Almas rotas

VEINTE

Una semana después

-¿Te mudaste oficialmente a este pasillo?.- Preguntó riendo levemente el terapeuta vicent al ver como es que davian tenía mantas, comida, agua y libros, en el pasillo frente a la puerta de la pequeña rubia.- Bonito campamento davian- Dijo el terapeuta vicent con una sonrisa, para luego poder sentarse a un lado del menor y así, quedar ambos mirando la puerta roja que estaba al frente de ellos.

-¿Tienes permitido estar cerca de ella?.- Preguntó seriamente davian sin prestarle mucha atención a lo que dijo su terapeuta, quien venia recién llegando hasta donde el, ya que encontraba mucho más productivo y relajante ver la puerta roja que estaba cerrada frente a él.

-Si tú no vas a terapia, la terapia debe venir a ti davian.- Respondió el terapeuta vicent viendo fijamente el nombre de adeline en la puerta.- No importa en donde, la terapia debe continuar davian.- Murmuró el terapeuta vicent con una leve sonrisa que trataba de ocultar la tristeza que reflejaban sus ojos por estar tan cerca, pero a la vez tan lejos de la chica rubia que estaba en la habitación frente a ellos.

-¿La querías?.- Murmuró davian al fijarse como es que la mirada del mayor estaba pegada en el nombre de la chica rubia.

-Querer es muy poco para lo que siento...- Susurró el terapeuta vicent con una triste sonrisa mientras seguía mirando el nombre frente a él.

-Si tú me cuentas qué te pasó con ella quizás, solo quizás, yo te cuente que me a pasado a mí.- Propuso davian mientras se acomodaba mejor en el suelo cubriéndose hasta los hombros con la manta que le dio el enfermero cedrick.

-Has faltado dos semanas consecutivas a tus terapias ¿De verdad crees estar en una posición para pedir algo así davian?.- Dijo el terapeuta vicent riéndose levementemente.

-Solo creo que no es justo que tú quieras saber todo de mi, siendo que yo no sé nada de ti.- Comentó davian encogiéndose de hombros mientras cerraba los ojos por el agotamiento.

-¿Qué te parece si tú preguntas cosas y yo te las respondo? Solo contaré lo que me preguntes, no voy a contarte todo lo que me paso si no lo preguntas, pero debes estar consciente que si yo respondo, tú también deberás hacerlo. Así estaríamos en igualdad de condiciones.- Hablo el terapeuta vicent sus cosas para poder empezar a escribir.

-¿Sabes? No tengo ánimos para estas cosas doctor poco ético.- Susurró davian manteniendo los ojos cerrados.

-Si no tienes ánimo es porque estás aquí sin descansar bien. Llamaré a Thor y Hulk para que vengan por ti en este mismo instante y así te llevarán a tu habitación davian.- Dijo el terapeuta vicent colocándose de pie para poder hacer la llamada esperando que su plan de "amenazar para que hable" funcione.

-¿Como la conoció?.- Preguntó davian luego de haber dado un suspiro sin haber notado la trampa que le hizo el mayor.

-Fui su médico a cargo. Estuvo conmigo cuando llegó...- Respondió el terapeuta vicent casi en un susurro.- ¿Y tú davian? ¿Como la conociste?.

-Nuestras madres eran amigas. Teóricamente, adeline me conoce desde que estaba dentro del vientre de mi progenitora.- Respondió davian haciendo puños ambas manos, tratando de no escuchar voces que no estaban ahí otra vez.

Ese nuevo dato sinceramente sorprendió al terapeuta vicent, pero como el profesional a cargo que era, se centró en no demostrar esa sorpresa y muy grande curiosidad que estaba sintiendo. Reuniendo todo el autocontrol adquirido con los años trabajando en esta área, se concentró totalmente en el menor, olvidando sus sentimientos hacia la chica rubia tras la puerta roja solo para poder brindarle la terapia que se merecía davian.

-¿Que estás sintiendo davian?.- Preguntó el terapeuta vicent al notar como es que los nudillos del menor se tornaban blancos por la fuerza que estaba utilizando al hacerlos puños.

-Es mi turno, no te pases doctor.- Dijo davian cerrando con fuerza los ojos mientras respiraba para tratar de controlarse.

-Ya veo, una pregunta tú, y una yo. Si, parece justo.- Dijo el terapeuta vicent tomando el maletín que había dejado a un lado de él para poder estar más cómodo al escribir todo lo que sucedía en la sesión con davian .

-¿Como llegó aquí?.- Murmuró davian sin abrir los ojos aún mientras intentaba calmar las voces de su cabeza.

-Cambia la pregunta davian. Esos son datos personales que se quedan en confidencialidad de paciente y doctor.- Hablo el terapeuta vicent sin levantar la vista de sus papeles.

-Ja... ¿Como puedes decir eso luego de que te metiste con mi adeline de una manera poco ética?.- Dijo davian sarcásticamente mientras negaba con la cabeza por lo "divertido" de la situación.

-Si lo piensas bien, es por eso mismo que no voy a violar su privacidad, eso es algo de ella, un tema que yo no puedo andar divulgando como si no fuera nada importante.- Respondió el terapeuta vicent al volver a mirar atentamente la puerta.- ¿Como era la apariencia de tu mamá?.

-No respondiste mi pregunta.- Hablo davian al terapeuta vicent por no haber escuchado la respuesta de la pregunta que hizo. Pero realmente ¿No la recordaba? No estaba mintiendo del todo, sinceramente no lo hacía, pero sabia que si se esforzaba un poco podría hacerlo, pero implicaría tener el fantasma de su madre rondando por su mente, y claramente no le convenía a davian estar viendo a un muerto mientras tenia a un loquero sentado a su lado.



#5535 en Novela romántica
#2069 en Otros

En el texto hay: hospital, romance, tristeza dolor

Editado: 02.09.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.