Almas rotas

VEINTITRÉS

Una semana después

-¿No te duele el trasero al estar ahí sentado tanto tiempo?.- Preguntó owen sentándose a un lado de su hermano menor mientras veía como es que angelo entraba rápidamente a la habitación de adeline para aprovechar lo mejor que puede el tiempo limitado de visita que tenía este lugar.

-Ya se van a cumplir dos meses... ¿Por que ella sigue alli dentro?...- Murmuró davian mirando atentamente la puerta roja que estaba cerrada frente a él, igual qué todos los días anteriores.- Ya debería poder acompañarlo a comer... O por lo menos poder verla caminar por alguna parte de esta carcel...

-Davian...- Hablo owen intentando desviar el tema de conversación pero no lo logro y lo supo al escuchar la pregunta de davian.

-¿Cuál es el problema?... Escuche al doctor brow decirle al terapeuta que ya estaba mejor físicamente, y eso fue hace una semana... ¿Por que aún no sale?...- Murmuró davian encogiendo las piernas para poder abrazarse las rodillas.

-Davian... Ella...- Dijo owen tratando de respirar profundamente, y así conseguir la valentía que necesita para hablar, a la vez que apoyaba la espalda rectamente sobre la pared tras de ellos.- Está ahí por su seguridad...- Suspiro owen sintiendo como es que toda la valentía que sentía hace unos momentos se evaporó de su cuerpo.

-¿Su seguridad?... Estás... Dios...- Murmuró davian cubriéndose la cara, tratando de controlarse mientras se masajea la frente.-Estas diciendo que ella está ahí porque me temen a mi...- Susurró davian colocándose de pie.- Por mi culpa no a salido de ese lugar... Joder...- Murmuraba davian comenzando a caminar de un lado a otro, tratando de controlarse.- Tienen miedo de que yo le haga algo más...- Susurró davian para sí mismo mientras sentía sus manos temblar.

¡Bingo! Aprendiste algo de mi davian

-Cállate ¡No soy como tú! ¡No me enseñaste nada!.- Hablo davian mientras apretaba sus manos para intentar calmarse.

Tranquilo hijo, la basurita esa no te dejará. Nunca se van, solo aguantan hasta que los mates o te mates tú

-¡Adeline no es mamá y yo no soy tú! ¿Joder, como se te ocurre compararnos con ustedes? ¡Tú eras un maldito abusador!.- Discutia mentalmente Daviansin dejar de caminar de un lado a otro, afirmándose el cabello para tratar de callar esa voz en su cabeza.

Una y otra vez, y la zorra ahí se quedaba, sabiendo que era su culpa, por eso aguantaba todo. La basurita que te gusta va a notar que se debe aprender a comportar contigo, comprenderá que ella es quien provoca esas reacciones así que se quedará ahí aguantando para ti. Dejando que tú te diviertas con ella.

-Mierda... ¡Ya cállate! ¡No somos como ustedes! ¡¡Yo si amo a adeline, no como tú a mamá!!.- Se grito davian mentalmente sin haber notado, hasta ese momento, que unos brazos lo tenían fuertemente afirmado en un abrazo lo más protector que se podía en una situación así.

-No lo escuches davian... Tranquilo...- Susurró owen abrazándolo fuertemente para tratar de tranquilizarlo.- Ya va a pasar... Quédate aquí conmigo... Él ya no está aquí...

-Yo... Yo no quiero ser como él... No... Él... Mierda... Soy igual... -Susurró davian dejando salir lágrimas por sus ojos, dejando que su hermano lo abrazara.- La dañe... Yo le hice eso... Ella... Mi adeline...- Murmuraba davian sin poder retener las lágrimas que caían de su cara directo al hombro del mayor.- Ellasigue aquí... Porque soy igual a él, yo soy él... Dañe a mi adeline...

-Aquí te ayudarán davian... Ya va a pasar...- Susurraba owen abrazándolo con un poco más de fuerza.- El enfermero cedrick ya viene con tus medicamentos, solo aguanta un poco más pequeño...

-Los medicamentos no evitaron que fuera capaz de dañar a adeline... Yo la deje así... Yo hice que estuviera ahí encerrada...- Susurraba davian una y otra vez, alterado totalmente por la voz que claramente no se quería callar, la voz que cada vez lo convencía más y más de que se estaba transformando en un monstruo.

-Davian... Tú no eres él...- Habla owen alejándolo de el solo unos centímetros para poder mirarlo.- Ahora te tomarás tus medicamentos e irás a descansar a tu habitación, ¿okey? Te prometo que después de eso te sentirás mejor.

-Los tomare, si...- Dice davian alejándose, limpiando su cara rápidamente.- Pero no me iré de aquí. Este es mi lugar.

-Ese fue un gran intento, Owen.- Dijo el enfermero cedrick llegando recién a la escena sin saber realmente qué es lo que estaba pasando.- Pequeño tus medicamentos.- El enfermero cedrick le extiende el vasito junto con el agua, pasando por alto el rastro de lágrimas que tenia el menor en su rostro.-También te traje dos cojines más para que no se sientas tan frío y duro el piso.- Sonríe el enfermero cedrick acomodando los cojines mientras davian se toma sus medicamentos.

-Así que por eso no te dolía ¿eh?.- Ríe levemente owen negando con la cabeza a la vez que miraba cómo el enfermero cedrick acomodaba los cojines sobre el suelo para su hermano menor.

-¿Que te puedo decir? Yo soy mejor el mejor enfermero y mejor que tú.- Dijo el enfermero cedrick riendo, mientras le acomodaba bien la "cama" a davian.

-Yo voy al baño un momento...- Murmuró davian alcanzando a dar solo dos pasos mirando el piso, antes de que el enfermero cedrick se cruzara en su camino para evitar que siguiera avanzando.



#5428 en Novela romántica
#2035 en Otros

En el texto hay: hospital, romance, tristeza dolor

Editado: 02.09.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.