"Perder la mente y los sentimientes en el abismo de las drogas es como naufragar en un mar de sombras. donde la realidad se desvanece y la esencia del ser se disuelve en el silencio inquietante de la adicción"
-A-Aaaah Dios. ¡Si-sigue!.- Gimo fuertemente la chica ahí presente y el escuchaba claramente los gritos que pegaba en forma de gemidos de la puta que tenía en cuatro frente a el, comenza a embestir cada vez con más fuerza, mucho más rápido incluso más agresivo, con solo un objetivo en mente que los gritos lo hicieron callar, que lo hicieran olvidar. Una...Dos... Tres... Repetía una y otra vez en su mente, solo esperando unas cuantas estocadas más para que todo llegara a su fin, para que el revalcón se acabara sin importacie mucho en realidad, siempre era asi, solo temporal.
Escucho fuertemente el gemido final que dejó salir por esos sucios labios la mujer frente a el, esa pobre chica que tuvo la mala fortuna de ser elegida entre todas las otras presentes en la fiesta de su amigo
-A-Aah... Davian, no mentían cuando dijeron que.- Trató de decir, pero quedo callada ante las palabras que salieron por los labios del chico que ahora se encontraba parado frente a ella, mirándola como si no supiera quien era, y mucho menos, donde estaba después de haber aspirado lo que sea que tenia en su mano.
-Jessica ¿no?.- Pregunto el chico que la miraba sin interes mientras se quitaba el condon, para luego ir a tirarlo a la basura como si nada. Sin importarle la expresión con la que lo miraba la chica, una mezcla de tristeza y enfado, comenzó a acomodarse el boxer junto con el pantalón, como si no hubiera pasado nada entre ellos. Esto era tan común para el chico, que en realidad no le afectada en nada. Solo era otra chica más de su lista a la cual dejaría ahí sin importale, ya era momento de irse y eso si que le importaba.
-¿Eh? Davian, no bromees así.- Rie levemente la chica, tratando de no sentirse mal por la confusión del chico frente a ella. - Soy Krystal... La chica que te gusta... Lo dijiste antes de traerme aquí...
-Oh, si, verdad es verdad.- Rie colocando más polvito blanco sobre el torso de su mano. -No te creiste de verdad eso ¿o si?.- Preguntó alzando una ceja.- Waaa !¿si lo hiciste?!.- Ríe aspirando el polvo vna vez más- Es que ayer se la metí a tu hermana, comprende el error. -se encoge de hombros sonriendo inocentemente antes de aspirar rápidamente el último poco de polvo que le quedaba- Son prácticamente iguales. Los dos lo hacen terriblemente mal.- Dijo riendo a la vez que solía de la habitación colocándose su chaqueta de cuero, mientras se escuchaban cosas sin importancia que ella decía o mejor dicho gritaba dentro de la habitación hasta que lo nombró...
-iiiEres un maldito imbécil!!!.- Le grita levantándose de la cama para tomar sus zapatos y tirarselos a la puerta sin importarle para nada que esta estuviera cerrada, sabiendo que todos decían que nadie debía llamar así a Davian, incluso fue justamente por eso que se lo grito a todo pulmón sin importarle que la escucharán o no, así como al muchacho no le importó ilusionarla solo para conseguir sexo rápido.
-Se te acabaron los zapatos ¿verdad?.- Grita Davian mientras se reía abriendo la puerta, acomodandose el cabello hacia atrás- Escucha algo atentamente Jessica.- Sonrie acercandose a ella con cierto brillo de odio en sus ojos, porque si, que lo llamara así, provocó que su otro lado saliera a la luz.
-Jamás, vuelvas a decirme de esa manera, ¿Escuchaste bien?.- Aclaro sonriendo cínicamente, a la vez que colocaba una mano en la cabeza. contraria para jalarla del cabello, y así, afirmandola bruscamente, acercó sus caras, para dejar totalmente clara la amenata que le estaba haciendo.- Tus putos y sucios labios, no tienen el derecho a llamarme así.- murmuró amenazándola, sin borrar el odio de sus ojos.
-Ya... Ya Davian... Sueltame... Po-Por Favor...- Murmura asustada, sin ser capaz de mirarle los ojos.- M-Me duele... No lo volvere a decir jamas... Ahora Sueltame...- Susurro la chica, dejando salir unas cuantas lágrimas provocadas solo por el miedo de ver al chico frente a ella, que le agarraba cada vez con más fuerta del cabello.
-¡JA! ¿Ahora duele? Hace unos minutos pedías más y más como una perra en celo.- Dijo sonriendo a solo unos centímetros de la cara contraria, sin soltarle el cabello a pesar de sentir una mano sobre su antebrazo, una mano que aplicaba más fuerza que la de una chica.
-Ya Davian, basta. Suelta a la muchacha ahora.- Murmuro tranquilamente el chico castaño y de hombros grandes, que entro en la habitación sin siquiera ser notado por la concentración de odio que tenía hacia la chica.- No, ¡Esta tipa cree que tiene el derecho de llamarme como lo hacia ella. ¡¡Nadie tiene ese maldito derecho!!. ¡solo lo tenia ella!.- Gritó Davian agarrándole más fuerte el cabello a la pobre muchacha, recordando cada vez que esa mujer lo llamaba de esa manera. Sin saber que más hacer, el chico alto y castaño comienza a rodearlo con sus brazos delicadamente, en un abrazo lo más cálido que podía darle a ese chico muy alterado.
-Owen... Dios... ella... Ella me dejo...- Susurró Davian, notando recién, que estaba llorando desde que comentó a gritarle a Jessica.- Ella se fue... Me abandono...- Dijo mientras se mantenían saliendo las lágrimas por sus bellos ojos, sirviendo claramente para "relajarse, y así ser capaz de soltar a la chica que tenia fuertemente agarrada. La chica que salió corriendo rapidamente de la habitacion, solo cubierta con la sabana de la cama, mientras que owen abrazaba fuertemente a su hermano menor.- Mierda... Yo no quería.... Ella me llamo asi... Yo me iba owen... No le iba a hacer daño... Pero sali de aquí... Y la vi... Owen, ella me decia que nadie más podía llamar así... Solo ella... Dios... Esta mierda no esta funcionando hermano... Ya no funciona... ¡Ya no me sirve!.- Grito Davian, a la vez que reía amargamente sin ser capaz de dejar de llorar, lo que causo que se agarra fuertemente ceballo, sin saber que hacer con la historia que estaba sintiendo al notar que su única vía de escape se había arruinado.