Almas- Primera Parte Finalizada (saga Animarum)

Capítulo 9 (2)

Canción: Mad Hatter - Melanie Martinez 

 

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Milo les había dejado el desayuno preparado muy temprano, no tuvo tiempo de despedirse de sus sobrinos porque su próximo embarque saldría a las 8, y ya solo faltaba media hora.  Justo cuando Aarón necesitaba un consejo de esos paternales que ves en la televisión, ya saben: papa, tengo un problema... es una chica.

Todo el fin de semana había sido su chica...

El lunes no sería un buen día, incluso Dylan tenía ese aspecto, puesto que no le hablo mucho en la mañana más que cosas triviales mientras caminaban rumbo al instituto. Él llevaba un mes de clases, Dylan apenas semanas, y en ese tiempo, de lo excitante que fue su primer día, hoy no quedaba nada. La misma entrada majestuosa hoy lucía como la entrada a la corte del rey, a la espera de un dictamen de muerte.

¿Tan mal era el asunto?

Sus notas no eran las mejores, era excelentes, aunque bien podría patinar y caer en alguna materia que no le gustaba. Lo que siempre le ayudaba era el deporte, era un gran deportista, era un futbolista nato y servía para darle alguno que otro crédito en esa materia difícil.

Hoy, debía concentrarse solo en estudiar... Ya no pertenece a ese equipo de fútbol, al que le tomó dos meses entrar a base de esfuerzo, por culpa de unos imbeciles. 
 

—¡Mira, míralo bien! —había gritado Jesse sosteniendo el uniforme de Aarón con una mano mientras que en la otra, sostenía una tijera.
 

Aarón se encontraba en el suelo, obligado de rodillas, sostenido por los brazos de dos miembros del equipo. Su rostro de odio se había transformado en preocupación al ver que Jesse había forzado su casillero y ahora tenía su uniforme.
 

—¡Si creíste que íbamos a arreglar nuestras diferencias con golpes,  no son nuestro estilo, Aarón! ¡Tú jamás, serás uno de nosotros! —Y seguido agujereo el uniforme, dejándolo en tiras y rompiéndolo en dos con sus manos como una fina hoja de papel—¡Aqui se hace lo que yo diga, o se hace! ¡Que te quede claro! ¡No eres nadie! ¿Me oyes? ¡Nadie para creer que puedes meterte con nosotros! 
 

Lo soltaron, y se marcharon.
 

Los golpes, la pelea con Blake en la fiesta no fueron el detonante de esta pelea, ni cerca. Aarón había golpeado a Blake, sí, pero en venganza también recibió una paliza. 
 

Lastimosamente el asunto no murió allí aquella vez.
 

En el tiempo en que Dylan estaba hospitalizada, tuvo otro altercado. En ese entonces todo el equipo lo ignoraba fuera de la cancha, pero en los juegos seguían pasándole el balón, seguían jugando como un equipo a pesar de mandarle miradas de ser el jugador más inútil del mundo (cosa que no era para nada cierto, solo que siempre se maximizan los  errores). 
 

Fuera de prácticas, no lo tomaban en cuenta, y no le importaba mucho, a pesar de tener rencor acumulado por aquella golpiza, prefirió no armar más embrollo y alegrarse de que tan solo lo ignoraban, daba igual, Tessa aún se sentaba a comer con él, y era todo lo que necesitaba...
 

Fue en un entrenamiento el detonante mayor.. y lo oyó con claridad mientras recogía los balones regados por el campo: "No vaya a quedar como la paralitica hermana de Crawford" 
 

—¿Qué acabas de decir , imbecil? —bramió Aaron.
 

El tipo volteó, puesto que estaba de espaldas hablando con Jesse y Marvin, que al parecer se rieron disimuladamente al percatarse de su presencia.
 

—¿Qué acabas de decir, imbecil? —repitió Aarón.
 

Seguido le estrelló el balón en la cara a Norman. Este se tocó la nariz rápidamente porque le sangraba.
 

—¡Repítelo!
 

—¡Oye, oye, oye! —Marvin se mete a separarlos antes de que se golpearan, mientras que Jesse agarró a Norman a tiempo— ¡Fue una broma, Aarón! ¡Cálmate! 
 

Pero no se calmó, él se encendía como un fósforo. Solo que reaccionaba como una bomba. 
 

Se quitó el agarre de Marvin y fue a por Norman de nuevo,  Jesse se interpuso para parar el avance de Aarón, pero este lo empujó y le lanzó  un golpe  en la quijada para que lo dejara llegar hacia Norman, lográndolo. Al alcanzarlo se batieron en golpes en el suelo, puñetazos duros y firmes en el rostro del otro, el uniforme sucio de tierra y césped. 
 

Marvin ya no intentó separarlos, y Jesse se sostenía la cara. Le ardía en serio, él pegaba realmente duro.
 

Los demás en el campo se acercaron alarmados de la pelea, el entrenador entró pitando desde la otra parte de la cancha  para que se separaran pero no fue el quien lo hizo, sino Kim y Blake que estaban más cerca, entre la pequeña multitud que se había reunido en un círculo a verlos bailar en el suelo.
 

—¡Aaron, Aaron! —grita Blake halandolo de encima de Norman, hasta quitarlo. 
 

El chico apenas nota quien es el que lo ha separado le pega un empujón.
 

—¡No me toques! —le grita, regresa la mirada a Norman que seguía en el piso— ¡Vuelves a decir algo sobre mi hermana y te juro que no te va a quedar rostro para  mostrar! 
 

—¡Señores, dispérsense! —Pitó dos veces hasta que el sonido ya se oyó cerca y fastidio los oídos— ¡Vuelvan a lo suyo! ¡Ahora! ¡Largo, largo de aquí!
 

Los chicos obedecieron, Crawford volvió en sí  por el pitido, y fue cuando reconoció a Leah y a Tesse cuchicheando con una sonrisa burlona...
 

El entrenador los miró intercaladamente: un Norman que apenas  estaba levantándose, con los dos ojos morados, y una nariz rota, eso había sido un intento de matarlo. Mientras que Aarón estaba de pie, respirado ahogadamente, con los nudillos rojos, la ropa sucia, y su rostro también molido. Una larga línea de cruzaba el cuello, como si el anillo que Norman cargaba le hubiese hecho tremendo rayón que sangraba. Su rostro tenía sangre, quizás de su nariz también lastimada, o de sus mejillas que también tenían rayones rojos y vibrantes.
 




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