Okey, lo admito... No sé el porque me molesta, pero de que lo hace, lo hace. Piensa tranquilamente davian mientras mira atentamente las manos entrelazadas que van justo delante suyo caminando calmadamente por el lugar que claramente conocian de memoria.
-Sabes que aunque mires esas manos con ganas de cortarlas, ellos no se van a separar.- Aclaro una voz detrás de el y que conocía de memoria..
-No estoy viendo ningunas manos zyran.- Murmura davian un tanto fastidiado sin dejar de caminar tras la parejita.
-Venga davian, estoy caminando a tu lado desde que comenzaron a caminar y ni cuenta te habías dado.- Aclaro zyran mirando a los chicos que caminaban frente a el.
-Que finja no verte, no es lo mismo a que no te viera.- Murmuro davian mientras apretaba los puños al ver esas manos entrelazadas.
-¡okey! Aquí te dejo mi bella criatura y chico nuevo.- Grita el chico sonriente dandose la vuelta para ver a davian.- Nos vemos luego, me voy que llego tarde a mi sesión. ¡y sabes que a mi doctor owen no le gusta que llegue tarde.- Murmuro el chico sonriente mientras le daba un rápido beso en la frente de la chica rubia antes de susurrarle algo que solo escucho la más baja para luego salir corriendo al salón donde tendría su terapia, despidiendose efusivamente con la mano, a la vez que era seguido por zyran scott que reía levemente al tratar de seguirle el paso al apurado chico.
-Entonces gatito, tieenés nombre?.- Pregunto davian a la vez que se acercaba con usa leve sonrisa a la chica rubia, totalmente confiado de sus dotes para ligar o asi ve hasta notar que esta se alejaba lentamente demostrando un poco de miedo en sus bellos ojos azules.- Hey... Tranquila...- Murmura un preocupado davian al ver el panico creciente en la cara de la chica y sin ser consciente de lo que estaba haciendo cuando comenzó a acercar lentamente su mano hasta la mejilla de la rubia esperando poder conseguir calmar a la mas baja con una caricia, lo cual no consiguió hacer ya que sintio como alguien le agarraba la muñeca para alejar rapidamente la mano que casi toco a la chica rubia.
-Adelei... Tranquilizate... Respira profundamente...- Dijo un chico de bota blanca que se interpuso entre ambos cuerpos para que la chica rubia fuera capaz de solo verlo a el.
-¿Do-doctor brow? Es?.- Murmuro la rubia abriendo lentamente los ojos que había cerrado al ver las intenciones del chico nuevo para encontrarse con una sonrisa tranquilizadora del doctor frente a el.
-Tranquila ve a tu asiento ahora, en un momento voy contigo.- murmura el doctor manteniendo la sonrisa hacia la chica rubia.- No te vuelvas a acercar a ella, ¿Escuchaste bien?.- Dice seriamente el doctor mientras se voltea a ver al chico nuevo luego de que adeline se alejara rapidamente sin apartar la mirada del suelo.
-Hey doctor, tranquilito. Yo no le hice nada.- Aseguro davian levaniando sus manos en señal de inocencia.
-No, tranquilito tú. Aqui no es como en las calles, ¿ Entiendes?, Aqui no puedes venir y acercarte a cualquier culo bonito que veas para jugar a quitarte la calentura por una noche.- Aclaró el doctor mirando al joven frente a el.
-¿Estás diciendo que la pequeñín tiene culo bonito?.- Sonríe davian alzando notoriamente una ceja mientras mira al doctor tratando de no reir.
-Ve a buscar un asiento davian.- Hablo una voz muy alegre que davian ya empezaba a tenerle cariño.
-¡Bingo! Salvado por mi enfermero cedrick.- Hablo davian mirando a su enfermero personal para luego pasar por el lado del molesto doctor sin siquiera rozar sus cuerpos al presentir que si lo hacía, vivo no saldria de ese hospital.
Una vez dentro de la habitación lo único que se puede ver son caras totalmente diferentes, unas estaban felices, otras tristes, y algunas sin expresión y todos estaban repartidos en un perfecto circulo que raramente era del tamaño de la habitación para que todos se pudieran mirar lo cual es cómico porque más de la mitad no quitaban la mirada del suelo que estaba siendo observado como "la octava maravilla del mundo". Bueno, tampoco es como que fueran muchas personas, eran diez quizás pero de esas diez personas, ocho miraban el suelo atentamente. Dando una última ojeado a las personas a su alrededor, davian camino hasta un asiento que estaba frente a adeline quedando sontado entre un chico que no había visto en su vida y la chica de cabello morada, si la rarita que lloraba y reía sola.
-¡Grupo! Hoy nos acompaña un nuevo paciente que se ha integrado en la clínica.- Se le escucho decir a un animado doctor mientras caminaba hasta tomar asiento entre los pacientes ahí presentes.
-Una presentación como las que hacen en el instituto bravo.- suspira davian mirando por una ventana que esta a su izquierda fingiendo no haber escuchado al doctor.
-Por favor joven nuevo, ¿Podrías presentarte y contarnos un poco sobre ti.- sin ninguna mirada, ni un solo murmullo era escuchado en esa habitación, no había nadie más en ese salon solo eran el y la hermosa rubia... Esa chica que estaba frente a el, esa unica mirada que tomo en cuenta, la única cara de curiosidad que sinceramente le importo....
-Me llamo davian.- susurró davian mirando atentamente al pequeño gatito curioso de pelaje rubio.- Davian Bennett, ese soy yo.- Sonrie levemente al ver el sonrojó de la rubia por haber sido descubierta mirandolo.
-¿Algo más? un poco de ti quizás?.- Hablo el doctor mirando unos papeles que tenía en la carpeta de su regazo.