-Todo esto es una mierda...- Murmura davian sin ser capaz de conciliar el sueño, a pesar de que eran las tres y media de la madrugada y que todo estaba cerrado y en silencio ¿Que mierda hage aquí?... ¿Como se supone que terminé en este lugar?...- Preguntó en un susurro a la nada, mientras se levanta de su fría cama para comenzar a caminar de un lado a otro por la habitación. La habitación era de un tamaño decente, con las paredes color piel y una ventana con unas rejillas de protección, que dejaban ver uno de los jardines del hospital, había tres puertas, una para salir, una del baño y la atra del closet, también había un escritorio y una pequeria de mueble junto a la cama. Todo lo que se podía sentir en ese lugar era absoluto silencio... Una paz que para algunos podía ser la mejor del mundo, mientras que para otros, como davian, no les hacia nada más que provocar pensamientos no muy sanos sobre todo lo que pasaba a su alrededor, en lo que paso y en lo que podía pasar si seguía o no con vida.
-Debería estar en casa... Acostado en mi cama... Escuchando como owen se duerme con la televisión encendida después de haber ido a arroparme... No en este lugar... Mierda!.- Dijo exasperado, dejando salir como un grito lo último dicho, mientras tomaba una lámpara del escritorio para estrellarla contra la pared, haciendola mil pedazos por la fuerza innecesario que utilizó.- Quiero irme de aquí. Dios... Yo no pertonecco a este lugar...- Murmuró afirmándose con fuerza la cabeza, sintienda como es que poco a poco comienza a juntar, como si se estuvieran cerrando a su alrededor, dejandolo sin salida de ese lugar. Odia la realidad... Donde mierda estan mis drogas... Joder..... No.- Susurra caminando rápido hasta la esquina de la habitación, justo a un lado del escritorio para sentarse escondido ahi, con la respiración claramente acelerada, sintiendo como es que poco a poco comienza a caerle lagrimas por sus mejillas al no saber que hacer en esta habitación.
Flash back del pasado
-Davian... Amor, tranquilo...- Murmuraba la bella mujer, aguantando las ganas de llorar mientras abrazaba fuertemente a su pequeño hijo.- Todo estará bien... No dejes que te vea llorar... Tranquilo bebé.
-Mamá... ¿Que le pasa a papá?.- Susurra un lloroso davian de unos cinco años, totalmente temeroso por lo que sucedia, así que mantenía oculta la cara en el pecho de su madre, que lo abrazaba protectoramente.
-¡YA CALLA A ESE MALDI TO MOCOSOl.- Gritaba enfurecido el señor bennett mientras golpeaba con los puños la puerta de la habitación en la que se encontraban madre e hijo, solo causando más terror en ambas personas que estaban ahí.- ¡CALLALO Y VEN AQUI, MALDITA ZORRA!.
-Davian... Cariño...- Susurró la señora bennett afirmando la pequeña cara de su hijo para que la mirara atentamente mientras le limpiaba las lágrimas, tratando de no tomarle importancia a las palabras de su esposo para transmitirle aunque sea un poco de seguridad a su hijo.- Tranquilo.... No pasa nada... Papá solo tuvo un mal día...- Continuó en un susurro la señora bennett, juntando la frente con la de su pequeño hijo tratando de convencer al pequeño y a ella misma de que todo estaría bien, y que su esposo no haría ninguna locura.- Necesito que te hagas silencio, el no debe verte llorar amor... Ni el, ni nadie debe verte de así.- Dijo sonriendo levemente la bella mujer, dandole un besito en la punta de la nariz a su hijo menor como despedida, sabiendo que es lo que iba a pasar luego de esto conocía a la perfección el efecto del alcohol en su marido.- Vamos a jugar a las escondidas amor... No dajes que papá te vea ¿si?.- Le da un ultimo beso en la frente a su hijo antes de ver como es que este corría hasta el armaria para esconderse mientras ella iba a abrir la puerta de la habitación, como si caminara directo a la horca.
-¡MALDITA ZORRA!.- Grita el hombre al entrar en el cuarto bruscamente al sentir que su mujer quitata el seguro de la puerta, causando que su esposa cayera fuertemente contra el suelo.- ¡Tú tienes así de llorón a esa cría! ¡ES TODO TU PUTA CULPA!.- Siguió gritando mientras le agarra del cabella fuertemente a la pobre mujer tirada en el suelo, para así comentar a patearla una y otra vez, como si eso la hiciera callar en vez de gritar más.- ¡CONTROLA A ESE PUTO IDIOTA! ¡ES LA UNICA MIERDA QUE TIENES QUE HACER EN ESTA CASA!.
Fin del Flash Back
-Nadie..._ Murmuro davian colocándose de pie para tomar un poco de papel que estaba en la mesita de noche para poder limpiarse las lagrimas. Para luego ver su mano que le estaba ardiendo notablemente, dandose cuenta que sus nudillos estaban totalmente ensangrentados por haber estado golpeando el suelo mientras recordaba como es que su padre golpeaba una y otra vez a si madre, por su culpa, por haber llorado al ser empujado por ese hombre que estaba borracho al llegar a casa. Pasado unos minutos, ya teniendo la cara sin rastros de lagrimas y su mano limpia de toda la sangre, comienta a escuchar unos pequeños golpes en la puerta de su habitación, lo cual lo dejo totalmente anonadado al notar quien era.
-Destruir inmobiliario del hospital, no va a hacer que puedes salir antes de aqui davian...- Murmura un cansado enfermero al entrar en la habitacion del menor, luego de haber golpeado un par de veces.- Te llevare al comedor central para que puedas desayunar y luego vas por los utensilios para limpiar todo esto ¿Okey?.
-Lo que digas...- Murmura en respuesta el menor, sin tener ganas de nada al notar que ya habia amanecido y que aún vestía exactamente la misma ropa de ayer, sin mucho más que hacer, y sin querer vestir igual, comenzó a quitarse la playera lentamente ante la mirada atenta e impresionada del enfermero al ver el físico que tenia el chico frente a el.- ¿Que? ¿Me violaras con la mirada? porque si quieres que te lo hago rápido y que nadie se entere, por mi no hay problema.- Propuso sonriendo ladinamente, mirando atento al enfermero mientras comienza a desabrocharse el pantalón provocativamente hasta causar que el chico sonriente saliera rápidamente de la habitación, cerrando igual de rápido la puerta tras el, para tratar de disimular todo lo que penso al ver el fisico del chico en esa habitación. Al pasar unos cuantos minutos, davian termino de vestirse con ropa holgada, de deporte para estar más comodo, aun tratando de controlar la risa que le provocó el enfermero con tremenda cara de vergüenza que puso al salir de la habitación.