anteriormente había invocado.

Llegamos a aquellas barracas, me despedí de él con un beso en la mejilla y me fuí a dormir. O al menos eso intentaba, mis llantos y quejidos por no poder asimilar nada no dejaban que mi mente descansará. 

Así seguí hasta la mañana siguiente, todo indicaba que una prueba se llevaría a cabo aquel día. 

Caminamos un rato hasta un viejo árbol, guiados por Leo. Al parecer el verdadero, no otro títere. 

—Hoy probaremos poder de fuego—Dijo Leo sonriendo maliciosamente, extendiendo su brazo hacia el árbol y lanzando un rayo.

Mi hermano, a quien yo llevaba en su silla de ruedas, comenzó a aplaudir. Al parecer todavía le sorprendían los poderes de Leo. Me parecía que no era capaz de asimilar que él era capaz de lo mismo o mucho más.

—Ya hemos probado que cada uno de ustedes tiene un alma en su interior—Continuó Leo—Ahora deben sacarla a relucir.

Algo, una especie de intuición, me indico que yo debería pasar primera. Pero Levi me miró y se me adelantó. Verdaderamente extrañaría a ese imbécil, era demasiado tierno. 

Levi piso con fuerza, una hilera de estalactitas heladas salieron del piso con fuerza en dirección al árbol, clavándose varias de ellas en éste. Me sonrió y tronó los dedos, disolviendo el hielo en un instante. Mi hermano aplaudió eufórico y emocionado. Quería demostrarle a Fran que yo también era capaz. Así que tome la iniciativa y sople con fuerza, un vendaval potente salió directo de mi boca, arrancando el árbol de raíz y dejándolo tirado unos metros más adelante. El aire me empezó a faltar, debido a la enorme fuerza que había usado. Mi hermano me tomó de la mano y me dijo.

—Eres asombrosa—Su sonrisa era verdadera y estaba muy alegre—Te quiero mucho, hermana.

Estoy aguantando las lágrimas mientras narro esto, amaba y todavía amo demasiado a mi hermanito. Me duele la verdadera alma cuando pienso en él, era tan joven y dulce. El no merecía todo esto, él merecía a alguien mejor como hermana.

Levi tocó con suavidad y me espalda y me ayudó a levantarme, al parecer el turno sería de Iván. 

Unas chispas comenzaron a salir de sus manos, él miró con dulzura a Jean y corrió hacia el árbol. Al tocar con sus puños el tronco, este se comenzó a incendiar. Todos miramos asombrados el fuego, mi hermano nuevamente se impresionó y comenzó a aplaudir, Iván tomó a Jean en brazos y la besó, diciéndole que sería el turno de ella. Jean se negaba a pasar, pero era la única que quedaba, Leo, Levi, Iván y yo ya habíamos pasado, mi hermano no estaba en condición de usar su alma. 

—¡No!—Gritó ella—No soy capaz de hacer cosas como ustedes. Todavía no sé de qué trata todo esto. No quiero, quiero irme.

De repente, comenzó a correr hacia las barracas, yo le dije a mi hermano que esperaba y corrí junto a Iván para consolarla.

Pero al alcanzarla y tocar su hombro, una fuerza nos impulsa hacia atrás. Al parecer son explicación, sus ojos cafés comenzaron a tornarse totalmente blancos, Levi nos vio de lejos y corrió hacia nosotros a gran velocidad. 

Al llegar, toco a Jean con la mano derecha y comenzó a congelar su cuerpo mientras los gritos desgarradores de Iván me volvían loca.

—Solo hay una persona capaz de explicar esto—Dijo Levi una vez que el cuerpo entero de Jean estaba cubierto de hielo e inmóvil.

—No me digas—Dije yo con miedo.

—El Obispo.