-¡Andate a la mierda zyran. Yo no voy a ir al puto loquero!!.- Grito Davian sin siquiera recordar el como había llegado a casa la noche anterior, aunque suponía que su hermano había ido por el igual que siempre.
-¡Dijiste que lo harias, mocosol.- Gritaba en respuesta un exasperado zyran, golpeando un poco fuerte a la puerta de la habitación del chico que se rehusaba, desde hace por lo menos una hora, a ir al internado psiquiátrico.- ¡Maldita sea! ¡¡Es por tu bien Davian Bennett!!!.
-¡¡Que te vayas a la mierda!!.- Gritó una última vez al muchacho, antes de que este saliera por la ventana de su habitación rápidamente, sin mirar ni una sola vez hacia atrás. Agradeciendo que fuera de su ventana estuviera el techo del cobertizo, y que desde hace años había dominado el acto de escaparse por ahí, salió corriendo de la vivienda, obviamente sin ganas de que zyran lo pillara, y en su preferencia, nunca.
-¡Maldita sea Davian!.- Grita enojado zyran, pero a la vez preocupado, al sentir el silencio absoluto en la habitación del chico, en una clara señal de que ya no estaba ahí.
Horas antes
-Arriba Davian, nos iremos ahora.- Hablo tranquilamente un sonriente zyran descubriendo al cuerpo que parecía muerto sobre la cama, para Iuego dirigirse hasta la ventana de la habitación y poder abrir las cortinas, consiguiendo que un radiante sol entrara en la habitación
-¿De que mierda hablas?.- Pregunto en murmullo Davian, que se encontraba literalmente, medio muerto por tanta idiotes que fumo ayer, sin ser capaz de recordar las cosas por el horrible dolor de cabeza que tenía. Nunca más le vuelve a comprar a ese maldito idiota. Piensa dejando salir un leve suspiro al acomodarse mejor sobre la cama, volviendo a cubrirse todo.. el cuerpo.- Ya sal de mi habitación, quiero dormir más.
-Hey, hey, hey, yo no soy sey como esas tipas con las que te acuestas, así que no me vengas a hablar como a una de ellas para que te deje tranquilo. Ya levántate.- Hablo zyran dejando claro que se estaba comenzando a enojar con esta situación, ya que no encontraba justo que Davian no pusiera de su parte mientras que owen y él, trataban de hacer todo lo posible para tenerlo bien, sin ninguna preocupación. Owen era el cabecilla en esta familia de dos, era el hermano mayor modelo: atentó, cariñoso, amoroso, preocupado, y a veces, hasta estricto. Si mirabas la casa en la que vivían, se notaba que eran una familia adinerada, una familia a la que envidiar, pero si conocías a los chicos que vivian ahí, nl habria motivo de envidia. Owen se esforzo toda su vida en sus estudios y en ascendente en su trabajo para ganar el suficiente dinero y conseguir todo lo que tenían en este momento, especialmente, para conseguir cada capricho que tuviera Davian bennett y entre esos caprichos, estaba esta casa, con esta gigantesca habitación en la que podía vivir comodamente una familia de tres, y todo esto, porque se siente en el deber de darle todo lo que pueda tener a davian feliz, como si con eso lo hiciera olvidar su infancia.
Ya agotado con la situación, camino desde la ventana hasta la cama del chico para poder destaparle el cuerpo nuevamente, sin importarle los gruñidos de protesta que estaba haciendo en ese momento.
-Muevete, tu hermano ya esta en el trabajo. Vamos a darle una sorpresa.- Dijo zyran quitandole la sabana a la fuerza.
-¡Que te salgas de mi pieza zyran. No voy a ir ha visitar al trabajo a owen como si fuera un puto pendejo!.- Grita exasperado, cubriendose hasta la cabeza por el horrible dolor que siento en esta.
-Waa, Dios ¿Hablas en serio? ¿como mierda es que no lo recuerdas? ¡No estabas tan drogado!.- Le vuelve a quitar la sabana haciendo que ambos se miren con la misma cara de odio.- Levanta ese maldito trasero tuyo Davian bennett ahora mismo.- Sentenció totalmente serio zyran.
-Okey me levantare.- Respondio davian sonriendo cinicamente mientras se levantaba con ese brillo particular de odio en sus ojos.- Ya me levante, así que ahora largate de mi habitación zyran Scott.
-Claro que me largaré de aquí, pero tú, te vienes conmigo Davian.- Sonríe de igual manera devolviéndole el empujón, un poco más fuerte.
-¿Eso crees?.- Murmura negando con la cabeza, volviendo a empujar al mayor.- owen te tiene sin cerebro querido amigo, no puedes creer que yo voy a ir a ese lugar lleno de malditos locos.
-Vas a salir perdiendo mi querido amigo davian.- Dijo zyran agarrandole del cuello de la playera que estaba usando para dormir.- Te llevare por las malas si es necesario davian.
-Dios mio, el monstruo se desperto.- Rie davian empujandolo para que lo suelte.- No eres capaz de hacerme nada, porque Owen te va a odiar por solo intentar tacarme. Piensa bien lo que vas a hacer grandate.- Le guiña el ojo dándole un empujón más.
-Sabes, eres más simpatico cuando estás como un maldito drogado.- Aclaró Zyran cruzandose de brazos.
-Tranquilo tranquilo, dame unos minutos y ya volveré a ser más simpatica.- Agrego davian con una sonrisa mientras cerraba fuertemente la puerta frente a la cara de zyran, ya que después de tanto empujón de aquí para alla, lo saco sin nisiquiera darse cuenta.
-Ya largate de mi casa zyran.- Grito davian tirandose de espalda sobre su cama mientras buscaba, bajo la almohada, hierba para fumar, la cual se encontraba exactamente ahí. Sin prestarle atención a los gritos que pegaba el mayer desde el otro lado de la puerta, prende su cigarrillo con calma para luego disfrutar de su viaje a otro mundo, esperando que, como pasaba con las otras voces, zyran se callara por fin.