Almas rotas

VEINTISÉIS

En otra parte del hospital, con una historia totalmente diferente a la de las dos personas en urgencias, se encontraban dos chicos discutiendo de sus propios problemas.

-Tranquilo... Hablémos por favor...- Susurró el doctor brow abrazando por la espalda al chico de sonrisa rectangular.

-Ni siquiera se porque vine aquí...- Murmuró angelo el castaño de peculiar sonrisa que estaba caminando como "gato enjaulado" por todo el lugar hasta sentir los brazos de su doctor.

-Porque a pesar de todo, mi oficina es tu lugar seguro angelo...- Murmuró el doctor brow soltando un segundo al menor para ir y sentarse en el sillón donde usualmente se acomodaba para comenzar con sus terapias y las diferentes charlas que daban a lugar con los otros pacientes, siendo un caso totalmente diferente el del paciente angelo el cual fue y se sentó a horcajadas sobre el doctor brow apoyando la cara en el pecho contrario para escuchar los latidos que tanto lo calmaban.

-Está bien, ya te escucho...- Hablo angelo sin prestarle verdadera atención al doctor owen.

-Dime que es lo que te molesto angelo.- Hablo owen sin moverse ante la acción del chico.

-Qué te pones de su lado... Dios ¡Casi la mató owen!.- Dijo angelo alterado sin siquiera dejar que owen puediera terminar lo que estaba diciendo.

-¿Y tú te has puesto en mi lugar pequeño?.- Habló owen tranquilamente comenzando a acariciarle con cuidado la nuca.

-A... ¿A que te refieres?...- Pregunto angelo sin entender a donde quiere llegar el doctor owen con sus preguntas.

-Si yo hubiera cometido un error, si hubiera hecho algo malo ¿Tú no intentarías que vieran lo bueno que he hecho, en vez de lo malo?.- Pregunto owen sutilmente mientras miraba al chico sentado en su regazo.

-Yo... Si... Pero es que... Owen tú no me golpearías durante una hora consecutiva... ¡¿Que hubiera pasado si no paraba?!.- Hablo nuevamente angelo mientras recordaba el estado deplorable en el que llegó adeline a urgencias.

-Pero se detuvo, él solito se controló y la llevó a urgencias, ¿no? Él se arrepintió y créeme, Davian podría haberla matado a golpes si hubiera querido, y este no fue el caso.- Hablo owen sin cambiar su tono de voz apesar de que angelo le levantaba la voz.

-¡Exacto! "Este" no fue el caso, ¿que pasara cuando si sea el caso? ¡¿Que pasará cuando le dé la locura otra vez?!.- Expreso angelo exasperado, imaginando el peor de los escenarios si es que terminaban haciendo pareja de terapia a esos dos, por que si, no es que fuera idiota, el podía notar que esos dos tenían la química necesaria para hacer las terapias juntos.

-No quería llegar a esto, angelo...- Suspiro owen apartando un poco el cuerpo de angelo para que este lo mirara directamente a los ojos.- ¿La volviste a golpear después de esa ocasión?.- Habló owen bajo la atenta mirada impresionada y notoriamente dolida del chico que estaba, si, que estaba sobre sus piernas, porque al escucharlo se levantó rápidamente para alejarse del doctor owen como si sintiera cierto miedo, enojo y vergüenza al recordar lo sucedido ese día hace un año.

-No es lo mismo, y lo sabes...- Murmuro angelo con la voz levemente quebrada al tratar de controlar las lágrimas.

-Dime cuál es la diferencia- Preguntó owen sabiendo que no existía una diferencia entre ambas situaciones.

-Yo... Yo estoy enfermo... A mí... A mí me trajeron a este lugar porque estoy enfermo ¡y lo sabes!.- Grito angelo mientras entrelazaba sus manos para evitar el temblor que apareció en ellas.

-¿Y a él no? Davian también está aquí, también lo trajeron porque tiene problemas... Él también está enfermo angelo...- Dijo owen lo más tranquilo que pudo al ver como es que el sonriente chico comenzaba a llorar, provocándole un agudo dolor en el pecho al verlo así.- Davian no puede controlar sus impulsos, así como tampoco solías hacerlo tú.- Aclaro owen levantándose con cuidado del asiento para poder acercarse al menor y abrazarlo con fuerza, sin poder ni querer resistirse al hacerlo.

-No es lo mismo... Yo... Yo no sabia lo que hacía... Adeline... Ella me trató de abrazar... Le dije que no se acercara... Le advertí que no viniera hacia mi ¡y él lo hizo igual!.- Aclaro angelo enteré lágrimas y temblores al recordar aquel momento hace un año atrás.

-Davian la alejo por años a adeline ... Tú solo le dijiste que no se acercara, pero Davian se alejó directamente de ell para no dañarla. Tuvo una recaída, y se que no es algo que simplemente se pueda olvidar, pero es una recaída es algo que recién estamos tratando.- Habló owen sin dejar de abrazar con fuerza a angelo a pesar de que este no correspondía el abrazo.

-Yo jamás volvería a dañar a adeline...- Susurró angelo por fin abrazando con fuerza a owen a la vez que su llanto aumentaba cada vez más.- No sería capaz de hacerlo nuevamente... Yo no podría soportarlo.

-Lo sé pequeño... Lo sé...- Murmura owen afirmando con fuerza el cuerpo del chico entre sus brazos.- ¿Pero lograste esto después de cuántas veces que me golpeaste a mi? ¿Después de cuantos calmantes?.

-Muchas veces y muchos calmantes...- Explicó angelo ocultando su rostro de la mirada de owen.

-El punto está en que lo pudiste lograr y nunca más, ni siquiera se te ocurrió volver a golpear a adeline.- Aclaró owen dándole un besito en la cabeza a angelo.- Davian también lo logrará, así como lo hiciste tú. Él también podrá controlarse y no volver a hacerle lo mismo a adeline. Él también se arrepiente y trata de reconpensar ese descuido suyo.



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En el texto hay: hospital, romance, tristeza dolor

Editado: 02.09.2025

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