-No deberías estar aquí davian...- Murmuro un chico alto de cabello castaño, que vestía una túnica totalmente blanca, que sin importarle lo sucio que podía quedar, se sentó sobre el suelo, a un lado del menor, manteniendo la espalda apoyada sobre la pared que estaba justo frente a la puerta en la que se encontraba adeline.
-¿El enfermero cedrick y el doctor brow se rindieron? Es la única razón lógica que se me ocurre en estos momentos para que mandaran a mi hermano mayor por mi.- Respondió davian con un tono de voz claramente agotado, siendo casi como un susurro, mientras se afirmaba con fuerza ambas manos para controlar los horribles temblores que estaba teniendo cada vez más fuertes, demostrando así, los efectos de no estar con sus medicinas. Sumándole a eso también estaban las náuseas y los fuertes dolores de cabeza que sentía, lo que también daba a notar lo demacrado que estaba después de cinco días seguidos sentado en la misma posición, sin aceptar que lo quisieran sacar de donde estaba, ni tomar sus medicamentos. Siendo tanta su determinación de estar ahí, que con suerte habrá ido al baño unas cuatro veces, y solo porque estaba muy cerca de la habitación de la pequeña rubia.
-No seas tarado davian... Si fuera por eso, hubieran mandado a Thor y a Hulk para sacarte de aquí como la otra vez.- Respondió owen riendo levemente, al recordar a los dos tipos que afirmaban a su hermano menor para que no entrara en la habitación el primer día.- Yo ni siquiera debería estar cerca tuyo hermanito...- Susurró owen suspirando, demostrando que también estaba claramente agotado.
¿A que te refieres?.- Pregunto davian antes la respuesta de su hermano mayor.
-Te pude traer a este centro psiquiátrico con la condición de que yo no interferiera con tus tratamientos, y mucho menos que me acercaría más de lo debido a ti...- Susurró owen mirando atentamente el suelo.- Tenia que mantenerme distancia de mi hermano menor para no interferir con su recuperación...
-Así que por eso le preguntabas al cedrick por mi, en vez de acercarte tú...- Murmuró davian recibiendo un asentimiento de cabeza de su hermano mayor a pesar de que lo había dicho como afirmación y no como una pregunta.
-¿Te duele mucho?.- Preguntó owen alzando la cabeza para ver la puerta roja frente a ellos.
-¿A que te refieres exactamente?.- Pregunto davian siguiendo la mirada de su hermano mayor sin entender su pregunta.
-A los dolores de cabeza... Las nauseas... Los Mareos... Todo eso que debes estar sintiendo por el síndrome de abstinencia a tus drogas.- Respondió owen recién volteando la cara para ver la deprimente imagen que le mostraba su hermano menor.- ¿Por qué haces esto hermanito?... ¿Que sacas con no tomar tus medicamentos?... ¿Con no ir a tu habitación?... ¿Con quedarte aquí mirando solo una puerta?...
-En los cinco días que llevo aquí, en ni uno solo he visto que entren con algún plato con comida a esa habitación... Ni un solo día he escuchado alguna voz ahí dentro... Pero se que está ahí adentro... Lo sé... Siento que ella está ahí... Su frágil cuerpo... Ese que destroce, está ahí dentro sufriendo... Sin nada que pueda hacer al respecto, ni yo, ni ella... ¿Por que yo gozaría de mis medicinas... De mi cama... De las comidas... De todo, si ella no lo hace también?...- Susurró davian mirando atentamente la puerta, mientras dejaba que cayeran libremente las lágrimas por su cara sin poder detenerlas ni un solo minuto más. El dolor que sintió el primer día que estuvo frente a esa puerta aun permanecia ahí, permanecía y triunfaba frente a cualquier sentimiento que quisiera surgir en davian. Y era normal, pero que fuera normal sentirse así, no quitaba el hecho de que doliera incluso más que el hecho de no tener su medicación.
-La recuerdas ¿no es así?...- Preguntó owen colocando una mano sobre las de su hermano menor para demostrar un poco de apoyo.
-Yo fui quien provocó una de las razones del porqué ella está aquí encerrada... ¿Lo sabias?...- Murmuraba davian aún mirando atentamente la puerta frente a él, sin ser capaz de dejar de llorar en ni un solo momento.- Siempre me dijo que no importaba que dijeran el resto de ella... Lo único que valía era que es lo que pensábamos el uno del otro...
-¿Davian?... ¿Que pasó?...- Pregunto owen, un poco más asustado por la situación.
-Fue en el funeral de mamá... Ella... Mi amiga adeline llegó al funeral... Ella... Dios, estaba ahí contigo mientras que yo no...- Hablo davian con la voz cortada y apagada.
-¿Hablaste con ella ese día?... Pensé que no la habías alcanzado a ver davian...- Hablo owen mirando a su hermano menor fijamente.
-Claro que si... Cuando la vi ahí, noté cuanta falta me hacía... Verla parada a tu lado... Esperando por mi, me hizo malditamente feliz, demasiado feliz, owen. Algo en mi volvió a sentirse totalmente vivo, como si una luz que estuvo casi apagada, por fin fuera encendida al completo... No entiendo porque le hable así, owen... Solo recuerdo que no debía estar feliz en el funeral de mi madre... Así que cuando volteó para verme y así acercarse para abrazarme... Yo le vi la cara con tantas marcas... Hinchada por los golpes recientes... No hallé nada mejor que recalcar lo gorda que se veía así...- Susurraba davian cubriéndose la cara con ambas manos, para ocultarse mientras lloraba- Yo sabía que no estaba gorda... Dios, se notaba que su carita estaba así por los golpes... Pero yo voy y le grito lo gorda y fea que se veía... Unos meses después la volví a ver hermano... Su padre la había llevado para hacer las compras... Estaba tan delgada... Solo cargaba una bolsa, y parecía que por el peso que tenía, le podía hacer daño... Como si se fuera a romper por solo cargarla...